“La Función básica del carácter es la construcción de una coraza contra
los estímulos del mundo exterior y contra los impulsos internos. La forma que
toma la coraza depende del grado de armadura en las diferentes zonas erógenas
donde ha quedado concentrada la mayor parte de la energía libidinal.”
Iniciamos esta entrada
con este fragmento sobre el CARÁCTER, tomado del libro del Dr. Carles Frigola “Primeros auxilios emocionales”. (FRIGOLA.C LAERTES. Barcelona 2004).
Consideramos interesante volver a
hacer presente la función básica del carácter como base para poder comprender
el concepto de: Estructura de Carácter. También consideramos apropiado recordar
aquí el punto esencial para Reich del método de carácter-análisis
“El análisis del carácter se
constituyó en la herramienta la servicio de la meta. Como herramienta está
anclada y posee fuertes lazos con la teoría y las técnicas psicoanalíticas
clásicas. Pero la raiçon d’etre de
Reich para su análisis del carácter era la prevención de la neurosis, que es la
tarea cardinal de la medicina y la psiquiatría. Este era el punto esencial
desde el mismo comienzo del análisis del carácter en la década de 1920-1930 en
el Ambulatorium de Viena."
En la entrada publicada en el blog el 26 de Octubre del el Dr. Frigola nos hablaba sobre el carácter Límite o Borderline. A continuación tenéis la segunda parte que complementa y cierra el artículo dedicado a esa Estructura de Carácter. Este artículo ha sido publicado en el número 37 de la revista bimensual GiroSalut.
LA MEDICINA
ORGONÓMICA
Las estructuras de Carácter
EL CARÁCTER LIMITE O BORDERLINE II
Dr. Carles Frigola
Una de las
consecuencias del exceso de narcisismo y de vivir dentro del espacio marsupial
y de utilizar la identificación proyectiva es que el sujeto que tiene un carácter
límite o borderline se relaciona con la persona que tiene cerca ; el padre,
madre, novio o novia, etc. no como si fuera una persona separada viviendo en el
mundo externo y con sus propias características ( el objeto de amor con sus
propios sentimientos y particularidades), sino que se relaciona con el objeto
de amor como si estuviera relacionándose consigo mismo/a.
Además, pasando
por alto aspectos o características del
objeto ( Intelectuales, físicos, emocionales, etc.), que no se presten a la
proyección o persuadir al objeto para que
represente el papel que se le pide hacer dentro de la tela de araña del espacio
marsupial. Eso quiere decir, sin tapujos, utilizar a las personas cercanas
y sus sentimientos para las propias
necesidades narcisistas del sujeto.
W.Reich lo
describió en el carácter impulsivo como una función defensiva de las relaciones
narcisistas del sujeto. Muchas personas con un carácter borderline tienen un carácter narcisista patológico.
Los objetos
de amor no existen en la realidad externa sino como actores que viven en el
mundo externo donde el sujeto los hace jugar o representar el papel de las
propias necesidades (sexuales, emocionales, de afecto, económicas, etc.) del
sujeto dentro del propio espacio marsupial. En este espacio marsupial, que es
mental y emocional, es un lugar muy
seguro donde no existen ni sentimientos de culpa, ni remordimientos, ni ninguna
preocupación por el estado de los objetos de amor. Es un mecanismo de defensa
muy bien construido porque sirve para suprimir toda ansiedad del sujeto, a
costa de pagar un altísimo precio.
Como he dicho
en otro artículo de Girosalut, las personas con un carácter límite o borderline abren las compuertas del pantano del
inconsciente dejando ir el 100% de la impulsividad porque el YO – tan tempranamente formado y
traumatizado – no tiene ningún otro mecanismo de defensa que la disociación del
mismo Yo. El Yo no dispone de otro mecanismo de defensa más elaborado y más
tardío como tienen otras personas no traumatizadas y que es la represión de la
impulsividad, dejando ir solamente el 20% de la agresividad. El resto, el 80%,
siempre queda en el inconsciente, que es el lugar donde debe quedarse. Las personas con un carácter límite o borderline, fueron tan
prematuramente traumatizadas y con tanta
crueldad , en un momento de su infancia en que el inconsciente aún no estaba
formado y el Super-yo no estaba construido del todo.
Por esta
razón, el Super-yo no se encuentra dentro del núcleo interno de la mente ( el
Yo, el sí mismo , el ideal del Yo y el ello ), como dice W. Reich, y por tanto,
integrado y dialogando constantemente
con las otras partes del núcleo de la mente.
