viernes, 10 de abril de 2020

LA PLAGA EMOCIONAL.Dr Carles Frigola

Un nuevo día y una nueva publicación en el blog.

En esta ocasión queremos compartir el artículo escrito por el Dr. Carles Frigola sobre la Plaga Emocional.

Seguro que os acompañará en un camino para desarrollar una mirada atenta y en contacto con la realidad que estamos viviendo estos meses. Esperamos que pueda ser de vuestro interés.

Saludos








LA PLAGA EMOCIONAL

Dr. Carles Frigola


Todo lo que el hombre puede ganar al juego de la peste y de la vida es el    conocimiento y el recuerdo”
                                                                                                                      Albert Camus. La Peste



Una plaga implica una enfermedad muy contagiosa que puede ser epidémica  (que se esparce rápidamente) o aparecer como una pandemia (que afecta a varios países). La peste negra o la peste bubónica fue una plaga que azotó y diezmó a una tercera parte de la población de Europa durante el siglo XIV. Los síntomas se caracterizaban por fiebre, bubones y ulceras en la piel que se volvía negra. Se estima que más de 50 millones de personas murieron por esta enfermedad.[ ]La gran epidemia de gripe aviar de 1918, también conocida aquí como la gripe española, es [ ]considerada la pandemia más devastadora de la historia humana, ya que en solo un año mató entre 40 y 100 millones de personas. Esta cifra de muertos incluía una alta mortalidad infantil. Estoy escribiendo estas líneas en el momento de la expansión de la epidemia y pandemia del COVID 19.

La plaga emocional se caracteriza también por ser una enfermedad altamente infecciosa, contagiosa y destructiva que causa fuertes reacciones emocionales irracionales en la población y que, como las otras plagas,  puede ser también mortal. La caza de brujas que tuvo lugar durante  los siglos XVI y XVII en Europa y América a través de la Inquisición fue una manifestación de la plaga emocional con más de sesenta mil personas sentenciadas a la pena capital. Durante la noche de los cristales rotos (10.11.1938) al menos 91 ciudadanos judíos fueron asesinados durante los ataques y otros 30.000 fueron detenidos y posteriormente deportados en masa[ ] al  campo de concentración de Dachau. La reacción de pánico y terror  irracional que contagió a toda  la humanidad tras el crac bursátil de 1929 fue una manifestación de la plaga emocional. Otro ejemplo de plaga emocional ocurrió el 11 de septiembre de 2001 cuando un grupo bien organizado de fascistas islámicos de Al Qaeda secuestraron a cuatro aviones comerciales americanos, dos de ellos destruyeron el World Trade Center, otro parte del Pentágono y otro cayó en Pennsylvania, causando más de tres mil muertos.

La epidemiologia es la rama de la medicina que estudia los factores y las relaciones  que determinan la frecuencia y la distribución de las enfermedades infecciosas. La epidemiologia psiquiátrica empieza como una rama de las ciencias  medicas con el descubrimiento de la plaga emocional, una enfermedad también infecciosa que difiere de las otras enfermedades contagiosas ya que se basa en dos componentes bien diferenciados: la vertiente emocional (psiquiátrica) así como la vertiente infecciosa (médica). Esta enfermedad socialmente pestilente  fue  descrita por primera vez por Wilhelm Reich.

Hay una diferencia entre la epidemiologia médica y la psiquiátrica. En la primera existe un componente  somático,  mientras que en la segunda existe un disturbio psíquico y emocional del aparato mental. El vector o portador que transmite el agente infeccioso en la enfermedad médica difiere de las manifestaciones psiquiátricas de la plaga emocional. En la primera, el agente infeccioso  puede ser un virus, una bacteria o un parasito como la sarna. Se trasmite por la picadura de un mosquito, cuando no es la persona misma la que la transmite. El método de trasmitir la enfermedad está confinado en el reino somático. En el caso de la plaga emocional, el método de transmisión y contagio también existe, pero es a través de la interacción emocional de una persona infectada (el vector) hacia otras personas o grupos de personas. Los síntomas de esta enfermedad infecciosa no se manifiestan en el organismo somático sino que lo hacen y se manifiestan en la escena social y política.

W. Reich describió la plaga emocional en dos libros que son considerados  clásicos en la literatura psicoanalítica: El Análisis del Carácter y Psicología de Masas del Fascismo. Los escribió entre 1930 y 1934, una época muy convulsa en la historia de Alemania. Afirmó con rotundidad que esta enfermedad infecciosa no sería del todo comprendida y diagnosticada hasta que la patología de la vida   emocional de la clase política que ostenta el poder (sexus politicus) no fuera suficientemente estudiada. El descubrimiento de la coraza caracterológica y la armadura muscular nos ha permitido finalmente comprender el complejo fenómeno de la plaga emocional que  se considera como un verdadero desorden contagioso y que se expresa clínicamente tanto a  nivel  psiquiátrico personal  como  a nivel socio-político de psicología de masas.  

