La siguiente entrada es la continuación de la que editamos en blog el día 18 de marzo de 2020. Es la traducción articulo ( en francés) de Curtis Barnes. Licenciado en Derecho, que se publicó en la revista de Sciences Orgonomiques el año 1989. 4rt. Année nº 15/16. L'économie considérée du point de vue fonctionel.
Con esta entrada queda completado el artículo
Continuación...
Es una ironía ver que la plaga
emocional reaccionaria rindiendo un homenaje poco sincero al capitalismo, al
sistema de mercado, al beneficio y a todas las otras actividades económicas
sanas, a sembrado una gran confusión en lo que concierne a los conceptos
económicos que han empezado a estar asociados en el espíritu de las personas
con significados deformados más bien que con su verdadera función.
El “progresista moderno”
(colectivista) es actualmente maestro de la economía contemporánea. En este
sentido, la mayor parte de los sistemas económicos del mundo libre, así como
una gran parte de nuestra comprensión de la economía, reflejan la estructura
caracterial del “progresista” moderno con su culpabilidad, su igualitarismo, su
miedo a la competición, su deformación intelectual y su terror del mercado
libre.
A pesar de las ruidosas
reivindicaciones en interés de los oprimidos, de los miserables, de los sintecho,
el “progresista” moderno tiene horror del contacto directo con estas personas,
es la cosa que teme más. No está interesado en el bienestar autentico, sino más
bien en la creación de cajas de fondos. Prueba así de eliminar su propia
culpabilidad haciendo contribuir a cada individuo en las cajas de asistencia
social, publicas e impersonales. Una vez que ha cumplido con esto, el
“progresista” moderno hace todo lo posible para negar los daños causados al
mercado de trabajo.
Las defensas intelectuales del
“progresista” moderno sirven admirablemente a la economía, produciendo volúmenes
y volúmenes de textos económicos llenos de generalizaciones, de abstracciones,
de ecuaciones matemáticas y de deformaciones de los hechos. Hay tantos, que los
economistas “progresistas” no pueden incluso estar de acuerdo entre ellos sobre
lo que se ha dicho. Tan grandes esfuerzos parecen incomprensibles hasta el
momento en que uno se da cuenta de que tienen un único propósito: desarrollar y
promover un orden económico en el cual el profundo contacto del intercambio
voluntario, la responsabilidad, el placer de las relaciones autorreguladas trabajador/producto
del trabajo son abolidas. El “progresista “moderno no puede soportar la función
de mercado que saca continuamente a la luz las decisiones y los deseos de los
trabajadores y que recompensa racionalmente a aquellos que tienen un talento o
una habilidad excepcional. El trata de obstaculizar estas expresiones nivelándolas
a través de impuestos progresivos. El resultado es que el gobierno deja de
funcionar como medio de coordinación del intercambio y de la protección de las
relaciones autorreguladas en el trabajo y en su lugar se convierte en un
parasito que chupa más i más energía; esta energía le sirve para ejercer su
control y sofocar la función de intercambio. El proceso lleva un remarcable
parecido con la función del cerebro en la estructura del “progresista”.
Las plagas emocionales, ya sean “progresistas”,
socialistas o fascistas rojos lideran una campaña activa contra la potente
función del trabajo. Mientras que una mayor proporción de productos se elimina
mediante impuestos a los trabajadores, los trabajadores productivos tienen cada
vez menos la posibilidad de influir en la naturaleza de la producción. Además,
los trabajadores responsables son penalizados por una política monetaria y por
regulaciones masivas impuestas por el gobierno. La economía cesa de estar
basada sobre el trabajo y el intercambio; la atención está centrada en como
obtener una mayor parte de los productos del trabajo que están controlados por
el gobierno, por medio de lobbies políticos, de huelgas sindicales, o asociándose
a un cierto grupo minoritario. Las personas son situadas en una situación de
trabajo indefensa con una mayor dependencia, lo que alienta la peste emocional.
El resultado final es una deriva hacia el estado fascista rojo.
En el estado comunista las
relaciones autorreguladas trabajador/ producto del trabajo están prohibidas. Los
intercambios se hacen únicamente a través de las agencias de gobierno; las
funciones efectivas del trabajo no conducen a una satisfacción aumentada por el
trabajo y pueden incluso ser un blanco de burla o de otros ataques de plaga por
parte de los colegas. El acceso a los productos del trabajo y al trabajo es más
bien político que funcional. Si el trabajador. Si el trabajador les gusta a las
autoridades políticas, puede estar en primera línea para ser contratado; si un
trabajador perturba el orden establecido, se les deniega el acceso a los
puestos de trabajo muy solicitados y se le impide trabajar cerca de su mujer y
de los que ama. En tales situaciones, el individuo es impotente y aterrorizado
abandonando toda libertad personal y su propia autorregulación.
Si este análisis es correcto-
especialmente en lo que concierne a la relación entre impotencia en el trabajo
y la peste emocional- el mundo está en un gran peligro, sobre todo a causa de
la plaga de la izquierda. Esperamos que futuros estudios orgonómicos sobre el
trabajo y la economía darán medios para identificar y combatir tal actividad de
plaga antes de que sea demasiado tarde.
