Con nuestros mejores deseos para este Nuevo Año 2023.
Empezamos el año poniéndonos al día y subimos al blog las entradas que teníamos pendientes de publicar y que completan la entrada del día 13 de noviembre del 2022.
(continuación)
La cuestión del origen de la coraza es verdaderamente
intrigante. “¿Dónde y cuándo ha empezado el hombre a acorazarse?” La historia
nos muestra que el hombre ha estado acorazado desde hace milenios, al menos el
hombre occidental. Sabemos que hay variaciones de intensidad de la coraza en
una cultura dada y entre las diferentes culturas. Las tribus primitivas son
relativamente poco acorazadas comparadas con nosotros, nombraremos a los
Trobriandreses descritos por Malinowski, o los Masáis de Kenia. Otros pueblos
primitivos como los Dobuanos de la Melanesia (donde la deslealtad y la
hostilidad son consideradas como virtudes sociales) son mucho más acorazadas
que nosotros, a juzgar por su comportamiento. Por consiguiente, el grado de progreso
material de una civilización no es un criterio para juzgar la amplitud de su
acorazamiento. ¿Por qué los humanos- por lo que sabemos- son los únicos
mamíferos acorazados? (Me refiero solamente a los mamíferos ya que no
comprendemos aún bastante el comportamiento de los no-mamíferos para hacer una
evaluación).
Reich abordó el problema de el origen de la coraza, problema
que era para él “más que una simple especulación” y “un poco menos que una
teoría que se puede poner en práctica” (1). Reich postuló lo siguiente: en un
pasado muy lejano, en el mismo momento en que el hombre se volvió capaz de
razonar sobre temas que iban más allá de sus necesidades inmediatas (salirse de
situaciones peligrosas o ejecutar un trabajo) cuando el razonamiento se
convirtió ding an sich* (una cosa en sí mismo) se volvió consciente de
saber y esta percepción le atemorizó tanto que se acorazó para bloquear este
miedo interno, y el proceso se ha retransmitido en la especie. Es fascinante de
ver la analogía entre este postulado y la historia bíblica en donde le hombre
ha perdido el Paraíso por haber probado el fruto prohibido del árbol del
conocimiento y que permite dar al mensaje bíblico su verdadero sentido literal:
se trata del conocimiento en sí mismo y no del conocimiento en tanto que
conocimiento sexual. (…) No conocemos
hasta la fecha la repuesta definitiva a este intrigante problema sobre
el origen de la coraza.
La coraza de cada individuo proporciona el hilo necesario
para el tejido social. Por su parte, lea sociedad determina que hilos debemos
emplear para tejer nuestra vida. La relación individuo sociedad esta reforzada recíprocamente.
Es la razón fundamental por la cual la evolución de la sociedad no va más
rápida que un caracol herido.
Los pecados que han causado tantos abusos de los profetas bíblicos
están todavía en nosotros, de ninguna manera disminuidos. Las instituciones
religiosas todas diseñadas para salvar nuestras almas, están todavía ciegas y
corrompidas desde que Jesús predicó contra ellas. Reich designó bajo el nombre
de “TRAMPA” la relación que existe entre la coraza del hombre y las instituciones
sociales que a su vez refuerzan al acorazamiento. Los hombres acorazados, dijo,
tiene siempre la sensación de estar atrapados en una habitación, incluso si no
es más que una vaga sensación. Ellos han murmurado y gritado contra este
encarcelamiento. Los reformadores desencadenaron revoluciones que tenían de
liberar a los hombres de la trampa y a
lo largo de los siglos, cada revolución ha fallado. Después una convulsión que
parecía ser una liberación, los hombres quedaron clavados en el punto de
partida. Además, estaba pasando un curioso fenómeno: los que mostraban como
salir de la trampa eran a menudo denigrados, o incluso perseguidos. Es muy
curioso ver al hombre tratando de escapar a las consecuencias de su comportamiento.
El reformador y el revolucionario en sus tentativas de vencer los prejuicios,
la avaricia y los “pecados”, palpitan por un momento, llevados por una ola de
grandeza y de nobleza, luego la reforma o la revolución ganan el caso, el
partido revolucionario endurece poco a poco su posición, desarrolla sus propios
prejuicios, avaricia y “pecados” se instalan de nuevo, lo que llevará a la
próxima revolución. Reich lo ha designado bajo el nombre “Error de cálculo
biológico en el combate por la liberación del hombre” la omisión de los
lideres y de los profetas de incluir en la lucha por un mundo mejor un factor
importante, el de la coraza humana. Ellos fallaron- sugirió Reich- por la razón
correcta que incluso si los hombres aspiran a la libertad, a la dignidad, a la
independencia y a la alegría, no son capaces de llegar porque su estructura
caracterial los previene. En el espíritu de la masa, la libertad es concebida
como el simple hecho de liberarse del piño del opresor, lo que es bastante
razonable pero insuficiente, porque una vez liberados de este estado, las masas
deben ser capaces de tomar en su mano su vida de una manera racional; deben
tener una escala de valores donde pase en prioridad la satisfacción de sus
necesidades más profundas. Los hombres acorazados están tan separados de su Yo profundo, que incluso
no son conscientes de tener sus deseos anclados profundamente; si se les “deja
libres” se aferran a cosas superficiales y se pierden en los excesos. Están de
tal manera acostumbrados a ser dirigidos, que una vez dejados a ellos mismos
son incapaces de dirigir su vida de una manera responsable y pronto claman de
corazón y a gritos por un nuevo líder en las manos del cual confiar su vida. La
libertad permanecerá como una quimera en tanto que las masas humanas estén
acorazadas y que, por consiguiente, su organización social será el reflejo de
esta distorsión biológica.
