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Desde un punto
de vista funcional, el pensamiento conservador y el de la nueva izquierda no son tan absolutos como se cree
comúnmente, pero obtienen importancia de su relación con la estructura social y
económica existente. La adherencia hacia una actitud social positiva para la
vida, ya sea de la nueva izquierda o conservadora, depende de la pregunta crítica: ¿En qué
medida hace una estructura social particular preserva mejor las condiciones
para una vida desarmada en una sociedad dada? Ya que es característico de todas
las sociedades armadas que las civilizaciones emerjan y desaparezcan, es
generalmente racional en el caso de las democracias formales adherirse a
actitudes de la nueva izquierda durante periodos de crecimiento social y de ascendencia y actitudes
conservadoras durante los periodos de decadencia social. Esas actitudes no son
necesariamente ideológicas. En el caso del fascismo o comunismo (es decir,
totalitarismo) el estado desde el conservadurismo serviría a la función de
mantener la represión social, la nueva izquierda, el cual siempre busca cambiar o
destruir el orden social existente, cualquiera que sea este tiene un cierto
grado de racionalidad (a pesar de que no pueda proporcionar soluciones sociales
reales y definitivas). Los movimientos sociales democráticos del siglo XIX
Europeos, el movimiento de resistencia contra los Nazis durante la Segunda
Guerra Mundial, y el Secretario General
Gorvachev socavando el comunismo soviético
sirven como ejemplos.
En una
democracia formal establecida, por otra parte, el conservadurismo preserva
cualquier grado de libertad que las
personas puedan tolerar en el existente orden social, mientras que la nueva izquierda, sin rumbo busca cada vez más grados de “libertad” y cambio, en
última instancia provoca la polarización social y una reacción de represión
para prevenir la destrucción del orden social6. Esto es lo que está
ocurriendo hoy en día en América.
La ignorancia
de estos factores y la adherencia rígida a una particular ideología política
sin tener en cuenta las condiciones sociales puede tener consecuencias
desastrosas. Por ejemplo en parte debido al Holocausto Nazi, en parte porque se
identifican con el sometimiento, muchos Judíos Americanos erróneamente del lado
del movimiento izquierdista aunque
ellos puedan ser caracterológicamente conservadores, como si la forma de
la democracia en la América contemporánea no fuera diferente de la sociedad
Alemana de 1930. Trágicamente, en su dogmático soporte al nuevo izquierdismo están en
realidad ayudando a llevar a cabo lo que más temen: la destrucción social, la
anarquía y el racismo.
La rígida
adherencia ya sea pensamiento de la nueva izquierda o conservador, tan típica de los humanos
armados, elude la aproximación a los problemas sociales de una forma funcional y,
por lo tanto, fracasa en abordar la esencial, principal preocupación de
preservar la vida desarmada. Esta tarea crítica no se puede avanzar sin hacer
la crucial distinción entre las capas primaria y secundaria de la estructura
bioemocional humana. Una importante característica del pensamiento sociológico
funcional se centra en el efecto de
una actividad o política social
determinada y no en su valor intrínseco. En consecuencia, los conservadores son
capaces de pensar funcionalmente cuando perciben el destructivo efecto de
programas sociales de la nueva izquierda. Sin embargo, su pensamiento es rígido y
unilateral cuando ignoran los problemas sociales que demandan atención. De
forma similar, la nueva izquierda reconoce la existencia de los problemas sociales
pero es incapaz de actuar racionalmente a causa de su incapacidad de hacer
contacto con las profundidades biológicas a partir de las cuales se originan
estos problemas. Desde que están armados, ambos nueva izquierda y conservadores
piensan en una forma rígida y moralista. Por ejemplo, la nueva izquierda se opone con vehemencia a la dictadura de la derecha pero están ciegos a la dictadura de
la izquierda y los conservadores hacen lo contrario. Un ejemplo de ello,
durante la década de 1930 muchos en la derecha no reconocieron la amenaza
planteada por Hitler. Ambas formas de pensamiento son incapaces de esclarecer
los procesos sociales que dan lugar, en primer lugar, a la dictadura a ambos
lados del espectro político.
