Aquí tenéis una nueva entrada siguiendo con la traducción del libro serializado de Lois Wyell. El texto original en inglés se publicó en la revista Offshots of Orgonomy VII.
Cuando un ciudadano privado es atacado por una rama del gobierno federal y los medios de comunicación están sólidamente contra él y en silencio, hay muy poco que se pueda hacer para defenderse uno mismo. Por lo tanto por lo tanto escribí y publique un panfleto con mi marido, tratando de obtener alguna clase de audiencia publica para Reich. Pero no hice esto hasta que Reich
me dijo por teléfono en agosto de 1956, “ Sí, tú lloras. ¿Pero qué haces? Tú sabes toda la verdad sobe esto pero no haces nada. Sólo lloras.” Así que hice algo.
Reich no sabia nada acerca de “ El Encarcelamiento de un Gran Científico en USA, 1956” hasta después de haber sido publicado y enviado por correo aquí y al extranjero a senadores, congresistas, gobernadores, directores de universidades y de Fundaciones para la investigación, organizadores dedicados a la protección de las libertades civiles, así como a lideres de la abogacía, doctores, científicos, periodistas y a todos los que habían comprado literatura orgonomica o habían expresado un interés por la orgonomia. Entonces recibí de Reich un cálido agradecimiento. Unicamente pocas personas respondieron, la mayoría personas en Europa ( algunas de las cuales enviaron contribuciones, que les fueron devueltas. Pero en este país el silencio fue profundo excepto para solicitar más copias. Fue necesaria una segunda edición.
La segunda edición incluía el testimonio de un testigo ocular de la quema de los libros de Reich, una carta del Dr. Victor M. Sobey, que escribió:
Sí, yo vi los libros quemados...todos los gastos y la mano de obra los tuvo que aportar la imprenta. Se contrató un camión enorme con tres personas para ayudar. Yo me sentí como las personas que van a ser ejecutadas y primero se les obliga a cavar su propia tumba y luego les disparan y los arrojan allí. Llevamos caja tras caja de literatura. No se realizó ninguna comprobación precisa, pero se llenó el camión...Después de que se completó la carga, el camión se fue al incinerador de Gansevoort en las calles Gansevoort y Hudson. Tiró su carga de libros al fuego, y se hizo.
El Dr. Sobey también explica la forma avispada en la que un agente de la FDA consiguió quemar Psicología de Masas del Fascismo y otros libros que no tenían nada que ver con la energía orgonica:
Hacia el final de la carga del camión, Mr. Convay paró al Dr. Silvert para decirle que la oficina de la FDA en Nueva York había recibido información del Dr. Milstead de la oficina de Washington que era su opinión que la medida cautelar que se aplicaba a la literatura de la sección 5 debía también aplicarse a las secciones 1, 2, y 3. El Dr. Silver preguntó si eso significaba que esos libros también habían de ser quemados y el agente se encogió de hombros y dijo que “esta era su opinión” así que otra vez estaban tendiendo una trampa. Si la imprenta decidía destruir los libros de la sección 5, la FDA podía decir que ellos no tenían culpa, puesto que la imprenta estuvo de acuerdo con su opinión. Si la imprenta decidía no destruir los libros, la FDA podía presentar una queja a la imprenta por no cumplir con la orden, y entonces todos tendrían que volver a los tribunales.
Sólo la Unión de Libertades Civiles respondió a la difícil situación de Reich, pero Reich no les permitió intervenir puesto que ellos estaban interesados unicamente en una oportunidad de desafiar la legalidad de los mandatos judiciales en sí. Él sintió que ellos inevitablemente mostrarían desprecio por a orgonomia debido a sus simpatías políticas radicales y harían una gran daño a su causa.
Había visto a Reich sólo una vez después de que dejé Orgonón en 1952, y fue cuando le notificaron la orden judicial. Me llamó para pedirme que fuera de inmediato a Orgonón, y así lo hice. Me quedé sólo dos días, ya que mi marido tuvo un accidente de coche y tuve que regresar a Nueva York para cuidar de él. Después de esto, nos mantuvimos en contacto por correo y teléfono. Tenia poco conocimiento de primera mano de sus últimos años y dependía de conversaciones con aquellos que habían estado con el y de los informe publicados.
