La celebración de la Navidad y Reyes son unas fiestas en las que los niños están muy presentes, la ilusión y los descubrimientos, la mirada limpia...Wilhelm Reich se sentía muy cerca de los niños y los tuvo siempre presentes en su trabajo y en su enfoque orgonómico de prevención de los bloqueos iniciales, ya desde el momento del nacimiento.
Nuestra compañera M.Teresa Mademont ha realizado la traducción del artículo publicado en la Revista de Sciencies Orgonómiques nº 8 2º Anée. Hivern 1987 " Comment rendre les enfants moins néurotiques que nous" del Dr. Richard Schwartzman, médico orgonomista.
Esperamos que lo disfruteis!
COMO LOGRAR QUE LOS NIÑOS SEAN
MENOS NEURÓTICOS QUE NOSOTROS (*)
Dr. Richard
Schwartzman
Psychiatre orgonomiste, Philadelphie
Professeur adjoint, Département d´Hygiène Mentale
Hahnemann
Medical College
Directeur du
Service d´Hygiene Mental de Prisions, Philadelphie
Membre du Collège Américain d´Orgonomie
Wilhelm Reich dijo que el destino de la raza humana está determinado por
la estructura de carácter de los niños del futuro. Nuestro futuro y el del
planeta están determinados por la forma en que nuestros hijos se educan y como
educarán a los suyos, generación tras generación.
Todos los padres desean para sus hijos una vida mejor que la que ellos
han tenido. Incluso los bien intencionados padres siempre producen las mismas
neurosis en sus hijos, y sus esfuerzos para proporcionar una vida mejor no
están coronados con éxito. ¿Entonces por qué todos los esfuerzos, incluso
inteligentes y bien intencionados no han dado lugar a una mejoría en la
generación siguiente? ¿Por qué cada generación produce adultos tan enfermos
como nosotros? ¿Por qué la incidencia de neurosis, psicosis y de suicidios
continúan al mismo ritmo? ¿Por qué las guerras, las brutalidades y la miseria
humana continúan siempre de la misma manera? Una gran proporción de la
humanidad continua viviendo vidas de silenciosa desesperación o de silenciosa
resignación. Reich nos aporta respuestas a nuestras interrogaciones. En el
libro “Les enfants du futur”, Reich
escribe:
“Cada intento de romper el muro del mal social con todo tipo de teorías
sociales, programas políticos, reformas, resoluciones y revoluciones fracasa
estrepitosamente y ningún intento de mejora de la especie humana ha acertado.”
Hace 30 años que Reich murió y es evidente que hoy día la gente toma
consciencia poco a poco del importante rol que juega la puericultura funcional para la formación del bienestar
de los niños.
Gracias a esta toma de decisión ha aumentado la consciencia social, que
seguramente no era muy evidente hace treinta años, y parece ser que hay una
esperanza para la humanidad – si no lo hacemos saltar todo antes. Los estudios
sobre los bebés y los niños, que han aparecido en la literatura, están en
proceso de confirmar la exactitud de los descubrimientos de Reich. Para
comprender alguna cosa de puericultura orgonómica (funcional), es necesario
comprender las teorías de Reich sobre la energía orgonica. Es sólo a través del
conocimiento del funcionamiento de la energía biológica en los seres humanos y
las razones que conducen a los bloqueos de esta energía que podremos comprenderla.
Cuando realmente logremos entender cómo el bloqueo de la energía biológica nos afecta,
estaremos en mejores condiciones para criar a nuestros hijos, sin que la
transmisión de la coraza pase de los padres a los hijos.
La prevención de la coraza
Reich descubrió que virtualmente todos los procesos de enfermedad
psíquica o somática, eran el resultado de daños en el sistema biológico de la
energía orgónica, daños representados por el acorazamiento. De ello se deduce
que, para evitarlos, hay que impedir el
proceso de acorazamiento. No es posible suprimir completamente la coraza. No es
realista esperar evitarlo al 100%, pero al menos lo que podemos hacer es impedir que sea rígida en los
lactantes y los niños. Se convierte en nuestro deber identificar cualquier cosa
que interrumpa el funcionamiento natural y saludable y evitarlo de la mejor manera posible, es decir: por una
parte, parar las costumbres que limitan la pulsación natural del organismo y el
metabolismo natural de la energía; por otra parte, promover cualquier cosa que
ayude y fomente la libre circulación de
la energía, su natural metabolismo y expresión.