La relación de la Ideología Sociopolítica y
la Plaga Emocional
El comportamiento
de la plaga emocional su forma crónica es típico del carácter de la plaga
emocional. Desde que la plaga emocional es alimentada por la frustración
genital y los impulsos de la destructiva capa secundaria, ésta puede surgir en
forma aguda en cualquier persona.
¿Cuándo es la ideología
sociopolítica una manifestación de la plaga emocional? Reich define la plaga
emocional como “ese comportamiento humano que, en base a una estructura de carácter
biopática, se hace sentir en lo interpersonal, esto es, en las relaciones
sociales y que se organiza en las correspondientes instituciones sociales.”
Entre algunas áreas relevantes para nuestra discusión están los partidos
políticos, lucha pasiva o activa por la autoridad, el moralismo, la tolerancia masoquista de la crianza sádica
y la rebelión criminal contra ella, la burocracia autoritaria, la antisocial
criminalidad, la pornografía, la especulación y el odio racial.
Reich enfatiza que no seria correcto equiparar
la actividad de la plaga emocional con la “reacción política” o incluso con los
principios e los políticos en general. Haciendo esta distinción, el alude a la
diferencia entre el racional y apropiado comportamiento social o político
expresado desde el centro biológico y el comportamiento de la plaga emocional
que se origina en el nivel secundario. El comportamiento político racional se ocupa e la administración del estado. Su
función es preservar lo que exista de la vida sana en la sociedad armada, a
expensas de algún individuo, grupo o institución que atenta con destruirla. El
comportamiento e la plaga emocional es exactamente lo opuesto. Es un intento
por un individuo, grupo o institución de causar estragos en la gobernanza
racional y arruinar o destruir la vida de los otros a través de la actividad
social destructiva. Es este aspecto de la ideología sociopolítica que es una
expresión de la plaga emocional.
Es típico de los humanos armados remplazar sin
pensar una forma de la actitud social destructiva de la izquierda o de la
derecha con exactamente lo contrario tan pronto como ocurre una crisis
social. Como un ejemplo de
comportamiento mecanicomístico, es una respuesta necia frente a los problemas
sociales no a la perturbación bioemocional de los individuos armados. Así es
que la sociedad permisiva de hoy ha evolucionado a una “solución” a la sociedad
autoritaria del pasado, y otra forma de una sociedad autoritaria será la
“solución” a nuestro antiautoritario sistema.
Ambos el viejo
autoritarismo sádico y el masoquista-permisivo anti-autoritarismo del presente
obtienen su enorme fuente de energía de la frustración genital de las masas de
la humanidad. Ya que no hay una comprensión de
las razones racionales que requieren un orden social autoritario en
primer lugar, sus elementos sexo-negativos destructivos nunca pueden ser hablados.
En cambio, la tolerancia masoquista al comportamiento social destructivo por
ciertos individuos y grupos- traficantes
de libertad activistas “progresistas” y “líderes” de minorías- favorecidos por
la izquierda política han reemplazado la expresión del sadismo abierto del
pasado orden social autoritario. La manifestación predominante del
comportamiento de la plaga emocional en la presente anti-autoritaria sociedad
es la pasiva, indefensa, masoquista tolerancia por las masas de los sádicos
impulsos del nivel secundario de los otros. Tomados en conjunto, los dos
fomentan un comportamiento más destructivo y garantizan la continuidad del
sufrimiento de la humanidad.
6 la nueva izquierda moderna es esencialmente proactivo Da la apariencia, especialmente
a las masas políticamente ingenuas, da la sensación que es “para” la mejora de
la humanidad cuando, en realidad, está únicamente interesada en ejercer el
control político sobre las personas. En contraste, aquellos en la derecha son esencialmente
reactivos en general y a los programas de la izquierda en particular. Son desafortunadamente
percibidos por las crédulas masas como estando “contra” la mejora social. Esto visión perversamente distorsionada de la derecha
y la izquierda es promovida por los medios de comunicación dominados por la nueva izquierda.
Referencias
1. Reich,W. The Mass Psychology of Fascism . New York: Orgone Institute Press, 1946
2.Reich,W. The Murder of Christ. Rangely, Maine.Orgone Institute Press, 1953
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