La siguiente entrada es una traducción del articulo original en francés que se publicó en la revista de Sciences Orgonomiques el año 1988. 3r Année nº 11. Fonctions orgonotiques dans le cycle "solunare".
Sciences Orgonomiques 3r Anné nº 11
-1988
Funciones orgonoticas en el ciclo “solunar”
Drs. R.Blasband, M.Ganz, Ch.Konia
Introducción
Los estudios sobre la influencia
del sol y de la luna sobre los organismos vivos comenzaron con Arrhenius en
1898. Encontró que los ritmos de los nacimientos y de las menstruaciones
estaban repartidos sobre la base del mes tropical. Fleiss ( 1906) y Petersen
(1947) aportaron pruebas irrefutables según las cuales los ciclos de 28 días
influencian una multitud de estados fisiológicos: el pH de la sangre, el
metabolismo basal, las crisis de epilepsia, las muertes por paro cardiaco, los
suicidios, los nacimientos, las enfermedades y la muerte (1). Burr, midiendo
las diferencias de potencial duna corriente continua pasada en arces, encuentra
variaciones de intensidad y de polaridad correspondiendo a las diversas fases
lunares y a las estaciones (2). Ravitz encontró correlaciones similares entre
los ciclos lunares, los cambios de humor y las modificaciones bio-eléctricas
que se producen de forma periódica en los humanos (3)
El ciclo “solunar” fue
descubierto por John Alden Knight. Deportista y escritor, Knight fue puesto al
corriente sobre la actividad cíclica de los humanos con la lectura de guías de
pesca y de caza que mostraban que el animal de caza estaba más activo cada vez
que la luna estaba “directamente por encima e la cabeza” “o “debajo de los
pies”, es decir en el cenit o en el nadir. Durante estos periodos lunares, la
caza y la pesca eran más fructíferas (4).
Knight encontró también otros
aspectos del comportamiento natural de los seres vivos ligados a los periodos
lunares. Esto comprendía: la eclosión de las crisálidas, el vuelo nupcial de
los insectos, el canto del grillo migratorio, la perdida de la precaución
natural de las truchas, la alimentación y el canto de los pájaros, la floración
de las flores. En el hombre remarcó: el desencadenante de las contracciones del
trabajo en el momento del parto, mayor vigilancia, reacciones musculares más
rápidas y la aparición de insomnios. Knight observó una sucesión de actividades
típicas al inicio del periodo, mientras que treinta minutos antes del inicio de
este periodo, el animal observaba un momento de inactividad absolutamente
inhabitual. Por ejemplo, miremos en este momento un pequeño estanque: vemos que
nada se mueve. Cuando el “periodo” empieza, son las criaturas y los insectos
más pequeños que comienzan a moverse, seguidos de cerca por los cangrejos de
rio y entonces por los peces y las
criaturas acuáticas más grandes. En la mitad del “periodo”, los pájaros y los
pequeños animales se empiezan a activar, seguidos más tarde por el hombre y los
grandes mamíferos. Una grafica de la actividad durante el ciclo se vería así
Después de años de búsqueda,
Knight, encontró que el diagrama más preciso para representar la influencia de
la luna se obtendría trazando la resultante de las fuerzas gravitacionales de
la luna y el sol, habiendo tenido cuidado de conceder a la influencia de la
luna dos veces la del sol. El periodo solunar es el momento donde ésta fuerza
esta aplicada directamente a nuestra longitud precisa. Un gran periodo solunar
dura dos horas y se produce dos veces por día. A medio camino de los grandes
periodos, hay otro periodo más corto de actividad animal aumentada. Es un
pequeño periodo que es aparentemente inexplicable. Un opúsculo dando la lista
de periodos cotidianos se publica anualmente; lo utilizamos para nuestra
búsqueda (5).
