Mas Morató de Creixell DR. Carles Frigola
Una década de experiencias terapéuticas
Los jardines terapéuticos están diseñados para proveer
experiencias somato-sensoriales que incrementen los niveles de funcionalidad y
bienestar de las personas.
Es bien conocido que las personas comprometidas con la jardinería
o con el mantenimiento rutinario de un jardín tienden a mejorar y reforzar las
habilidades que ya tienen, así como formar y renovar habilidades físicas y
mentales perdidas. Esto se consigue a través de la participación en
actividades, bien de forma solitaria o bien en grupos y que pueden ser espontaneas
o a través de trabajos terapéuticos ya programados como la arte-terapia o la
horticultura.
Los jardines restaurativos normalmente están diseñados para
personas con necesidades especiales, teniendo en cuenta la edad, las habilidades físicas y cognitivas
de los usuarios y su potencial para mejorar y recuperarse de las enfermedades o
incapacidades.
Estos son los factores que influyen en la necesidad de un
paisajismo apropiado.
Estas necesidades mentales, físicas y psicológicas han e ser
encontradas en el jardín.
Principios terapéuticos para los jardines de rehabilitación:
Estos jardines han de ser un lugar muy seguro, tanto física
como psicológicamente y han de estar provistos de tres niveles de compromiso
terapéutico, a) programar unas actividades y disponer de un lugar físico para
para hacerlas, b) crear oportunidades terapéuticas para los pacientes y c) el
cumplimiento de las diferentes tareas que se organicen durante el día.
a 1)Desarrollo de las habilidades físicas, como
pasear, recoger hojas, segar el césped, regar, podar, cortar flores, etc.…así
como poder experimentar con el aprendizaje de todas las tareas con las
herramientas que se utilizan: rastrillos, palas, azadas, cestos o simplemente
con un bastón para pasear por diferentes niveles del suelo. Participar en la
exploración somato-sensorial en todos los trabajos y con todos los utensilios y
herramientas apropiadas para cada tarea especifica.
El simple acto de agacharse, arrodillarse
en la hierba para recoger una flor, levantarse de nuevo, es en sí mismo un acto
creativo, así como el placer de realizar tareas en las que utilizaremos tanto
el cuerpo como la mente, la integración. Por otra parte, el trabajo en grupo
comentando con los otros lo que estamos haciendo, y por ultimo el placer y la
recompensa de recoger flores, hierbas, arbustos y vegetales.
2 2)Oportunidades de relacionarse física y emocionalmente
con todo lo que representa el cuidado de un jardín que está vivo. La
experiencia única de cuidar y nutrir a un ser vivo que responde y que nos da la
noción de que la naturaleza está viva y que crece constantemente delante de
nuestros ojos. En el jardín tenemos la posibilidad de ejercitar la responsabilidad
de cuidar y la oportunidad de poder recuperar algunas de las habilidades y la
identidad que hayamos podido perder. Por ultimo nos sirva para mejorar la
memoria, como el hecho de recordar el nombre de las plantas, de las flores de
los lugares en donde se encuentran, de explorar los límites de un lugar ya
conocido, de descubrir nuevos rincones aún inexplorados y que existen en el
jardín, o de participar en algo creativo en grupo, como una cosa lúdica y
emocional, así como recibir el soporte y apoyo de los demás por los que
empezamos a conocer y a interactuar en un jardín terapéutico.
3)Cumplimiento de tareas. Cumplir las metas que
nos hemos propuesto durante el día sin tensiones, agobios o exigencias hacia
nosotros mismos. Incrementar progresivamente el crecimiento físico y
psicológico desde el primer día en que participamos activamente en el jardín
terapéutico, así como pensar como podemos mejorar y cuidarlo aún mejor con
todos sus componentes. Cuidar de un jardín y todos los seres vivos que hay es
lo que nos da confianza y sentimientos de valía, esto favorece una relación
física y mental a través del trabajo.
Los que dirigen un jardín terapéutico han de saber organizar
y programar las actividades para nuevos pacientes e introducirlos en la
horticultura y en todas las tareas que comprenden el hecho de cuidarlo.
También
los pueden acompañar pacientes ya veteranos que conozcan estas tareas. La gran
profusión de plantas que hay en el jardín y las interrelaciones persona-planta,
sirven para integrar i enfatizar las cualidades sensoriales a través de las
prácticas de horticultura con todas sus herramientas, dando también la
sensación de estar conectado con la naturaleza y con un sentimiento de
seguridad.
Resumiendo diremos que los jardines terapéuticos son lugares
únicos que promueven la independencia, reducen el estrés físico, mental y
emocional y hacen que uno se sienta en un lugar especial, y sobre todo que
puede realizar actividades a su manera, sin presiones de ninguna clase y con
paz interior.
Dr. Carles Frigola,
Psiquiatra y psicoanalista. Medico Orgonomista. Premio
Pascual Prats del Colegio de Médicos y de la Agrupación de Ciencias Médicas de
Girona.
Trabaja en la Clínica de Medicina Orgonomica de Creixell (Borrassà)
Telf. 972 506 291.
Para más información sobre este y otros temas, así como
sobre el alojamiento terapéutico y los trabajos en grupo que se realizan en el
Mas Morató, podéis consultar:
Facebook:
Fundació
Wilhelm Reich
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