El juicio ha sido cubierto en detalle por David Blasband en los dos primeros números de Journal of Orgonomy y por Jerome Greenfield en Wilhelm Reich vs. U.S.A. El propio Reich desobedeció la orden judicial con infracciones relativamente menores: Rehusó dar acceso a los inspectores de la FDA a sus registros y documentos, y algunos de los acumuladores no habían sido retirados. Él admitió esto. El factor decisivo fue que el Dr. Michael Silvert trasladó los acumuladores desde Maine a Nueva York- a otro estado- sin el conocimiento de Reich. Así que Silvert fue llevado a juicio con el Dr. Reich quien, inexplicablemente, rechazó inculpar a Silvert, tomando la misma culpa sobre sí mismo. ( La relación profundamente importante de Reich con Silvert se discutirá en el capitulo de la plaga emocional.) De este modo, el juicio con jurado, que comenzó en Portland, Maine el 3 de mayo de 1956, acabó con el veredicto de culpable el 25 de mayo, Reich fue condenado a dos años de prisión y multado con $ 10,000, mientras Silvert fue condenado a un año y un día de prisión. Las sentencias fueron apeladas pero las sentencia fueron confirmadas por el United States Circuit Court of Appeals, y la United States Supreme Court se negó a hacerse cargo del caso en absoluto.
Así, el 11 de marzo de 1957 lo esposaron y lo llevaron a la cárcel de Danbury, penitenciaria de Connecticut.
A lo largo de los muchos años de investigación de la FDA e incluso durante el periodo del juicio en que estuvo en libertad, Reich continuó con su riguroso horario de trabajo diario, realizó el Experimento Oranur, escribió varios libros, muchas revistas, desarrolló el control meteorológico orgonomico, hizo un viaje al árido Oeste para traer lluvia al desierto, celebró conferencias sobre orgonomia, y en general continuó como de costumbre, pero con la carga añadida del acoso y presiones legales. Mucho tiempo y energía se gastaron en esta lucha- las cartas de protesta enviadas a los funcionarios del gobierno, las consultas con abogados, etc. Fue sin embargo, para Reich, un periodo de logros extraordinarios y alegría de hacer nuevos descubrimientos.
Esta alegría se alteró, no sólo por la persecución de la FDA, sino también por el hecho de que los descubrimientos mismos tenían algunos aspectos oscuros y amenazadores. Junto al esclarecedor descubrimiento del oranur estuvieron los descubrimientos del DOR ( energía orgónoica mortal) y el melanor, artefactos mortales del Experimento Oranur en Orgonon, así como los “experimentos” oranur en todo el mundo, por así decirlo, e manera involuntaria por las explosiones de bombas atómicas, tanto en la guerra como en las pruebas. Sus propios descubrimientos e incluso el desafío de la corrupción de la atmósfera por las plantas nucleares y las pruebas hicieron que esos años fueran especialmente emocionantes para Reich desde el punto de vista del trabajo.
Pero los aspectos personales eran sombríos,ya que orgonon dejo de ser apto para su uso temporalmente, muchos miembros de su familia se volvieron contra él, y su salud se estaba deteriorando cuando se expuso el mismo al oranur y al DOR para intentar entenderlos. A pesar de que conservó la lealtad de la mayoría de los orgonomistas, ellos estaban ocupados con sus practicas médicas y sus asuntos familiares y podían dedicarle poco tiempo. Así que estaba esencialmente solo en el periodo más oscuro de su vida. Y entonces una mujer llamada Aurora entró en su vida. Es apropiado que su nombre fuera el de la diosa del amanecer porque ella trajo la luz del amor a Reich en sus años más oscuros. Lo poco que sé de ella y de su relación con Reich lo aprendí principalmente de ella durante una larga conversación que duró casi toda la noche cuando me visitó por primera vez en Nueva York y durante algunas visitas posteriores.
( Continúa...)
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