Aquí tenéis la continuación de la traducción del articulo de Jacob Meyerowitz " The formulation of RIGHT and PARTLY RIGHT" publicado en Journal of Orgonomy vol.20 nº 1.
El inicio de este articulo lo publicamos en el blog el día 6 de febrero
La formulación de BIEN y PARCIALMENTE BIEN
Jacob Meyerowith, B. Arch*
( continuación...)
3. BIEN Emparejado con
MAL
Ya que utilizamos las palabras BIEN
y MAL como un par de conceptos antitéticos, pueden disponerse en la
forma de una ecuación orgonometrica básica para las funciones emparejadas como
sigue 2:
La ecuación expresa que el concepto BIEN y el concepto MAL constituyen un par de variaciones funcionales. También implica que BIEN y MAL son idénticos respecto a un PFC no declarado. El símbolo operativo especifico que enlaza los dos conceptos indica que las relaciones emparejadas son muy simples o aún no están determinadas, y esto nos conduce al paso siguiente.
2 En “Orgonometria Básica”
revisar secciones 6-10
4. Contenido Funcional
Los términos BIEN y MAL
representan conceptos con un contenido funcional. Sin embargo, cuando se
colocan en el contexto de las relaciones emparejadas, algunas de las
características especificas de las palabras constituyentes (o conceptos) pueden
falsificar la integridad funcional de la asociación. Necesitamos investigar tal
operación como un par de funciones antes de que podamos llegar a una imagen
verdadera de la relación concreta representada por las palabras (o conceptos).
De acuerdo con su uso diario, BIEN
y MAL funcionan como opuestos antitéticos. Por ejemplo, 2+3=5 es descrito
como exclusivamente BIEN, y 2+3=6 es descrito como exclusivamente MAL.
Además, BIEN y MAL son expresados como si fueran funcionalmente homogéneos,
es decir, el mismo tipo de función, pero de significado opuesto extremo.
Así, en su uso cotidiano, BIEN
y MAL operan como un par antagónico, mutuamente excluyente de
variaciones opuestas. Sin embargo, la etimología disociada de la palabra bien
y la palabra mal contradice sutilmente esta asociación práctica y altera
su significado. Antes de que podamos formular las funciones emparejadas correctamente,
de alguna manera hemos de disolver esta contradicción.
5.Abstrayendo las Relaciones Emparejadas
Podemos abstraer la operación que
describe la relación de los conceptos BIEN y MAL. Esta operación
es representada por una ecuación orgonométrica básica para funciones opuestas
antagónicas como sigue:
La ecuación expresa que la función A1 y la función A2 son idénticas respecto a un PFC. También muestra que las funciones emparejadas expresan características, antagonistas, mutuamente excluyentes y opuestas. La ecuación está totalmente de acuerdo con la forma en que aplicamos los términos BIEN y MAL. Si A1 representa BIEN, entonces A2 representa MAL.
También observamos que la misma
letra-etiqueta A aparece a ambos lados de la ecuación abstracta, y esto
indica la cualidad homogénea de las dos funciones. Únicamente las funciones
homogéneas pueden interactuar de esta manera específica.
6. Una Formulación
Funcionalmente Falsa
Ahora podemos reformular la
ecuación 3.01 para que se ajuste a la abstracción anterior:
Esta ecuación parece decir que BIEN
y MAL son funcionalmente idénticas con respecto a un no declarado PFC y
que operan como antagonistas, un par de funciones homogéneas excluyéndose
mutuamente.