Conclusión
En las paginas precedentes, me he
esforzado por acercar el trabajo y la economía en términos de funciones
bioenergéticas. Parece que la satisfacción y el placer al uso de los productos
del trabajo son la base de la autorregulación y de la actividad del trabajo. La
hipótesis dominante pretende que los productos del trabajo deberían tener una
importancia secundaria en relación a la actividad laboral en sí. Por el
contrario, la hipótesis de un vinculo funcional entre el trabajador y el
producto del trabajo no solamente simplifica la comprensión de la economía, sino
que más bien permite la aplicación del conocimiento orgonomico a este
territorio difícil de la vida humana.
La autorregulación en la relación
trabajador/ producto del trabajo proporciona una visión general sobre el papel
de la organización social con respecto al trabajo. Vemos que la transferencia
coercitiva, el pillaje, el reparto mecánico de los productos del trabajo
disminuyen la ocasión de tener esta función bio-energética completa. Limitan el
contacto humano, inhiben la responsabilidad individual y dificultan la interacción
cooperativa. Tales prácticas autoritarias, ya que impiden la gratificación
directa, dan a luz formas variadas de expresión secundaria en el trabajo tales
como la distribución compleja, pródiga y mecánica de los productos de trabajo.
El intercambio voluntario, el
beneficio, y la protección de la autorregulación aumentan la responsabilidad y
el contacto entre los individuos, toman en cuenta las diferencias especificas en
la estructura biológica y caracterial y hacen de la cooperación y el beneficio
reciproco una base para la sociedad. Evitan también la carga de la regulación
social, burocrática, compleja de vidas individuales. Nosotros no podemos ciertamente
afirmar que la protección del intercambio voluntario puede producir una utopía inmediata
donde cada uno lleve una vida de abundancia y de placer, pero podemos afirmar
que puede ofrecer la protección para una expresión más completa de cada
individuo.
La sociedad liberal moderna se
esconde detrás de falsas promesas para tratar la necesidad y la incertidumbre;
alienta las funciones del trabajo acorazado y estimula la avidez y la envidia
en el pequeño hombrecito que quiere tener tanto como el trabajador productivo
sin tener que trabajar o cooperar con otras personas para obtenerlo.
Espero que estas palabras sobre
la función económica contribuirán a dar una apreciación más profunda del enlace
entre el trabajo y la vida, a hacer disminuir el sentimiento de culpabilidad
respecto al beneficio y al placer procurados por los productos del trabajo,
tanto como a proporcionar el conocimiento para combatir la actividad de la plaga
emocional en el trabajo y la economía.
Referencias
1) - REICH,W.: The Cancer Biopaty. New
York: Farrar, Straus and Giroux, 1973.
2) - BASTIAT,F.: Economic Sophisms,
Goddard, ed. New York : Foundation for Economic Education,
1964.
3) – REICH, W.: Function of the Orgasm.
New York : Farrar, Strauss and Giroux, 1964.
4) – MATHEWS,P. : “ A Functional Understanding
of the Modern Liberal Character”, Journal of Orgonomy, 1 : 138- 48, 1967.
5) – BAKER,E.F. : Man in the Trap. New
York: Macmillan, 1967.
6) – REICH, W.: The Mass Psychology of
Fascism. New York : Orgone Institute Press, 1946
7) – VON MISES, L.: Human Action.
Chicago : Yale, 1963.
1 comentario:
El hilo del sentido cooperativista no puede conformarse porque la educación está fragmentada en clases sociales de las cuáles se las aisla del territorio sin la experiencia del servicio comunitario y más básico, de esta manera los problemas de la sociedad no se traducen en proyectos de mejora que se incluyan en los planes de estudio para activar la consciencia colectiva y descender a las mentes brillantes en interacción con el alumnado. Para que la idea funcione necesita una consciencia colectiva que dimensione los conceptos del mapa y eso solo se constata viviendo. Lo anti social es un efecto de poder desde el formato mental que posiciona a cualqueir persona en la obtención de un objeto de poder que brinda seguridad con control y sensación de superioridad, los efectos secundarios tienen un denominador común, la degradación humana en escala de valores de acuerdo a su conocimiento y poder, y extrañamente no consideran que existe un arriba histórico que tiene otros intereses basados en la dimensión de su poder.
El enemigo no son las personas que poseen las ideas equivocadas, son las ideas equivocadas que se sotienen de nuestras verdades. La resolución del problema es colectivo desde todas las ramas del conocimiento ya que miles de cabezas enfocadas de diferentes dimensiones piensan mucho más y mejor que una, agragando, modificando oeleminando información que quizá permanece como verdad en la estructura y que realmente interfiere con su complejidad. Los factores de poder no son un tema menor aquí, históricamente evolucionamos en la experiencia de libertad que nos permitimos como sociedad rompiendo con las normas históricas de los designios de nuestros antepasados, el miedo y la culpa es a ser libre, a ser lo que tenemos que ser y eso va más allá del sentido del trabajo pero se puede dimensionar desde esa perspectiva.
Desde la mente todo es más fácil pero ponerlo en práctica desde lo personal y luego querer ampliarlo hacia el colectivo es una cosa totalmente distinta. Si existiera una buena educación esa supuesta interferencia emocional tendría un cause creativo más allá de su señal de rectificación lógica. La complejidad emerge del desconocmiento y luego querer controlar lo incontrolable desde el concimiento material. Siempre hago recordar a las personas que su maquinaria del pensamiento procesa dos tipos de energía lógicas, las del escenario y su contenido incluyendo el cuerpo biológico y del que la dirige y se conecta con la realidad, si el quién se dispone desde el qué, la mecánica es implacable en la consecusión del sentido.
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