miércoles, 13 de mayo de 2015

LA MEDICINA ORGONÓMICA- Las estructuras del Carácter- El carácter socio-político III

En anteriores entradas en el blog hemos ido comentando algunas de las estructuras del Carácter socio-político. Aqui teneis la tercera entrada que trata sobre este tema . Corresponde al artículo escrito por el Dr. Carles Frigola en el número 34 de la revista bimestral GiroSalut.










LA MEDICINA ORGONÓMICA

Las  estructuras del Carácter

El carácter socio-político III

Dr. Carles Frigola


En la conferencia internacional sobre terrorismo que tuvo lugar en Jerusalén, en 1979, se adoptó la siguiente definición:" Terrorismo es el asesinato sistemático y deliberado que amenaza y mutila a las personas inocentes para inspirar terror y conseguir, con esto, fines políticos". Tal definición, aunque muy pragmática, es inexacta desde el punto de vista de la psicología de masas. Fue W Reich quien interpretó " fines políticos" como " fines caracterológicos", que son la expresión del carácter humano dentro de la escena social.

J.Q. Wilson, profesor de la ciencias políticas de la Universidad de Harvard, señala la diferencia entre terrorismo y guerrilla: " esta última dirigida contra el ejercito militar de un poder de ocupación, una fuerza usada para alterar cierto orden político y militar, a fin de hacer imposible  el mantenimiento de cualquier clase de orden o poder". Sin embargo, en una sociedad con elecciones libres, debates parlamentarios y una oposición legitima, es mucho mas despreciable y vil que cuando el terror ocurre en una sociedad donde no existe ninguna posibilidad de cambios alternativos.

¿Por qué es tan difícil comprender el actor de terror? De acuerdo con W. Reich existen tres niveles en la estructura caracterial humana: 1) la fachada social, que es lugar de la ética y la moral. La ocupa el yo y el ideal del yo.2) El nivel secundario que contiene "todo el mal" del hombre acorazado; el odio contra la vida, el espíritu de venganza y  todos los impulsos asesinos. Es el lugar del instinto de muerte de Freud y donde se encuentra el súper yo. 3) El núcleo biológico sano, que es el responsable del avance de la humanidad: la construcción de un mundo mejor y más justo el cual deberemos entregar a las generaciones futuras: “la llama que nunca se apaga” (Popper). Es el núcleo altruista del ser humano y el lugar que ocupa también el ideal del yo.

Técnicamente hablando el terrorismo es el resultado de la explosión de toda la estructura caracterial humana que permite al individuo “pasar por alto” todas las inhibiciones inconscientes y dirigirla hacia afuera de la manera más monstruosa y atroz, sin ninguna clase de escrúpulo. Una explosión volcánica de todo el nivel secundario de la coraza caracterial que debería permanecer siempre inconsciente.

P. Mathews, profesor de psicología social de la Universidad de Nueva York, señala que los terroristas utilizaran todos sus recursos para oponerse a la solución de los problemas políticos. Harán todo lo que esté a su alcance, se aliarán con quien sea (incluyendo alianzas con criminales) para impedir toda “solución política” y llevar al Estado al borde de la destrucción.

Es precisamente esta “causa profunda” la verdadera motivación del carácter de la plaga emocional. Pero, en este sentido, los terroristas de “despacho” son un hecho trágico que debemos señalar. Ellos también harán todas las alianzas corruptas que sean necesarias; ellos han llevado al Estado, a la Banca o a la Sociedad del Bienestar al borde de la destrucción; ellos se consideran a sí mismos como “una elite poderosa” que puede ponerse por encima de la voluntad de la mayoría.

Existen actualmente dos clases de plaga emocional: los fanáticos del estado islámico que masacran a los inocentes en todo el mundo y, por otra parte, los terroristas de taje gris y corbata que han sido los responsables de la crisis social y económica que estamos viviendo
.
Las actividades de los fundamentalistas nos conducirán, como ha remarcado J.Q.Wilson, a un totalitarismo de un color u otro. Desafortunadamente, ni el sentido común, ni las leyes parlamentarias funcionan con las personas con una estructura de carácter de la plaga emocional. Es necesario “desenmascararlos”, como decía Reich.