Está claro entonces que la respuesta se encuentra en la prevención. En
primer lugar, una vez que se ha hecho el daño, es poco lo que se puede hacer,
si no es una terapia orgonomica. Pero la terapia orgonomica biopsiquiátrica
está disponible para tan poca gente que debe ser considerada como
insignificante en el panorama social general. E incluso si miles de terapeutas orgonomistas
cualificados y decenas de miles de pacientes motivados estuvieran disponibles,
uno se pregunta cuál sería el efecto de la terapia de los padres en el
tratamiento de sus hijos. La terapia es tan larga que, aunque el proceso de
reestructuración caracterial se lleve a cabo, los hijos de estos pacientes
nacerían de padres con acorazamiento. El proceso biopático es a menudo tan
profundamente arraigado, que se necesitan años de tratamiento para restaurar un
funcionamiento energético menos perturbado y luego en ese momento, los
pacientes ya no tienen la edad para tener hijos.
Si aceptamos la idea de que un padre acorazado también debe crear un niño acorazado, entonces
no hay esperanza de mejora. Pero no creo que este sea el caso, las costumbres
que provocan el acorazamiento pueden ser identificadas y modificadas y esto
puede tener continuidad de generación en generación. Vemos cambios en esta dirección en el curso del
pasado reciente. Por ejemplo, las practicas del parto han mejorado, la relación
madre-hijo en el nacimiento acabó por ser reconocida como muy importante, y
parece que los niños estén menos estrictamente dirigidos a la limpieza que en
otras épocas La educación no está dirigida por el terror así como generalizada,
no es tan brutal; incluso la religión tiene menos influencia en las masas que
hace treinta años. (1)
El papel de la cultura en la reproducción de la coraza no debe ser
subestimado. Es más fácil, ciertamente, identificar un individuo acorazado que
la coraza social (por ejemplo: el padre acorazado, el profesor cruel, el
obstetra insensible). No debemos por lo tanto olvidar que esas personas han
sido moldeadas sobre la misma cultura. Nosotros somos el producto de nuestra
cultura y la transmitimos a nuestros hijos. Estamos tomados por ella y sería
ilusorio creer que podemos actuar sin pasar por el filtro de nuestra cultura,
que colorea todas nuestras percepciones y dirige nuestra conducta. Reich fue
uno de los que trascendieron la cultura para ver las verdades universales. Uno
solo puede imaginar como de debió de sentirse frustrado al ver tan claramente
cuando todos, a su alrededor, estaban ciegos pero creían ver.
Al imaginar a un niño que funciona de forma natural, la pregunta que
surge es: ¿qué aspecto tendría? ¿Cómo seria, qué pensaría, como se comportaría?
Reich nos dice en Los niños del futuro (les
enfants du futur), no podemos tener una idea preconcebida sobre cómo sería
un niño así. Nosotros tenemos una idea aproximada de cómo debería ser un
carácter genital, pero no sabemos cuáles serían las cualidades y las
características de un ser humano verdaderamente funcional. Las culturas
primitivas que afirman la sexualidad – como los Trobriandeses – están también
muy cercanas al funcionamiento sano, pero únicamente se aproximan. Reich ha
subrayado a menudo que el niño del futuro moldearía su entorno según sus
necesidades, si solamente su entorno lo deja en paz y le permite desarrollarse conforme
a su verdadera naturaleza.
¿Cómo un niño así regularía su amamantamiento, su aprendizaje de la limpieza, el juego, la
socialización, la masturbación y las relaciones sexuales? ¿Con qué frecuencia escogería
lavarse? ¿Qué alimentos elegiría? ¿Cuál sería su cultura y como se organizaría?
No tenemos ninguna respuesta a todo esto.
¿Las infecciones y enfermedades de la infancia son artefactos de la
cultura y el resultado del
acorazamiento? La predisposición a las enfermedades son variables según las
culturas, ¿Cuál es el papel que juega el acorazamiento en el debilitamiento del
sistema de biológico de la energía que de esta forma permite que se instale la
enfermedad? Ciertamente, en cada cultura, hay individuos que tienen una
inmunidad natural muy fuerte por razones que
no comprendemos aún claramente pero que están probablemente ligadas a su metabolismo energético. La única manera de lograr verdaderamente la
comprensión del funcionamiento natural es el estudio de los individuos
naturalmente sanos no de los individuos enfermos. Reich escribió:
“La esperanza de entender el
desarrollo sano a partir del funcionamiento biopático ha desaparecido por
completo. Parece ser que no podemos abordar el problema de la salud sino por el estudio de la enfermedad”
El Centro de Investigación Orgonómica sobre la Infancia fue creado por
Reich con el objetivo de observar y estudiar
los niños sanos y el propósito de eliminar los hábitos “socialmente aceptados” pero perniciosos,
transmitidos por los padres y que producen los acorazamientos. El principio fue:
permitir que el niño encontrara su propia vida. El
desarrollo funcional no puede ser enseñado, pero si libre de expresarse. El
proyecto de Reich era permitir que el niño se desarrollara naturalmente y sabía que tenía que observar cuidadosamente la
actitud de los padres y los investigadores puesto que esta era importante en el
estudio de toda observación hecha sobre el niño. En efecto, el desarrollo del
niño se deriva de las actitudes parentales.
Los hábitos a cambiar…
Esto nos lleva a examinar los hábitos que nos impiden el desarrollo funcional, sano y natural. Si
acordamos de identificar los hábitos
perniciosos y demostrar los efectos que tienen sobre los niños, habrá un
porcentaje de individuos que tomará conciencia. Creo que podemos dividir a la
gente en dos categorías: Aquellos que entienden intuitivamente la veracidad de los
conceptos de Reich y aquellos para los que no tienen ningún sentido. Los del primer grupo responderán favorablemente y
cambiaran sus actitudes educativas. Debemos ayudar y animar a estos padres a
hacer lo que intuitivamente sienten que es
justo, por ejemplo: dejar a un niño tomar su biberón antes de acostarse,
o succionar el pulgar el tiempo que quiera, no prestar atención excesiva a las
funciones intestinales y de la vejiga. Si nosotros examinamos de cerca lo que
se hace de forma rutinaria hacia nuestros bebés y hacia nuestros niños, no es
de extrañar que sean tan neuróticos.
Ya antes del nacimiento, el bebé está sufriendo a causa de la pelvis en
tensión de su madre, esta tensión limita el flujo y la pulsación de la energía
hacia el bebé. Nosotros sabemos lo importantes que son el estado energético y
el metabolismo de la madre para el desarrollo del feto.
En el momento del nacimiento, la madre, a menudo está bajo los efectos
de un sedante e incluso va hacía el niño; nace atontado y sin contacto. Está
expuesto a luces muy brillantes y mucho ruido, es manipulado con rudeza y
separado de su madre. Le son instiladas gotas irritantes en los ojos y se lo
llevan a la nursery, un lugar frio y estéril. Allí se le envuelve muy apretado,
se le acuesta sobre la espalda y de nuevo es expuesto a brillantes luces,
alimentado y pinchado (se le extrae la sangre para los test de laboratorio). Se
lo llevan a su madre según un horario fijo, que conviene al personal
hospitalario pero no al bebé. Si es un niño, se le practica la circuncisión (2) Sus llantos de angustia no son
entendidos por el personal indiferente e incluso por los padres, más
interesados a cuál de sus abuelos de le parece. Este escenario no es exagerado.
Lo he visto repetirse muchas veces. Siempre me ha sorprendido el constatar que
los médicos, las enfermeras, y los padres pudieran estar ciegos y sordos a la
muerte de la vida delante de sus ojos.
De todos los traumatismos, el más perjudicial es la separación de la
madres del recién nacido. Las investigaciones han confirmado que - lo que los estudiantes de orgonomia saben y
que cualquier persona sensible sabe – un niño debe ser consolado y debe crecer
en presencia de su madre. Se está empezando a considerar este contacto inicial
como decisivo en su desarrollo. Reich lo dijo año tras año. Por lo tanto, cada
uno de estos actos crueles e inhumanos, son perfectamente racionalizados por
los que los perpetran y se consideran como “buenos y necesarios” para la madre
y el niño. Si esto no es pura y simplemente un acto de peste emocional, se le
parece.
Hemos perdido nuestro sentido orgonotico – capacidad inmediata de
contacto – que nos debe decir intuitivamente que un niño únicamente debe
recibir ese cuidado y atención tierna y sensible, sin traumatismos. Nosotros en
tanto que adultos, sabemos lo mucho que una afrenta un insulto o una mirada que hace daño nos puede afectar
profundamente, y hemos elaborado mecanismos de defensa para hacerles frente. Es
imposible imaginar hasta qué punto es afectado por estos actos crueles, al
igual que es imposible imaginar cómo se vería sin todo este trauma.
