Buenos días, en esta ocasión nos gustaría compartir con vosotros el articulo publicado por Thomas Lorango en el nº VII de la revista " Offshoots of Orgonomy". “Offshoots of Orgonomy”: es una revista que se empezó a publicar en Nueva York por colegas y discípulos de W. Reich a partir del 1980.
Saludos.
ARMADURA Y MÚSICA
por
Thomas Lorango
Hace siete años me obligué a examinar mi armadura y sus efectos
en la música, me sentí tan apasionadamente como un profundo pero ingenuo pianista.!
Aunque el camino ha sido y continúa siendo, difícil, los resultados han sido
mucho más gratificantes y profundamente satisfactorios de lo que hubiera podido
imaginar.
A través de la música, pensé que
podía expresar los sentimientos que no tenían otra salida en mi vida, usando el
piano como consuelo para la depresión y la soledad me había sentido como de
niño.
Empecé a tocar el piano a la edad
de cinco años, lo acepté rápidamente y me encantaba. En cuanto crecí, pasaba todo mi tiempo libre practicando y finalmente
separado del resto de mi vida. Es virtualmente imposible practicar dos o tres
horas al día, ir a la escuela, hacer los deberes y que te quede algo de tiempo
para divertirte. Aunque me di cuenta de que esto impedía cualquier tipo de
infancia saludable, hasta el día de hoy me siento que la práctica constante y
continuada de niño es la llave para una técnica fluida y natural más tarde en
la vida. ¡Pobre de mí!, el dilema del artista.
Dejé mi casa a los 16 años para
entrar en el Instituto de Música Curtis en Filadelfia, a los diecisiete estaba
estudiando el Quinteto de Piano de Brahms con la conductora de música de cámara
Karen Tuttle. Formé un grupo de música de cámara para estudiar este quinteto,
un trabajo con gran lirismo, pasión y heroico poder, y me sentí totalmente
capaz de tocar la pieza- hasta nuestra primera
lección con Karen Tuttle. Ella trató de explicarme que yo estaba cortando mi
energía contrayéndome antes de cada acorde que tocaba, produciendo así un
sonido feo sin significado real. Yo no entendí de que estaba hablando, es más,
pensé que ella estaba realmente loca. Sin embargo, algo al respecto sonaba
cierto en lo más profundo de mí,
insinuándome que volviera a ella para escuchar más.
Los puntos de vista de Ms, Tuttle
eran desafiantes y me forzaban a reexaminar
la crítica predominante de mis otros profesores---que sentí más de lo
que proyecté. Pero me pregunté ¿Qué tiene que ver esto con la tensión muscular?
A lo largo del resto de ese año (y en los años que siguieron). Trabajé
constantemente con Ms. Tuttle, tratando de entender los conceptos orgonómicos
que estaba explicando. Finalmente, pasó. Una verdadera oleada de energía vino a
través de la música y me golpeó como un rayo. La música de repente se hizo viva
y sentí una libertad y una profundidad
de expresión que nunca antes había experimentado. Pero, tan rápido como
vino, se fue. Tenía que ver con algo sobre lo que yo no tenía control, algo
orgánico.
Fue entonces cuando Karen Tuttle
me dio “La Función del Orgasmo” para leer. Lo devoré, sintiéndome
eufórico, aliviado, asustado y nauseabundo. Tocó una cuerda tan profunda que
enfermé. Pero empecé la terapia al día siguiente con un médico orgonomista. Me
había dado cuenta de que lo que proyectaba mi forma de tocar era la lucha
dentro de mí por sentir, no la belleza de la música. Aunque traté de hacer los
cambios necesarios de la noche a la mañana y convertirme en un pianista
completo al día siguiente, el proceso lleva siete años hasta ahora y aún continúa.
De niño, había escuchado a los
grandes músicos del pasado reciente (Arthur Schnabel, Pablo Casals, Fritz
Kreisler, Wilhelm Furtwängler, etc.), sintiendo que tenían una comprensión poco
común de la música. Sus grabaciones suenan con la vida y me conmovieron
profundamente. Ahora comencé a darme cuenta que cuanto más armado está el
hombre, menos capaz es de sentir y proyectar la gama completa y profunda de
emociones encerradas en las grandes obras de arte. A menudo había estado
insatisfecho con los conciertos que había oído de estudiante, sintiendo que las
actuaciones eran generalmente frías y mecánicas. Sabía que todos éramos capaces
de más, que tenía más que eso en mi---pero, ¿Cómo sacarlo?
La terapia orgonómica fue la
respuesta que había estado buscando
durante esos años, Todo empezó a cambiar: mi punto de vista, mis
sentimientos, la forma de tocar y mis relaciones. Vi que neurótico era en realidad, pero también
de lo que era capaz, de lo que todos somos capaces.
Mientras mi cabeza comenzaba a despejarse,
fui capaz de empezar a tratar con mi vida y mi música productivamente, con
menos obstáculos en mi camino. Pero también tuve de aceptar el hecho de que mi
crecimiento emocional y musical coexistían y que no podía apresurarlo. Mi tocar
se abriría orgánicamente, no con más y más practica mecánica.
Desafortunadamente, muchos profesores de música, hoy en día, no reconocen la
estrecha relación entre lo físico, lo emocional y lo musical. En cambio, la
expresión se enseña a través del método y la técnica, que nunca tiene éxito por
sí misma, hora descubrí que a medida que comencé a sentir y experimentar mi
vida, podría comunicarla y compartirla a través de la música.
A medida que me vuelvo más
saludable, la audiencia se vuelve más entusiasta y receptiva en mis conciertos.
Parecía que cuanta más energía era capaz de liberar más emocionada estaba la
audiencia. Sin embargo, yo no estaba preparado para la reacción de algunos de
mis colegas y profesores. Mientras algunos de ellos estaban felices de que yo
hubiera empezado a “abrirme”, otros estaban ofendidos y prensaban que me había vuelto
demasiado salvaje y apasionado. Me di cuenta de que si continuaba por este
camino tendría que aceptar el hecho de que las reacciones hacia mi música
serian más fuertes, tanto más positivas como más negativa. Cuanta más energía mueves,
más fuerte es la reacción de la gente hacia ti. ¿Pero, qué otro camino tienes
para seguir una vez que has empezado a moverte en dirección a la libertad?
He continuado usando los
principios de la orgonomía como base de mi vida y mi trabajo, y nunca me he
sentido tan satisfecho. Quizás más personas comenzaran a darse cuenta de que su armadura es un
factor importante que habita en su arte y que es su responsabilidad como
artistas hacerle frente. Las grandes obras de arte provienen de una combinación
de cerebro y corazón, como expresiones del flujo libre de la conciencia.
Desafortunadamente, nosotros, los
que interpretamos la gran música, no siempre tenemos éxito, y nuestras interpretaciones
pueden ser superficiales. Hemos de estar en contacto con la salud y el matiz de
la emoción dentro de nosotros mismos para dar vida a las grandes obras maestras.
La música puede ser una de las
cosas más bellas de la vida, sacándonos de nuestras rutinas diarias a un nivel
más alto de consciencia. Soy afortunado de tener la oportunidad de alcanzar
esto a través del conocimiento del trabajo de Reich con la ayuda de Karen
Tuttle, quien es una influencia singular en mi vida, tanto a nivel musical como
personal, de la misma manera que lo es para muchos otros.
* Traducción del original en inglés por Ascensión Martínez
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