Es por esto que el hombre acorazado “se siente atrapado entre
lo infinitamente grande, las galaxias, el cosmos y lo infinitamente pequeño”,
como Pascal dijo. El movimiento de la pulsación de la más minúscula lombriz de
tierra le hace experimentar una frustración y una rabia asesina contra todo
movimiento y todo comportamiento natural y espontáneo. Ha de controlarlo todo,
se convierte en el amo del planeta, desperdicia sus recursos y pone en peligro
el equilibrio biológico. Allí donde la naturaleza seleccionó sabiamente a los
más fuertes y eliminó a los más débiles, el hombre acorazado atormentado por su
piedad, sus remordimientos, y sus sentimientos de culpabilidad el hombre debe
apoyar a los más débiles a toda costa, quien posteriormente pagará el precio de
su comportamiento insensato. En la edad media, el místico debía salvar el alma
del hombre y para esto quemaba el cuerpo del hereje en la hoguera. En nuestros
días el mecanicista debe salvar el cuerpo, incluso si este no pesa más que 450
gramos en el nacimiento. ¡Sí por lo menos respetara a continuación a los que
hace nacer con tantos esfuerzos! Porque esta es otra paradoja del hombre
acorazado: por un lado, debe salvar a todo precio cada bebé en el nacimiento
para enseguida crucificarlo: es la muerte de Cristo de la que hablaba Reich, a saber,
la destrucción sistemática de la espontaneidad del niño (3)
Laetitia, la niña de cuatro años dejada morir de hambre por
sus padres en las afueras de Paris hace algunos días y Alejandra de 8 años, de
Niza, golpeada hasta la muerte por sus padres y los cientos de millares de
niños golpeados cada día en el planeta, por sí mismos, no sería suficiente para crear el desastre
planetario emocional. Más bien me refiero a lo que está pasando cada día ante
nuestros ojos, para darse cuenta de que nosotros aplastamos literalmente a
nuestros niños. Me estoy refiriendo a esta madre que ordenó a su hijo “que
diera un beso a su abuela” El niño se negó. Era un niño agradable, de rasgos
suaves, no era un rebelde. La madre insistió, el niño todavía se negó. La madre
le amenazó: “Cuento hasta tres. 1…2…” y con el tres ella le dio una patada en
la espalda. ¿En nombre de qué, me pregunto? ¿De la civilización? Este no es un
hecho esporádico, basta con mirar a nuestro alrededor, esto pasa a cada
instante.
Inútil de hacer programas políticos o nuevas teorías, si no
comprendemos primero la estructura caracterial enferma del hombre promedio y su
acción devastadora en la escena social y familiar.
Más particularmente, debemos conocer la capa secundaria del
hombre, la que resulta del bloqueo del núcleo biológico y que contiene todo lo
que está mal en el hombre: la brutalidad, el sadismo, la perversión, la
pornografía. En esta capa están anclados todos los mecanismos fascistas del
hombre medio. El hombre medio es fascista. Muy a menudo sirve de soporte a la
plaga emocional organizada, ya sea religiosa, política o periodista. La plaga
emocional es la degeneración extrema de la segunda capa. El fascismo rojo y
negro son sus manifestaciones políticas.
La capa secundaria es responsable también del desastre
ecológico: el hombre acorazado, al no tener contacto con su núcleo biológico,
destruye, profana, saquea la naturaleza, porque la percibe como un enemigo.
He aquí lo que él piensa:
“Si nosotros miramos con ojos humanos, la Naturaleza es el
reino de la violencia absoluta, un terreno sembrado de trampas y de masacres en
donde cada especie busca sobrevivir por la astucia y la ferocidad, con todas
las garras afuera, en detrimento de las otras especies. Le ha llevado al hombre
muchos años domesticar (y descifrar) la Naturaleza, para hacérsela amiga y
hacerla útil; el lobo se ha convertido en perro, el bosque parque y jardín.
Todo esto tiene un precio y negarse a pagar, es inútil y pueril. Detener la
ciencia es como querer detener la historia” (4).