Prácticas a seguir….
La madre debería dar a luz sin medicamentos, en la medida de lo posible,
y con una participación activa del médico solo cuando el bienestar del niño lo
necesite, y no para acelerar un nacimiento lento. La madre debería tener a su
disposición una persona familiarizada con las técnica orgonomicas para trabajar
con ella, que la ayudara a regularizar la respiración y a relajar sus músculos
tensos y, un factor muy importante, mantener sus ojos en contacto.
Las luces suaves, poco ruido y una temperatura sin variaciones bruscas
deberían ser la regla. El cordón umbilical no debería romperse antes de que se
detuvieran las pulsaciones, y el bebé debería ser colocado sobre el vientre de
su madre. Si hay que instilar gotas en los ojos del bebé, que no sean
irritantes. La madre y el recién nacido deberían permanecer juntos, siempre y
cuando lo desearan y descansar cuanto sintieran la necesidad. La lactancia
debería ser a demanda. El personal debería servir para ayudar y alentar a la
madre. El bebé nunca debe ser envuelto apretado porqué necesita de la descarga
muscular motriz. Evidentemente, ninguna circuncisión. Solamente el cuidado más
suave: no vuelta y vuelta bruscamente; levantarlo y acostarlo dulcemente. El
baño debe ser con la temperatura del cuerpo y poniendo atención en que no se
enfríe rápidamente. El objetivo es mantener a la madre y a su hijo en estado de
expansión energética, de manera que puedan vibrar en armonía y mantenerse en
contacto.
Solamente las personas altamente cualificadas y que han sido elegidas por
los padres antes del nacimiento, deberán asistir a la madre y al niño. Ellas pueden perfectamente no ser la madre o la
abuela de la joven madre. Una vez en casa, la madre deberá recibir ayuda, el
estímulo y el apoyo tanto como sea posible y ser relevada de las tareas del
hogar, en la medida de lo posible.
Los niños tienen que ser abrazados y no debemos dejarlos llorar, porque no
es “bueno para los pulmones” llorar sin fin. No debemos endurecerlo para vivir en este mundo difícil. No queremos
adaptarlos a la cultura, acorazarlo al igual que todos los demás. Dejémoslos
crecer con la menos coraza crónica
posible. Una vez que la coraza está instalada, la capacidad de autorregulación
se pierde para siempre. Para citar a Reich:
“No deberíamos esforzarnos por educar
a los hijos para que no tuvieran nunca un solo
problema, pero deberíamos hacerlo de una manera que no tuvieran un
blindaje patógeno de manera que ningún síntoma tomara raíces y persistiera”.
Aquellos que se preocupan por el bebé deberían escoger cuidadosamente a
la niñera y el pediatra. Los médicos sólo se preocupan por los gérmenes, el
peso del bebé y la fecha en que hará sus primeros pasos. Son las “autoridades”
y dan su opinión sobre la educación de los niños basándola en lo que se les
enseña en el curso de patología. Ellos no son los más indicados para dar
consejos. En muchos temas relativos a la educación de un bebé, confiaría más en
los consejos de un alegre campesino, con un buen sentido del humor, que viviera
en una granja y que criara hijos felices con una mirada limpia, en lugar de un
jefe de departamento de pediatría. A menudo es preferible confiar en la
naturaleza más que en la razón.
Volviendo al bebé, debemos permitir que éste vea el mundo a través de la
ventana; no confiarlo a un rincón de la habitación donde sólo puede fijarse en
las paredes de la cuna o en el techo. La casa debe ser anti-peligro para el
niño, y se adaptará para cuando empiece a
gatear. Hay que evitar el “no toques”. Si toca el cenicero de cristal,
alejarlo y darle otra cosa. Cada “no” y cada “no hagas” en la primera infancia,
produce una contracción bioenergética, base del acorazamiento. A menos que no
sea necesario para la salud o para la seguridad, no habría que imponerle
restricciones. El niño debe ser destetado gradualmente para evitar el
desarrollo de un bloqueo oral insatisfecho, que más tarde lo llevará a comer en
exceso, a hablar demasiado, etc.
