En esta ocasión queremos compartir el artículo escrito por el Dr. Carles Frigola sobre la Plaga Emocional.
Seguro que os acompañará en un camino para desarrollar una mirada atenta y en contacto con la realidad que estamos viviendo estos meses. Esperamos que pueda ser de vuestro interés.
Saludos
LA PLAGA EMOCIONAL
Dr. Carles Frigola
“Todo lo
que el hombre puede ganar al juego de la peste y de la vida es el conocimiento y el recuerdo”
Albert Camus. La Peste
Una plaga implica una enfermedad
muy contagiosa que puede ser epidémica
(que se esparce rápidamente) o aparecer como una pandemia (que afecta a
varios países). La peste negra o la peste bubónica fue una plaga que azotó y
diezmó a una tercera parte de la población de Europa durante el siglo XIV. Los
síntomas se caracterizaban por fiebre, bubones y ulceras en la piel que se
volvía negra. Se estima que más de 50 millones de personas murieron por esta
enfermedad.[
]La
gran epidemia de gripe aviar de 1918,
también conocida aquí como la gripe española, es [ ]considerada
la pandemia más devastadora de la historia humana, ya que en solo un año mató
entre 40 y 100 millones de personas. Esta cifra de muertos incluía una alta
mortalidad infantil. Estoy escribiendo estas líneas en el momento de la
expansión de la epidemia y pandemia del COVID 19.
La
plaga emocional se
caracteriza también por ser una enfermedad altamente infecciosa, contagiosa y
destructiva que causa fuertes reacciones emocionales irracionales en la
población y que, como las otras plagas,
puede ser también mortal. La caza de brujas que tuvo lugar durante los siglos XVI y XVII en Europa y América a
través de la Inquisición fue una manifestación de la plaga emocional con más de
sesenta mil personas sentenciadas a la pena capital. Durante la noche de los cristales rotos
(10.11.1938) al menos 91 ciudadanos judíos fueron asesinados durante los
ataques y otros 30.000 fueron detenidos y posteriormente deportados
en masa[ ] al campo de
concentración de Dachau. La reacción de pánico y terror irracional que contagió a toda la humanidad tras el crac bursátil de 1929
fue una manifestación de la plaga emocional. Otro ejemplo de plaga emocional ocurrió el 11 de
septiembre de 2001 cuando un grupo bien organizado de fascistas islámicos de Al Qaeda secuestraron
a cuatro aviones comerciales americanos, dos de ellos destruyeron el World
Trade Center, otro parte del Pentágono y otro cayó en Pennsylvania, causando
más de tres mil muertos.
La epidemiologia es la rama de la medicina que estudia
los factores y las relaciones que determinan la frecuencia y la distribución de las enfermedades infecciosas. La epidemiologia
psiquiátrica empieza como una rama de las ciencias medicas con el descubrimiento de la plaga emocional, una enfermedad
también infecciosa que difiere de las otras enfermedades contagiosas ya que se
basa en dos componentes bien diferenciados: la vertiente emocional
(psiquiátrica) así como la vertiente infecciosa (médica). Esta enfermedad
socialmente pestilente fue descrita por primera vez por Wilhelm Reich.
Hay
una diferencia entre la epidemiologia médica y la psiquiátrica. En la primera
existe un componente somático, mientras que en la segunda existe un
disturbio psíquico y emocional del aparato mental. El vector o portador que
transmite el agente infeccioso en la enfermedad médica difiere de las
manifestaciones psiquiátricas de la plaga
emocional. En la primera, el agente infeccioso puede ser un virus, una bacteria o un parasito
como la sarna. Se trasmite por la picadura de un mosquito, cuando no es la
persona misma la que la transmite. El método de trasmitir la enfermedad está
confinado en el reino somático. En el caso de la plaga emocional, el método de transmisión y contagio también
existe, pero es a través de la interacción emocional de una persona infectada
(el vector) hacia otras personas o grupos de personas. Los síntomas de esta
enfermedad infecciosa no se manifiestan en el organismo somático sino que lo
hacen y se manifiestan en la escena social y política.
W.
Reich describió la plaga emocional en
dos libros que son considerados clásicos
en la literatura psicoanalítica: El
Análisis del Carácter y Psicología de
Masas del Fascismo. Los escribió entre 1930 y 1934, una época muy convulsa
en la historia de Alemania. Afirmó con rotundidad que esta enfermedad
infecciosa no sería del todo comprendida y diagnosticada hasta que la patología
de la vida emocional de la clase política que ostenta el
poder (sexus politicus) no fuera
suficientemente estudiada. El descubrimiento de la coraza caracterológica y la armadura muscular nos ha permitido
finalmente comprender el complejo fenómeno de la plaga emocional que se
considera como un verdadero desorden contagioso
y que se expresa clínicamente
tanto a nivel psiquiátrico personal como a
nivel socio-político de psicología de masas.