Estas afirmaciones muestran como la coraza impide cualquier
comprensión funcional de la naturaleza, el hombre acorazado no se da cuenta del
mal que le hace, o si se da cuenta, necesita probárselo a sí mismo mediante
experimentos, porque no se fía de sus sensaciones. Por ejemplo, el buscador
japonés Kato, para demostrar el efecto nefasto de las explosiones nucleares, ha
hecho un estudio muy complicado que le ha permitido determinar que después de
cada explosión nuclear hay un aumento de 100 a 200 grados en la temperatura de
la exosfera (a 1000 km de la tierra) que seria responsable no solamente del
comportamiento caótico y extremo de la atmosfera terrestre, sino también del
cambio radical de la posición de los polos (5) (6). El investigador mecanicista
tiene necesidad de pruebas concretas o de catástrofes del tipo HARRISBURG/TCHERNOBYL
para convencerse que puede estar mal actuar como él actúa. Y puesto que es
incapaz de pensar funcionalmente una multitud de fenómenos energéticos se le
escapan. ¿Porqué, por ejemplo, durante la luna llena, “las personas son
superadas por un nerviosismo, una agresividad, una violencia que les sorprende
a ellas mismas”? Todo lo que el hombre mecanicista puede decir es que, “las
noches de luna llena, existe una clase de electricidad en el aire” (7). Incluso
la medicina acorazada no llega a comprender porqué un turista, admirado delante
de ciertas bellezas artísticas, puede ser presa del pánico, de alucinaciones,
hasta la exaltación maniaca. Los poetas y los escritores están más cerca de la
verdad que los científicos. Stendhal, por ejemplo, ha descrito sus sensaciones
a la salida de la iglesia de la Santa Cruz en Florencia en estos términos:
“Absorbido en la contemplación de la belleza sublime, la vi
de cerca, la toqué por así decirlo. Llegué a ese punto de emoción donde se reúnen
las sensaciones celestes dadas por las bellas-artes y los sentimientos
apasionados. Saliendo de la Santa Cruz tenia un latido del corazón…la vida se
agotaba en mí, caminaba con el miedo a caer” (8)
La sociología acorazada, también es incapaz de comprender los
fenómenos de masas y ante estos fenómenos afirma (9): “La masa es guiada por
una especie de lógica irracional cuyo análisis y control escapan a todo el
mundo” ¡Y sin embargo Reich a descrito de forma robada, hace 50 años, la
psicología de masas del fascismo!
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Ya que casi no hay esperanza de cambiar nada en este planeta
si el hombre está acorazado, entonces todos nuestros esfuerzos deben estar
centrados en la prevención de la coraza. La orgonomia por vez primera en la
humanidad, nos da la posibilidad de comprender lo que pasa en el mundo y de
resolver el dilema planetario. La orgonomia es muy consciente de que se trata
de un trabajo a largo plazo que lleva siglos, incluso milenios (10). Como ha
dicho el Dr. Baker, alumno y sucesor de Reich (11), la orgonomia es:
- -Contra
la asfixia de los niños de todas las edades;
- -Opuesta
a toda dictadura, bajo todas sus formas, ya sea roja o negra, tanto en la
escena social como en el hogar;
- -Opuesta
a toda practica de mutilación incluso si se presenta bajo necesidades médicas,
como puede ser la circuncisión;4
- -Para la salvaguarda de la libertad responsable
del hombre;
- -Para
el derecho a expresarse las necesidades emocionales no neuróticas;
- - Para
la expresión de la sexualidad natural del niño y del adolescente.
Todos podemos participar en esta revolución pacífica, cada
vez que vemos vulnerados los derechos y la dignidad de los niños, es decir cada
vez que un niño es maltratado. Veremos que nos responden: Es mi hijo, me pertenece,
hago lo que quiero” Uno podrá responder a esto simplemente acariciando al niño
o respondiendo. “El niño se pertenece a sí mismo”. A lo que los padres
responderán casi inevitablemente:” vete por ahí! Uno puede responder: “Es
exactamente lo que os diría vuestro hijo si fuera mayor”. Aquí hay algo
práctico que podemos hacer ahora si queremos hacer cambiar alguna cosa en el
mundo.
3.- Cf. “ Peste émotionelle”, Sciencies
Orgonomiques, nº2, p.30.
4.- Sin olvidar la escisión y la infibulación