En lo que concierne a la educación de la limpieza, ninguna presión
aunque sea mínima. No tiene sentido hablar de autorregulación si imponemos un
reglamento externo y privamos al niño de autonomía. El niño va a regularse él
mismo, ya que la “limpieza” (educación de esfínteres), no se puede hacer antes
de la edad de dos años y medio a tres. La exhibición de los genitales es normal
y no se debe agregar a ninguna atención a la masturbación o juegos sexuales. El
hecho de permitir esta función genital no comportará que el niño más tarde se
masturbe en público. Si un niño tiene suerte de tener un romance en el momento
de su primera pubertad, a los cinco o seis años, es importante no reírse, al
contrario, hay que tomarlo como una cosa normal y respetarlo. Es cierto que es
difícil para nosotros, como padres, tolerar la ansiedad que sentimos al
comportamiento natural del niño, si bien intentamos pararlas a través de: “No
saltes, no grites, no corras tan rápido,
estate quieto, comete las espinacas espinacas, di buenas noches a la abuela”, y
por supuesto, “no toques esto…..”.
Una actitud positiva hacia la sexualidad quiere decir afirmar el derecho
del niño a su sexualidad y no solamente una actitud neutra o indiferente. Ningún otro
campo de la educación de los niños esta tan mal manejado por los padres como la
sexualidad de sus hijos. Prácticas traumáticas y dolorosas son comunes,
especialmente en el seno de familias permisivas bajo el disfraz de una “expresión
natural de la sexualidad”.
La autorregulación no significa que al niño se le permita crecer sin
estructura y sin límites. A una edad apropiada deben establecerse unos límites,
si es necesario hay que pedirle que limpie su habitación, hacer sus tareas,
afrontar sus obligaciones. Un niño al que se le permita hacer lo que le agrada,
no “auto-expresión y para evitar inhibiciones”……….., será propenso a ser un niño impulsivo. Buscará,
inconscientemente, estructuras autoritarias externas o desafiará constantemente
la autoridad, por lo tanto continuamente buscara el control que nunca tuvo.
Cuando el niño entre en la sociedad, se enfrentará a la enfermedad de
otros niños, a los adultos, a la “cultura”. Se encontrara con niños crueles,
mezquinos, furtivos, ya deformados, y con estructuras formalistas y rígidas
como la escuela, la religión, etc. Es importante mantener al niño en la
percepción correcta de que es el mundo neurótico, y cuando el niño sea capaz de
entender, debe explicársele las razones del comportamiento enfermizo, mezquino
y deshonesto de los demás ( por ejemplo : “ A tu profesor le gusta ser bruto y
humillar a sus alumnos; es porqué es débil, y lo hace para sentirse fuerte”).
Esto le ayudara mucho a aclarar el comportamiento y el desorden, insensato e
incomprensible que descubra a su alrededor.
Necesitará que le demos toda nuestra ayuda y apoyo en el momento en que
en niño entre en la adolescencia. Es el periodo donde el carácter del niño de
solidifica. La ansiedad, la confusión y la frustración de este periodo no es
necesario explicarlo. Todos hemos pasado por esta experiencia.
Conclusión
Con las prácticas educativas actuales, no es de extrañar que la
humanidad este tan perturbada e infeliz. Para la esperanza de un cambio, hace
falta un nuevo enfoque educativo, hace falta tener una visión clara de lo que es este mundo neurótico. Por una
parte hace falta educar a los padres y a los que se ocupan de los niños, por
otra parte hace falta cambiar las instituciones sociales que perpetúan las
prácticas negativas e inhiben la vitalidad y la expresividad natural de las emociones. Se necesita mucho valor para
aquellos que eligen este camino ridiculizado, declarado culpable y condenado en
la sociedad.
A pesar de todas las fuerzas negativas persistentes, se han producido cambios
positivos y parece que nos dirigimos a una puericultura más funcional. Podemos
esperar que, en las generaciones venideras, vendrán tiempos donde los
tratamientos inhumanos a los bebés y a los niños serán considerados de la misma
manera que ahora consideramos las palizas antes psicóticas, y que eran
admitidas como una práctica normal.
El descubrimiento de Reich concerniente al proceso de acorazamiento, las
funciones de las instituciones y de la sociedad para perpetuarlas, reducir el
movimiento y controlar las emociones, nos han llevado a la conclusión de como
salir de la trampa.
(1)
Esto es válido para la sociedad occidental,
pero la brutalidad del “tercer mundo”
contra los niños está muy extendida y la religión, supersticiones, todavía
tienen un impacto muy poderoso.
(2)
En los
hospitales americanos, la circuncisión se realiza automáticamente.