El individuo aquejado de la plaga emocional difiere del individuo sano en que no solo se plantea sus demandas vitales a sí mismo sino primariamente y por  encima de todo, al ambiente que lo rodea. Donde el individuo sano aconseja y ayuda, donde el individuo sano, con sus experiencias, vive sencillamente  no confundido con los demás y deja a cargo de ellos si quieren o no seguir su ejemplo, el individuo que sufre la plaga impone a los demás por la fuerza, su manera de pensar y de vivir. Estos individuos no toleran opiniones que amenacen su coraza o que pongan de manifiesto sus motivos irracionales. No sería del todo incorrecto equiparar el dominio de la plaga emocional con el de la «reacción política» o incluso con el principio de la política en general”. (W. Reich).

“Nadie se siente ofendido cuando se le llama nervioso o cardíaco. Nadie puede sentirse ofendido cuando se le dice que sufre un «ataque agudo de la plaga emocional». Un psicoanalista se dirá para sus adentros: «Hoy no estoy bien, tengo la plaga». En nuestros círculos, cuando esos ataques de la plaga emocional son leves, se resuelven mediante el propio alejamiento  y aislamiento durante cierto tiempo, hasta la desaparición del ataque de irracionalidad. En los casos serios, cuando el pensamiento racional y el consejo amistoso no bastan, aclaramos la situación en forma del análisis del carácter y la orgonterapia   (W. Reich).

Los efectos de la plaga emocional han de apreciarse tanto en el organismo humano como en el vivir social. Periódicamente, como cualquiera otra plaga, la peste bubónica o el cólera, por ejemplo, la plaga emocional asume las dimensiones de una pandemia. Si no consideráramos la plaga emocional como una enfermedad en el estricto sentido de la palabra, correríamos el peligro de movilizar contra ella el bastón del policía en lugar de la medicina y la educación social.

¿Por qué la realidad clínica de la plaga emocional no ha sido todavía reconocida  del todo en España y sus efectos siguen siendo ignorados o pasados por alto, a pesar de su evidente destructividad social?

La razón de que no ha sido reconocida la existencia de la plaga emocional en nuestro país se encuentra en la pobreza democrática crónica y en la falta de individuos competentes para poder diagnosticarla. Así como en la ciencia médica, el personal sanitario está ya capacitado para diagnosticar los vectores  de las enfermedades  contagiosas, no ocurre lo mismo al estudiar los vectores también contagiosos de la plaga emocional. La competencia profesional de los individuos requerida para estudiar la plaga emocional que se manifiesta en la vida social y política del día a día en Cataluña y en el resto de España y que se encuentra documentada en los medios de comunicación, podemos clasificarla en la siguiente escala competencial.  

 Niveles de competencia para enfrentarse a la plaga emocional.

Intencionalmente incompetentes: Son aquellos individuos que reconocen la existencia de la plaga emocional y su destructividad social pero que se sienten incompetentes para enfrentarse a ella. Les falta la motivación o el coraje de mejorar sus métodos de investigación para luchar contra ella. Sienten miedo de ser atacados o contagiados por la misma enfermedad y no quieren exponerse  al ridículo público o a la censura. Este grupo no sirve debido a su alto grado de inmovilización emocional.

Inconscientemente incompetentes: Los individuos de este grupo no saben que son incompetentes debido a la nula o poca experiencia personal y profesional para oponerse a la plaga. Además, nunca han sido expuestos directamente al ataque de la plaga, lo que demostraría su nivel de incompetencia. Son aquellos que tienen un amigo o un colega que ha sido víctima del ataque de la plaga pero que no hacen nada. Los individuos que pertenecen a este grupo aprenden de su incompetencia por primera vez cuando son expuestos a situaciones personales de estrés emocional extremo. La mayoría de las veces desarrollan una “coraza emocional” para protegerse de su propia incompetencia.

Conscientemente incompetentes: Son aquellos individuos del grupo anterior que han experimentado en propia piel y sobrevivido al ataque de la plaga y progresan al nivel de conscientemente incompetentes. Reconocen su incompetencia y empiezan a formarse mucho más y a aprender cómo combatir la pestilencia. Serían los estudiantes de psiquiatría, de periodismo, de sociología o de la abogacía y que quieren estudiar la epidemiologia de la plaga. Estas personas conocen  sus limitaciones, pero tienen el deseo de alcanzar niveles más altos de competencia profesional para enfrentarse a la plaga.