El individuo aquejado de la
plaga emocional difiere del individuo sano en que no solo se plantea sus
demandas vitales a sí mismo sino primariamente y por encima de todo, al ambiente que lo rodea. Donde
el individuo sano aconseja y ayuda, donde el individuo sano, con sus
experiencias, vive sencillamente no
confundido con los demás y deja a cargo de ellos si quieren o no seguir su
ejemplo, el individuo que sufre la plaga impone
a los demás por la fuerza, su manera de pensar y de vivir. Estos
individuos no toleran opiniones que amenacen su coraza o que pongan de
manifiesto sus motivos irracionales. No
sería del todo incorrecto equiparar el dominio de la plaga emocional con el de
la «reacción política» o incluso con el principio de la política en general”.
(W. Reich).
“Nadie se siente ofendido cuando se le llama nervioso o cardíaco.
Nadie puede sentirse ofendido cuando se le dice que sufre un «ataque agudo de
la plaga emocional». Un psicoanalista se dirá para sus adentros: «Hoy no estoy
bien, tengo la plaga». En nuestros círculos, cuando esos ataques de la plaga
emocional son leves, se resuelven mediante el propio alejamiento y aislamiento durante cierto tiempo, hasta la
desaparición del ataque de irracionalidad. En los casos serios, cuando el
pensamiento racional y el consejo amistoso no bastan, aclaramos la situación en
forma del análisis del carácter y la orgonterapia (W. Reich).
Los efectos de la plaga emocional han de apreciarse
tanto en el organismo humano como en el vivir social. Periódicamente, como
cualquiera otra plaga, la peste bubónica o el cólera, por ejemplo, la plaga
emocional asume las dimensiones de una pandemia. Si no consideráramos la plaga
emocional como una enfermedad en el estricto sentido de la palabra, correríamos
el peligro de movilizar contra ella el bastón del policía en lugar de la medicina
y la educación social.
¿Por qué la realidad clínica de la plaga
emocional no ha sido todavía reconocida
del todo en España y sus efectos siguen siendo ignorados o pasados por
alto, a pesar de su evidente destructividad social?
La
razón de que no ha sido reconocida la existencia de la plaga
emocional en nuestro país se encuentra en la pobreza democrática
crónica y en la falta de individuos competentes para poder diagnosticarla.
Así como en la ciencia médica, el personal sanitario está ya capacitado para
diagnosticar los vectores de las
enfermedades contagiosas, no ocurre lo
mismo al estudiar los vectores también contagiosos de la plaga emocional. La competencia profesional de los individuos
requerida para estudiar la plaga
emocional que se manifiesta en la vida social y política del día a día en
Cataluña y en el resto de España y que se encuentra documentada en los medios
de comunicación, podemos clasificarla en la siguiente escala competencial.
Niveles de competencia para enfrentarse a
la plaga emocional.
Intencionalmente incompetentes: Son
aquellos individuos que reconocen la existencia de la plaga emocional y su destructividad social pero que se sienten
incompetentes para enfrentarse a ella. Les falta la motivación o el coraje de
mejorar sus métodos de investigación para luchar contra ella. Sienten miedo de
ser atacados o contagiados por la misma enfermedad y no quieren exponerse al ridículo público o a la censura. Este
grupo no sirve debido a su alto grado de inmovilización emocional.
Inconscientemente incompetentes: Los
individuos de este grupo no saben que son incompetentes debido a la nula o poca
experiencia personal y profesional para oponerse a la plaga. Además, nunca han sido expuestos directamente al ataque
de la plaga, lo que demostraría su nivel de incompetencia. Son aquellos que
tienen un amigo o un colega que ha sido víctima del ataque de la plaga pero que
no hacen nada. Los individuos que pertenecen a este grupo aprenden de su
incompetencia por primera vez cuando son expuestos a situaciones personales de
estrés emocional extremo. La mayoría de las veces desarrollan una “coraza
emocional” para protegerse de su propia incompetencia.
Conscientemente incompetentes: Son
aquellos individuos del grupo anterior que han experimentado en propia piel y
sobrevivido al ataque de la plaga y progresan al nivel de conscientemente
incompetentes. Reconocen su incompetencia y empiezan a formarse mucho más y a
aprender cómo combatir la pestilencia. Serían los estudiantes de psiquiatría,
de periodismo, de sociología o de la abogacía y que quieren estudiar la
epidemiologia de la plaga. Estas personas conocen sus limitaciones, pero tienen el deseo de
alcanzar niveles más altos de competencia profesional para enfrentarse a la
plaga.