La condición del hombre en la TRAMPA es ciertamente
frustrante. Muchos de entre nosotros, llevamos una existencia triste,
insatisfactoria y llena de sufrimientos. Nos entretenemos con entretenimientos
que no valen gran cosa. Estamos ocupados para no sentir el vacío que está en
nosotros. Peleamos por causas, podemos tener éxito en ganar una pequeña
batalla, para acabar por darnos cuenta de que no hemos llenado tanto nuestra
vida interior. Algunos de nosotros encuentran un respiro en un gurú o en Jesús.
Nos entregamos por completo a las manos del Maestro y nos dejamos guiar en la
vida. Estamos de alguna forma separados de la realidad, pero nos sentimos
seguros y en paz. Otros de entre nosotros se refugian en el trabajo, o
sostienen causas- por el triunfo del comunismo o por la conversión de los
no-orgonomistas a la orgonomia- para no pensar en sus verdaderos problemas.
No nos damos cuenta de que no es natural estar de esa forma
aprisionados, estamos de tal manera ciegos, que un eminente psiquiatra
americano nos llega a decir que podemos vivir nuestra vida solamente gracias a
una buena dosis de ilusión (2)
La cuestión es saber si el carácter del hombre moderno y de
la sociedad en la que vive dependen de la misma naturaleza del hombre y son en
consecuencia profundamente inalterables, o bien si el hombre normal y
sus instituciones son el producto de alteraciones biológicas. La cuestión es
crítica (…) Reich fue el primero en considerar la sociedad como enferma. A sus
ojos el hombre normal y la
sociedad que se estaba desarrollando a partir de su estructura estaban ambas
deformadas.
No debe creerse, sin embargo, que Reich era iconoclasta o
cínico. De la misma forma que en los pacientes muy enfermos existe la voluntad
de sanar, existen tendencias sanas en la sociedad, La enfermedad es una
tentativa de ordenar la patología que
afecta a un individuo; las erupciones sociales reflejan a menudo la misma tendencia. Todo lo que
existe, señala Reich, tiene sus buenas razones de existir. Uno puede reconocer
que las instituciones religiosas han ocasionado bastante cantidad de daño y que
la institución de la policía puede ser algunas veces represiva y brutal. Pero,
por otra parte, sin las restricciones aplicadas por la religión, nada se opondría
a la expresión abierta de una sexualidad enferma. (El hecho de que la religión
ha ayudado también a enfermar la sexualidad no tiene una conexión inmediata con
el argumento en cuestión) Incluso, sin las fuerzas de policía , la incidencia de la criminalidad se
multiplicaría de forma incontrolable, Las instituciones son el reflejo de una
sociedad enferma, pero al mismo tiempo tratan de poner remedio. Dar importancia
sólo a la primera cuestión i negligir la segunda, comenzando a abolir las
instituciones, seria un gesto de irresponsabilidad social total y llevaría al
caos. La decapitación sumaria del mal social es un método ilusorio ,eficaz únicamente entre las manos de la
reina de corazones de Alicia en el País de las Maravillas.
ARMADURA TEMPORAL
(…) Un niño vivo y sensible es continuamente atacado en la
escuela por uno de los niños más mayores, uno duro, un gran matón. Al principio
el niño intenta defenderse golpeando a su vez y es golpeado mas veces. La vez
siguiente intenta defenderse verbalmente y es batido de nuevo. Acaba
descubriendo que puede utilizar su inteligencia superior a la del otro para
hacerle comentarios astutos y despectivos que acaban por dejar atrás a su
verdugo y se restablece el equilibrio entre ellos. Gracias a la astucia, puede
expresar secretamente su hostilidad quedando sano y salvo. Cuando el se
comporta como un tramposo, no mira a los ojos como lo hace habitualmente,
retiene su pecho y tensa sus hombros. Está acorazado. Sin embargo, en presencia
de los otros niños y de su familia, continúa expresándose fácilmente, como
el niño vivo y libre que es. Es capaz de
ponerse la coraza solamente cuando la necesita en situaciones especiales. Esto
es el acorazamiento temporal.
En un mundo acorazado, el acorazamiento temporal es una cuestión
de supervivencia para todos, excepto para los santos. No siempre podemos
decirle a nuestro patrón que nos dio todo su trabajo, o decirle a nuestro
profesor que no se ha preparado su curso. Tomamos nuestro mal con paciencia y
nos volvemos insensibles. El acorazamiento temporal no provocará serios daños
mientras podamos conservar nuestro cuerpo y nuestro espíritu más o menos
libres. Existe peligro cuando la coraza temporal se puede volver crónica. La
resistencia temporal puede convertirse en una actitud constante y estaremos
encadenados.
Una vez que la restricción, impuesta por nosotros mismos con
la finalidad de protegernos de una amenaza inmediata, se convierte en un hábito
al que nos acostumbramos, se necesita un gran coraje para romper los límites
que nos constriñen y reencontrar nuestra libertad, Si no tenemos este coraje,
quedamos atrapados en la trampa y quedamos prisioneros a perpetuidad…
BIBLIOGRAFIA
1)- REICH,
W.: Cosmic Superimposition. Rangeley, Maine, Orgone Institute Pres, 1951
2)- MASSERMAN,
J.: The Practice of Dynamic Psychiatry, Philadelphia, Pa., W. B. Saunders
Co., 1955
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