El Super-yo
esta fuera de la mente y del mundo externo y dando vueltas como un satélite en
el espacio marsupial, que da mucha seguridad, pero solamente a la persona y a
su narcisismo. No da seguridad cuando uno se encuentra fuera, en el mundo de
los objetos externos y fuera del narcicismo. Esto causa una gran debilidad en
el Yo y una difusión de la propia identidad. Los objetos del mundo externo son
solamente actores o compañeros del propio narcisismo. Y con ellos, estas
personas con un carácter límite o borderline
se sienten seguros, pero viven en un mundo marsupial de sueño. El Super-yo
sería como el pasaporte para viajar por todo el mundo. Sin este Super-yo, uno,
solamente se puede quedar en casa : narcisismo.
Cuando los
objetos dejan de jugar el papel que se les pide, y se van del espacio marsupial,
entonces sale la peligrosa parte impulsiva y la proyectan hacia los objetos de
amor ( sadismo). Pero en el fondo también estos impulsos (autodestructivos)
contra el sí mismo (masoquismo) ya que destruyen lo que más necesitan, y al
final estas personas con un carácter borderline acaban con la relación amorosa
o con la amistad.
I con el
tiempo, empezando otra vez, utilizan nuevos objetos que se presten. Como estas personas con un carácter límite o borderline
acostumbran a ser físicamente e intelectualmente atractivos, muchas personas se
quedan atrapadas y enganchadas y se prestan a jugar el papel que se les pide
hacer. Pero con una sola condición: entrar y “jugar” en el mundo marsupial.
Estas
personas con un carácter límite o bordelrine
tienen una parte peligrosamente destructiva hacia los propios objetos de
amor (sadismo) y lo que es peor aún, una
auto-destructividad hacia ellos mismos ( masoquismo ). La parte
auto-destructiva y poderosa (enferma) de la mente de estas personas tiraniza la
otra parte más sana, dependiente y muy necesitada de mucho amor y afecto, esto hace que se le
impida el acceso a buenos objetos de amor.
En el espacio
marsupial el amor y el odio van juntos. De hecho no se pueden separar el uno
del otro. Van en el mismo pack. Esto es debido a que el Super-yo no los puede
separar y discernir, porqué aún está por formarse. Es como si en el juego de la
vida no hubiera ningún árbitro. Recordemos que fueron traumatizados de muy
pequeños y expulsados del mundo de la madre
y no tienen la capacidad de reciclar los sentimientos.
Puesto que el
Super-yo no está integrado en la mente, el amor y el odio se alimentan
mutuamente. Cuanto más amor, más odio despierta la parte destructiva de la
mente. Lo mismo pasa con los objetos de amor.
Cuanto más amor y más crecen los
buenos objetos dentro de uno mismo, más odio se despierta y más el mal objeto
(impulsivo) crece.
En el espacio
marsupial, en lugar de entrelazarse de una manera consciente como pasa en las
personas normales y no traumatizadas i por tanto, se viven constantemente
separados en la mente y en los sentimientos el amor y el odio; es decir, el
Super-yo hace de árbitro. En las personas traumatizadas, los impulsos destructivos
(odio) se mezclan con la libido ( amor).
En resumen,
las personas que viven en el espacio marsupial no pueden hacer una
discriminación entre aquello que es
bueno y aquello que es malo y por lo tanto, entre el amor y el odio. Entonces,
el sujeto con un carácter borderline desarrolla relaciones perversas con los
objetos de amor en los cuales se mezclan los buenos objetos y los malos y se idealizan
los malos. De aquí el sadomasoquismo. El amor y el odio están relacionados y
mezclados de forma pervertida dentro de
la personalidad de la persona que tiene un carácter
límite o borderline.
El verdadero
problema es que las personas que viven mucho tiempo dentro del espacio
marsupial, es que el mismo se convierte en una organización
patológica de la propia mente. Mejor dicho, se convierte en una organización
mafiosa y delincuente de la propia mente. Esta organización secuestra las
partes buenas y más sanas del Yo de la persona y de los buenos objetos de amor que tiene la persona. Es como vivir
secuestrado emocionalmente toda la vida.
El
tratamiento psicoanalítico está enfocado en ayudar a reconstruir, en la mente
de estas personas, un Super-yo sano y fuerte que pueda hacer de árbitro y
regular la falta de control de los impulsos y la difusión de la identidad que
padecen.
El Dr.Carlos Frigola es psiquiatra, psicoanalista. Premio Pascual y Prats del Colegio de Médicos y de la Agrupación de Ciencias Médicas de Gerona. Dip. Tavistok Clínic y Institute of Human Relations. Londres.
Director de la Fundación Wilhelm Reich. Miembro del American College of Orgonomy. Autor de diversos libros. Trabaja en la Clínica de Medicina Orgonómica de Creixell. Borrassá. Tel. 972 50 62 91.
www. Wilhelm-reich.org y en el blog: compartir-wilhelmreich.blogspot.com
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