Si consideramos la formulación más
cuidadosamente, podemos observar que las palabras BIEN y MAL no
son en absoluto homogéneas. No son del mismo tipo, de acuerdo con sus
derivaciones o sus raíces. Dentro del sistema del lenguaje no representan con
precisión la característica homogénea expresada por A1 y A2 en la
ecuación abstracta 3.02. En las ecuaciones orgonométricas, las descripciones
funcionales precisas son cruciales para el desarrollo de declaraciones más
completas. Al igual que una ecuación orgonometrica completa requiere que las
funciones y el número se integren correctamente, también lo hacen las formas de
la ecuación etiquetadas con palabras. Antes de que podamos agregar los símbolos
operativos específicos que definen la relación, como la que se considera aquí,
la cualidad de los términos que usamos también debe reflejar correctamente la
relación funcional básica 3. La ecuación anterior es por lo tanto
técnicamente “falsa” puesto que hemos utilizado un par de términos heterogéneos
en una disposición homogénea.
3Las palabras expresan conceptos, y
los conceptos distorsionados se arraigan en la forma en que usamos las
palabras.
7. La Inconsistencia Funcional
de las Palabras
Podemos encontrar que una
apreciación intuitiva de las funciones y el funcionamiento reguló la estructura
emocional de las primeras formas del lenguaje. Pero con el establecimiento de
la condición crónica del hombre, la armadura, el desarrollo el lenguaje
alterado como un TODO y su estructura comenzó a expresar el
funcionamiento de la armadura del hombre. No deberíamos sorprendernos de
descubrir que una gran proporción de las palabras que usamos no están
integradas funcionalmente de acuerdo con su contenido asociativo y sus orígenes
objetivos.
El carácter disociado de las
palabras individuales es sólo uno de los problemas prácticos que han de ser
considerados cuando investigamos conceptos con la técnica de la orgonometria.
Otro es la característica” inversa” incorporada que es común a los conceptos
estructurados sobre el pasado (4) Ya que las palabras y los conceptos están inseparablemente
vinculados, el desarrollo gradual de la orgonometria nos obligará a
reconsiderar muchos pares de palabras establecidas, incluidos los sinónimos y
antónimos estandarizados
8. Corrigiendo la Distorsión
La etimología de la palabra MAL
es bastante diferente y separada de la de la palabra BIEN. Estas no
comparten una raíz común que las definiría como directamente relacionadas y homogéneas.
Por ejemplo, el par correcto e incorrecto expresa una obvia relación funcional
homogénea, mientras que en el par BIEN y MAL no lo es. Otras,
como libertad y ley o verdadero y falso están
directamente relacionadas por su significado acordado, es decir, como
conceptos. Pero no están directamente relacionadas como funciones de palabras
concretas, es decir, como unidades de lenguaje. El estudio del contenido
funcional de los conceptos requiere que simultáneamente examinemos las palabras
que usamos. Las propiedades intrínsecas de las palabras mismas a menudo
distinguen aquellos conceptos que son creaciones del pensamiento puro de los
que se basan en la realidad.
9. Corrigiendo la
Palabra-ecuación
Alterando una de las palabras en
la ecuación 3.03, podemos corregir esa declaración y hacer las palabras y el
contenido funcional completamente homogéneo. Al principio, parece que tenemos
dos alternativas: Una en la cual BIEN es retenida; y otra en la cual MAL
es retenida. Sin embargo, como ya veremos, esta opción dual expresa las
características de una operación de pensamiento puro en lugar de la lógica de
funciones concretas.
Consideremos ambas opciones por
un momento, oponiendo a cada término principal
una calificación negativa, como sigue:
Cada una de esas ecuaciones
describe correctamente las características homogéneas de dos funciones
conceptuales opuestas antagónicas. Ambos representan el contenido funcional del
tema de esta investigación con mayor precisión que las formulaciones de las
anteriores palabras-etiqueta (ecuaciones 3.01 y 3.03).
Ahora podemos observar cómo
difieren las dos formulaciones. La primera expresa una visión positiva (característica
de optimismo), mientras la segunda expresa una visión negativa (característica
de pesimismo). Ya que los hechos funcionales no se deciden por preferencias
personales, debemos intentar encontrar una razón funcional concreta para
determinar cuál, si la hay, es la formulación correcta.
(continúa...)
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