Conscientemente competentes. Con
una buena y adecuada formación y experiencia durante mucho tiempo, el individuo
entraría dentro de este grupo. El periodo de tiempo requerido para alcanzar
este nivel de competencia depende de la cualidad de la formación, de la
salud emocional y la motivación del
estudiante. El individuo ya es competente para enfrentarse a la plaga
emocional, pero todavía debe reflexionar
lo que está haciendo. Sus acciones y decisiones todavía no han alcanzado un
nivel de respuesta visceral. Están aprendiendo-por-la experiencia.
Competentes incluso a nivel del inconsciente: En este
nivel, el individuo responde a la plaga emocional automáticamente de forma visceral (con el corazón) y que no
requiere de un proceso de pensamiento intelectual previo. Tal individuo
funciona de manera eficaz y rápida,
incluso en situaciones de estrés social, ya que sus años de formación y su
experiencia con sus pacientes y con su plaga y con el inconsciente social superan con mucho a sus conocimientos técnicos.
Este es el nivel de competencia que se le exige al epidemiólogo medico y al
epidemiólogo social que estudiara y tratará la plaga. Está ya capacitado para
enfrentarse a cualquier situación socio-política de plaga emocional. En este nivel
se encuentra el personal médico y el personal sanitario que cuida y trata a las
personas que padecen de Covid 19 en nuestros hospitales.
Estos
niveles de competencia han servido de guía a la American Medical Association (AMA), a la Asociación Psicoanalítica Internacional (IPA), al
American College of Orgonomy (ACO), etc. cuando
proponen y llevan a cabo los programas de formación para aquellos
individuos que quieren tratar a pacientes con graves problemas médicos, emocionales y con estrés post-traumático. Y
como consecuencia, desarrollar un nivel
de proficiencia optimo para enfrentarse a la traumatización psico – socio - económica
de la plaga emocional por venir.
Bibliografía.
Bion W. R. (198o) Experiencias en Grupos. Paidos. Buenos Aires
Crist,
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Konia,Ch. (2015) “A Overview of Western Civilization
from the Perspective of Human Cluelessness”. The Journal of Orgonomy. Num. 46 (pp 44-70)
Reich, W. (1949) .Character-Analysis. Tercera Edición. Maine.
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Reich,
W. (1980). La plaga
emocional. Editorial Síntesis. Barcelona
Turquet, P.
(1975), Treats to Identity in the Large
Group. En G.S. Gibbard Ed. Analysis of Groups. San Francisco. Jossey Bass.
Agradezco a Ch. Konia,
P. Crist y D. Rosin su ayuda en la preparación de este artículo.
Carles
Frigola. Psiquiatra. Psicoanalista. Dip. Tavistok Clinic. Dip. Institute of Group Analysis. American College of
Orgonomy. D.O. The
Wilhelm Reich Infant Trust. Premio Pascual I Prats del Colegio de Medicos y la
Agrupación de Ciencias Médicas de Gerona. Director de la Fundación Wilhelm
Reich. Autor de diversos libros. Trabaja
en la Clínica de Medicina Orgonómica en Creixell (Gerona)
fundwilhelmreich
cfrigola@comg.cat
.
Estos
niveles de competencia han servido de guía a la American Medical Association (AMA),
fundada en 1847, a la Asociación Psicoanalítica
Internacional (IPA) fundada por Freud en 1910 y al American College of Orgonomy
(ACO) fundado por Reich en 1957 para desarrollar los programas de formación
para aquellos individuos que quieren tratar a pacientes con problemas emocionales
y mentales. Y como consecuencia, desarrollar una proficiencia para enfrentarse
a los desastres sociales de la plaga emocional. Esta misma competencia debería
ser aplicada a todos aquellos profesionales publicos, sean periodistas,
sociólogos, abogados, terapeutas, etc. que quieran enfrentarse a la plaga emocional.
Carles Frigola és metge psiquiatre
i psiconalista. Premi Pascual i Prats del Col.legi de Metges i de
l´Agrupació Ciències Mèdiques de Girona. Dip. Tavistock Clínic i Institute of Group Analysis, Londres. Director de la
Fundació Wilhelm Reich. Membre
de l´American College of Orgonomy. Autor de diversos llibres. Treballa a la
Clínica de Medicina Orgonómica de Creixell, Borrassá. Telf: 972 50 62 91. www.wilhelm-reich.org i en el
blog: www.compartir-wilhelmreich.blogspot.com
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