Conscientemente competentes. Con una buena y adecuada formación y experiencia durante mucho tiempo, el individuo entraría dentro de este grupo. El periodo de tiempo requerido para alcanzar este nivel de competencia depende de la cualidad de la formación, de la salud  emocional y la motivación del estudiante. El individuo ya es competente para enfrentarse a la plaga emocional, pero todavía debe  reflexionar lo que está haciendo. Sus acciones y decisiones todavía no han alcanzado un nivel de respuesta visceral. Están aprendiendo-por-la experiencia.

Competentes incluso a nivel del inconsciente: En este nivel, el individuo responde a la plaga emocional automáticamente de forma visceral (con el corazón) y que no requiere de un proceso de pensamiento intelectual previo. Tal individuo funciona de  manera eficaz y rápida, incluso en situaciones de estrés social, ya que sus años de formación y su experiencia con sus pacientes y con su plaga y con el inconsciente social superan con mucho a sus conocimientos técnicos. Este es el nivel de competencia que se le exige al epidemiólogo medico y al epidemiólogo social que estudiara y tratará la plaga. Está ya capacitado para enfrentarse a cualquier situación socio-política de plaga emocional. En este nivel se encuentra el personal médico y el personal sanitario que cuida y trata a las personas que padecen de Covid 19 en nuestros hospitales.

Estos niveles de competencia han servido de guía a la American Medical Association (AMA), a la Asociación Psicoanalítica Internacional (IPA), al American College of Orgonomy (ACO), etc. cuando  proponen y llevan a cabo los programas de formación para aquellos individuos que quieren tratar a pacientes con graves problemas médicos,   emocionales y con estrés post-traumático. Y como consecuencia, desarrollar  un nivel de proficiencia optimo para enfrentarse a la traumatización psico – socio - económica  de la plaga emocional por venir.  

Bibliografía.

Bion W. R. (198o) Experiencias en Grupos. Paidos. Buenos Aires 

Crist, P. (2009) “What is the Emotional Plague? A Frief Introduction”. The Journal of Orgonomy.  Num. 42 (pp 70-77)

Hopper, E. (1997). “Traumatic Experience in the Unconscious  of Groups. A Fourth Basic Assumption”. Londres. Group Analysis. Núm 30 pp 435-470.

Konia,Ch.  (2015) “A Overview of Western Civilization from the Perspective of Human Cluelessness”. The Journal of Orgonomy. Num. 46 (pp 44-70)

Reich, W. (1949) .Character-Analysis. Tercera Edición. Maine. Orgone Institute Press.

Reich, W.  (1980). La plaga emocional. Editorial Síntesis. Barcelona

Turquet, P. (1975), Treats to Identity in the Large Group. En G.S. Gibbard Ed. Analysis of Groups. San Francisco. Jossey Bass.

Agradezco a  Ch. Konia, P. Crist y D. Rosin su ayuda en la preparación de este artículo.


Carles Frigola. Psiquiatra. Psicoanalista. Dip. Tavistok Clinic. Dip. Institute of Group Analysis. American College of Orgonomy. D.O.  The Wilhelm Reich Infant Trust. Premio Pascual I Prats del Colegio de Medicos y la Agrupación de Ciencias Médicas de Gerona. Director de la Fundación Wilhelm Reich. Autor de  diversos libros. Trabaja en la Clínica de Medicina Orgonómica en Creixell (Gerona)

fundwilhelmreich

cfrigola@comg.cat

  .







Estos niveles de competencia han servido de guía a la American Medical Association (AMA), fundada en 1847, a la Asociación Psicoanalítica Internacional (IPA) fundada por Freud en 1910 y al American College of Orgonomy (ACO) fundado por Reich en 1957 para desarrollar los programas de formación para aquellos individuos que quieren tratar a pacientes con problemas emocionales y mentales. Y como consecuencia, desarrollar una proficiencia para enfrentarse a los desastres sociales de la plaga emocional. Esta misma competencia debería ser aplicada a todos aquellos profesionales publicos, sean periodistas, sociólogos, abogados, terapeutas, etc. que quieran enfrentarse a la plaga emocional.


 Carles Frigola és metge  psiquiatre  i psiconalista. Premi Pascual i Prats del Col.legi de Metges i de l´Agrupació Ciències Mèdiques de Girona. Dip. Tavistock Clínic i Institute of  Group Analysis, Londres. Director de la Fundació Wilhelm Reich. Membre de l´American College of Orgonomy. Autor de diversos llibres. Treballa a la Clínica de Medicina Orgonómica de Creixell, Borrassá. Telf: 972 50 62 91. www.wilhelm-reich.org i en el blog: www.compartir-wilhelmreich.blogspot.com

No hay comentarios: