viernes, 19 de febrero de 2021

LA FORMULACIÓN DE BIEN y PARCIALMENTE BIEN ( II )

      

Aquí tenéis la continuación de la traducción del articulo de Jacob Meyerowitz " The formulation of RIGHT and PARTLY RIGHT" publicado en Journal of Orgonomy vol.20 nº 1.

El inicio de este articulo lo publicamos en el blog el día 6 de febrero

 


La formulación de BIEN y PARCIALMENTE BIEN

Jacob Meyerowith, B. Arch*

( continuación...)


3. BIEN Emparejado con MAL

Ya que utilizamos las palabras BIEN y MAL como un par de conceptos antitéticos, pueden disponerse en la forma de una ecuación orgonometrica básica para las funciones emparejadas como sigue 2:

 


La ecuación expresa que el concepto BIEN y el concepto MAL constituyen un par de variaciones funcionales. También implica que BIEN y MAL son idénticos respecto a un PFC no declarado. El símbolo operativo especifico que enlaza los dos conceptos indica que las relaciones emparejadas son muy simples o aún no están determinadas, y esto nos conduce al paso siguiente.

2 En “Orgonometria Básica” revisar secciones 6-10

 

4. Contenido Funcional 

Los términos BIEN y MAL representan conceptos con un contenido funcional. Sin embargo, cuando se colocan en el contexto de las relaciones emparejadas, algunas de las características especificas de las palabras constituyentes (o conceptos) pueden falsificar la integridad funcional de la asociación. Necesitamos investigar tal operación como un par de funciones antes de que podamos llegar a una imagen verdadera de la relación concreta representada por las palabras (o conceptos).

De acuerdo con su uso diario, BIEN y MAL funcionan como opuestos antitéticos. Por ejemplo, 2+3=5 es descrito como exclusivamente BIEN, y 2+3=6 es descrito como exclusivamente MAL. Además, BIEN y MAL son expresados como si fueran funcionalmente homogéneos, es decir, el mismo tipo de función, pero de significado opuesto extremo.

Así, en su uso cotidiano, BIEN y MAL operan como un par antagónico, mutuamente excluyente de variaciones opuestas. Sin embargo, la etimología disociada de la palabra bien y la palabra mal contradice sutilmente esta asociación práctica y altera su significado. Antes de que podamos formular las funciones emparejadas correctamente, de alguna manera hemos de disolver esta contradicción.

 

5.Abstrayendo las Relaciones Emparejadas

Podemos abstraer la operación que describe la relación de los conceptos BIEN y MAL. Esta operación es representada por una ecuación orgonométrica básica para funciones opuestas antagónicas como sigue:

 


La ecuación expresa que la función A1 y la función A2 son idénticas respecto a un PFC. También muestra que las funciones emparejadas expresan características, antagonistas, mutuamente excluyentes y opuestas. La ecuación está totalmente de acuerdo con la forma en que aplicamos los términos BIEN y MAL. Si A1 representa BIEN, entonces A2 representa MAL.

También observamos que la misma letra-etiqueta A aparece a ambos lados de la ecuación abstracta, y esto indica la cualidad homogénea de las dos funciones. Únicamente las funciones homogéneas pueden interactuar de esta manera específica.

 

6. Una Formulación Funcionalmente Falsa

Ahora podemos reformular la ecuación 3.01 para que se ajuste a la abstracción anterior:

 



Esta ecuación parece decir que BIEN y MAL son funcionalmente idénticas con respecto a un no declarado PFC y que operan como antagonistas, un par de funciones homogéneas excluyéndose mutuamente.

Si consideramos la formulación más cuidadosamente, podemos observar que las palabras BIEN y MAL no son en absoluto homogéneas. No son del mismo tipo, de acuerdo con sus derivaciones o sus raíces. Dentro del sistema del lenguaje no representan con precisión la característica homogénea expresada por A1 y A2 en la ecuación abstracta 3.02. En las ecuaciones orgonométricas, las descripciones funcionales precisas son cruciales para el desarrollo de declaraciones más completas. Al igual que una ecuación orgonometrica completa requiere que las funciones y el número se integren correctamente, también lo hacen las formas de la ecuación etiquetadas con palabras. Antes de que podamos agregar los símbolos operativos específicos que definen la relación, como la que se considera aquí, la cualidad de los términos que usamos también debe reflejar correctamente la relación funcional básica 3. La ecuación anterior es por lo tanto técnicamente “falsa” puesto que hemos utilizado un par de términos heterogéneos en una disposición homogénea.

 

 3Las palabras expresan conceptos, y los conceptos distorsionados se arraigan en la forma en que usamos las palabras.

 

7. La Inconsistencia Funcional de las Palabras

Podemos encontrar que una apreciación intuitiva de las funciones y el funcionamiento reguló la estructura emocional de las primeras formas del lenguaje. Pero con el establecimiento de la condición crónica del hombre, la armadura, el desarrollo el lenguaje alterado como un TODO y su estructura comenzó a expresar el funcionamiento de la armadura del hombre. No deberíamos sorprendernos de descubrir que una gran proporción de las palabras que usamos no están integradas funcionalmente de acuerdo con su contenido asociativo y sus orígenes objetivos.

El carácter disociado de las palabras individuales es sólo uno de los problemas prácticos que han de ser considerados cuando investigamos conceptos con la técnica de la orgonometria. Otro es la característica” inversa” incorporada que es común a los conceptos estructurados sobre el pasado (4) Ya que las palabras y los conceptos están inseparablemente vinculados, el desarrollo gradual de la orgonometria nos obligará a reconsiderar muchos pares de palabras establecidas, incluidos los sinónimos y antónimos estandarizados

 

8. Corrigiendo la Distorsión

La etimología de la palabra MAL es bastante diferente y separada de la de la palabra BIEN. Estas no comparten una raíz común que las definiría como directamente relacionadas y homogéneas. Por ejemplo, el par correcto e incorrecto expresa una obvia relación funcional homogénea, mientras que en el par BIEN y MAL no lo es. Otras, como libertad y ley o verdadero y falso están directamente relacionadas por su significado acordado, es decir, como conceptos. Pero no están directamente relacionadas como funciones de palabras concretas, es decir, como unidades de lenguaje. El estudio del contenido funcional de los conceptos requiere que simultáneamente examinemos las palabras que usamos. Las propiedades intrínsecas de las palabras mismas a menudo distinguen aquellos conceptos que son creaciones del pensamiento puro de los que se basan en la realidad.

 

9. Corrigiendo la Palabra-ecuación

Alterando una de las palabras en la ecuación 3.03, podemos corregir esa declaración y hacer las palabras y el contenido funcional completamente homogéneo. Al principio, parece que tenemos dos alternativas: Una en la cual BIEN es retenida; y otra en la cual MAL es retenida. Sin embargo, como ya veremos, esta opción dual expresa las características de una operación de pensamiento puro en lugar de la lógica de funciones concretas.

Consideremos ambas opciones por un momento, oponiendo a cada término principal  una calificación negativa, como sigue:






Cada una de esas ecuaciones describe correctamente las características homogéneas de dos funciones conceptuales opuestas antagónicas. Ambos representan el contenido funcional del tema de esta investigación con mayor precisión que las formulaciones de las anteriores palabras-etiqueta (ecuaciones 3.01 y 3.03).

Ahora podemos observar cómo difieren las dos formulaciones. La primera expresa una visión positiva (característica de optimismo), mientras la segunda expresa una visión negativa (característica de pesimismo). Ya que los hechos funcionales no se deciden por preferencias personales, debemos intentar encontrar una razón funcional concreta para determinar cuál, si la hay, es la formulación correcta.

 (continúa...)


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