Knight emitió la teoría que, durante los periodos
solunares, los rayos cósmicos son canalizados hacia la tierra a lo largo de
“líneas de fuerza” existentes entre la tierra, el sol y la luna. El contacto
entre los rayos cósmicos i las moléculas en nuestra atmósfera producirían,
según él, un exceso de iones negativo que son conocidos por tener una
influencia excitante sobre la vida.
Sin embargo, querríamos por nuestra
parte, poner al acento sobre el papel de
las funciones orgonóticas en el ciclo solunar. La tierra. Como demostró
Reich, esta rodeada de un campo o un océano de energía orgónica que es capaz de
pulsación espontanea y que es extremadamente sensible a las influencias solares
y cósmicas. La luz, por ejemplo, es considerada por Reich como un fenómeno local
resultante de la luminación del campo de orgón planetario bajo la estimulación
del sol (6). Los organismos terrestres tiene también un campo orgonótico que es
sensible a los cambios del campo planetario. Por ejemplo la expansión en un
sector del campo planetario dispara una expansión en todas las criaturas
vivientes en el interior de la misma. En suma, se van a sentir “bien”. Emitimos
la hipótesis que los periodos solunares son desencadenados por la acción del
sol y de la luna sobre el campo de energía orgonótico de la tierra. Por una
excitación mutua, los cambios en este campo son entonces transmitidos a todas
las criaturas que lo habitan, lo que tiene por efecto su aumento de actividad
constatada.
Si este concepto es verdadero,
debemos esperar a encontrar diferencias en el funcionamiento de los aparatos, conteniendo
o midiendo la energía orgónica, durante y entre los periodos solunares. Para
este fin, recogimos los datos de experiencias anteriores y encontramos que eso
fue así. Por ejemplo encontramos una relación entre la respuesta a la
excitación del acumulador de energía orgónica (ORAC) y su actividad durante el
ciclo solunar. Durante el invierno de 1969-69, constatamos que a la salida del
sol, los cambios de temperatura en el interior del ORAC se producían según una
pulsación: una caída pronunciada de temperatura estaba seguida, poco después,
por un aumento repentino hacia un máximo luego un descenso gradual hacia una
meseta (7) (Cf.Fig.2).
Esta gráfica tiene un parecido
llamativo con la curva de actividad durante un periodo solunar (Cf. Fig.1). En
los dos casos las curvas de excitación son de naturaleza no mecánica: el estimulo
externo primero produce una bajada
inesperada de la excitación seguido de una subida repentina hacia un máximo. Es
una reacción que observamos frecuentemente en los sistemas vivos. La ameba, por
ejemplo, se contraerá antes de dilatarse cuando siente la comida. El gato
cuando acaba de ver a su presa se tiende
antes de saltar para matar. Estas son sucesiones orgonóticas, no mecánicas y
pulsativas.
En 1974, hemos señalado que el
DOR-buster médico inhibía de forma marcada el crecimiento del tumor al comienzo
de su evolución en los ratones a los que se habían trasplantado tumores
mamarios (8). Por suerte, habíamos anotado el momento del tratamiento en esta
experiencia y encontramos ahora, por coincidencia, que todos los tratamientos
de la primera semana habían sido dados durante un gran periodo solunar.
Alentados por estos datos,
conducimos un estudio-piloto de tratamiento por el ORAC de un pequeño número de
ratones cancerosos. Algunos eran tratados durante los periodos solunares, otros
entre estos periodos y otros nada. Los tratados durante los periodos guardaban
una apariencia más sana y mucho más tiempo que todos los otros. Consideramos
entonces conducir una experiencia más minuciosa con el fin de probar mejor el
efecto solunar.
( Continúa...)
1 comentario:
Una excelente exposicion sobre la energía orgonomica que influye sobre las másas atmosféricas en el desarrollo de la curación del cuerpo. Pero la energía de nuestro cuerpo mental genera otro análisis y ahí el psicoanalisis opera.
Publicar un comentario