miércoles, 22 de enero de 2020

MAS MORATÓ DE CREIXELL. UN JARDÍN TERAPÉUTICO ( V )- Una década de experiencias terapéuticas

Con esta entrada sobre el Jardín Terapéutico, que amplía la información sobre este tema del que ya hemos ido hablando en entradas anteriores ,completamos  la información  sobre esta interesante práctica terapéutica.

Este nuevo artículo ha sido publicado por el Dr. Carles Frigola en la revista GiroSalut nº60 & BarnaSalut en el nº15 correspondiente a la edición de invierno.

Esperamos que lo disfruteis







EL JARDÍN TERAPÉUTICO

Una década de experiencias terapéuticas


Vis natura medicatrix
La naturaleza cura. La naturaleza por si misma ya es terapéutica y cuando su diseño es consciente su efecto sanador aumenta. Esto es un jardín terapéutico.

Dr. Carles Frigola


El jardín terapéutico esta planificado para las siguientes tareas: todo lo necesario para favorecer el movimiento, trabajar la psicomotricidad, reforzar los recuerdos y dar soporte a las relaciones sociales. Dar un valor añadido a la estimulación cognitiva, gracias a los beneficios que el sol y el aire libre proporcionan a las personas. I a nivel médico, por la fijación del calcio, el aumento de las ganas de comer, la regulación del sueño y por la disminución de la agresividad, la ansiedad y la apatía.

Se ha demostrado que la luz natural posee un efecto curativo

Y mejora la situación del enfermo. Por otra parte, conocemos entre otros beneficios, el valor de la vegetación como reductora del estrés.

El jardín terapéutico permite llevar a cabo la mayoría de las terapias establecidas, que junto con otras y con la ayuda de la vegetación, se pueden programar como recorridos de interés, asociaciones entre colores y plantas, el refuerzo de los esquemas espaciales y temporales a través de el seguimiento de las estaciones del año, los olores que nos son familiares, la hidroterapia, el hecho de jugar con el agua, el barro y la tierra, la horticultura, etc.…

Estos espacios exteriores han de proporcionar un circuito seguro y accesible, lleno de referencias visuales, elementos donde poder sentarse, de sombras de agua. La vegetación ha de recoger la riqueza de las cuatro estaciones para la estimulación sensorial, como plantas para ver, tocar y oler. Con la vegetación evocamos la memoria agradable del pasado.

Consejos para utilizar un jardín terapéutico

1 Las plantas que ofrecen una textura interesante a la vista son una gran aportación para la experiencia sensorial del jardín.

2 El uso de una variedad de texturas, aromas, colores i especies vegetales, las hojas de las cuales hagan sonidos placenteros cuando el viento las acaricie. El incluir las variedades propias de cada estación para permitir conectar con el ciclo de la naturaleza, y que serán más fáciles de cultivar, cuidar y hacer el seguimiento de su crecimiento.

 3 Potenciar el olfato. Nos aprovechamos que el olfato es uno de nuestros sentidos mas fuertes para añadir plantas aromáticas cerca de los asientos y los caminos.

4 El color es un estimulo visual que ayuda a crear puntos focales y definiciones en un jardín. Las tonalidades cálidas, como el rojizo, el anaranjado y el amarillo avivan las emociones y estimulan la actividad. Las tonalidades frías, como el blanco ayudan a calmar y dar tranquilidad. Por ejemplo, el potencial terapéutico de los cerezos y los ciruelos en flor.

5 No nos hemos de olvidar del sentido del tacto, como plantas que sean lo suficientemente resistentes como para tolerar el ser tocadas, acariciadas o manipuladas frecuentemente.

6 El oído es uno de los sentidos más presentes a la hora de diseñar un jardín. Buscar plantas que emitan sonidos con el viento. También se pueden incluir accesorios como fuentes, objetos y banderitas móviles o campanitas.

7 Los sonidos de los animales también ofrecen resultados terapéuticos. Se han de incluir elementos que atraigan las aves y los animales picaflores.

8 Disponer de un espacio con sombras, un cercado, e incluso ciertas plantas altas como los cipreses. Así se obtiene un reparo para los días de viento.

9 Se han de incluir asientos cómodos para contemplar el jardín. Disponer de sillas, bancos o butacas que permiten apoyar cómodamente la espalda y los brazos para disfrutar de forma plena la
experiencia.

10 Por último se habrían de incluir luces solares para las visitas nocturnas de estos jardines. Al caer la tarde o por la noche, el jardín terapéutico adquiere una nueva dimensión que se ha de saber utilizar para finalidades recreativas y terapéuticas si incluimos la música, la danza, la meditación, etc. Por otro lado, durante la noche se pueden trabajar los miedos y las ansiedades que la oscuridad aboca a las personas.


DR. Carles Frigola, es psiquiatra y psicoanalista. Medico Orgonomista. Premio Pascual Prats del Col.legi  de Metges y de la Agrupación de Ciencias Médicas de Girona.

Trabaja en la Clínica de Medicina Orgonómica de Creixell (Borrassà) Telf. 972 506 291

Para más información sobre estos y otros temas, así como sobre el alojamiento terapéutico y los trabajos en grupo que se realizan en el Mas Morató, podéis consultar,



Facebook: Fundació Wilhelm Reich