El fenómeno del reclutamiento de los fundamentalistas a escala mundial, que es ya irónico en sí mismo, es también posible dentro de una sociedad democrática donde se encuentra la forma más alta de libertad. Libertad que tolera incluso la expresión de odio subversivo de sus ciudadanos. En el fondo como señala P. Matews, este odio por una sociedad más libre es, al mismo tiempo, un odio por la libertad en general. La libertad es intolerable para estas personas acorazadas, que sólo conocen un solo mecanismo de descarga: el terror. Un mecanismo de control social que tuvo su comienzo con la revolución francesa de Robespierre en 1793. Y que todavía sigue existiendo. Un ejemplo reciente en Rusia con el asesinato de los líderes opositores a Putin.

Frente a la plaga emocional, ¿debemos rendirnos a la evidencia que un pesimismo realista comporta? ¿Cómo, pues, organizar concretamente la sociedad según los criterios de la democracia? Para empezar, ¿una política auténticamente democrática no sería otra cosa que la desmitificación radical de toda la clase política?: un pensamiento de W. Reich que parece que han tomado como suyo Podemos. Sin embargo, Podemos, disfrazado de “buenas intenciones” de una “nueva hermandad universal” y de una “nueva burocracia política sin burocracia” en el fondo propone una sovietización de la sociedad española, y por ello, se encuentra dentro del carácter de la plaga emocional.

Los políticos profesionales todavía son capaces de tener miedo cuando un político de élite -el tesorero de algún partido político- parece creer a todas luces en su propio sinsentido. Entonces todos los demás colegas se ponen en guardia. Estamos acostumbrados a la idea de que la mayoría de gente creerá a ciegas lo que los “políticos decentes” dicen. El peligro es que tales políticos “decentes” algún día pueden dejar de ser unos cínicos.

Quiero terminar haciendo una reflexión sobre el carácter de la plaga emocional, que puede tomar la forma de burocracia extrema, difamación, racismo, usura, corrupción, estafa, desfalco y conducta antisocial y sectaria. Tenemos muchísimos ejemplos en España. Su pensamiento no sirve, tal como ocurre con los demás caracteres políticos- que hemos descrito en Girosalut- para conducirle a una conclusión correcta; al contrario, le sirve para confirmar una conclusión irracional previa o para racionalizar tal conclusión. Este carácter funciona solo por prejuicios. Es intolerable al pensamiento racional e inaccesible a la argumentación. Cualquier cosa que contradice su  modo de vivir o de pensar provoca su cólera y su oposición sistemática. Sin embargo, su opinión política sistemática está tan bien camuflada, a través de los modos socialmente aceptados, que es muy difícil detectarlo.

El carácter de la plaga emocional explota la sexualidad natural y sana de los jóvenes a los que manipula y los convierte en objetos pasivos de consumo. Por este motivo el carácter de la plaga emocional odia el trabajo creativo: una carga y una responsabilidad que este carácter no puede tolerar. Es un moralista puritano en los casos más benignos y en los casos peores toma la forma del terrorista de traje gris y corbata, que acostumbra a disfrazarse de periodista, escritor o tertuliano de la radio o la televisión.

Frente al terrorismo interior de la plaga emocional, Freud dejó muy claro que nada se podía hacer al respecto. Nuestra civilización esta fundada en la represión y, la represión social está porqué el hombre se ha vuelto contra sí mismo (violencia, tortura, genocidio, desastres medioambientales, cambio climático, etc.).
Sin embargo, todavía soy optimista. Creo que el “animal humano” es un organismo vivo dotado de capacidad creadora (trabajo), de la consciencia ( conocimiento) y del deseo de armonía social ( amor). “El amor, el trabajo y el conocimiento son las fuentes de la vida y, por lo tanto, deben gobernarla”, repetía Reich.

Los individuos que se colocan en los extremos del espectro sociopolítico, como caracteres de la plaga emocional, raras veces buscan ayuda terapéutica. Si lo hacen su rigidez caracterial está muy bien estructurada y casi siempre está dirigida hacia el exterior (proyección). Su brutalidad y su venganza inconscientes crean en el terapeuta fuertes sentimientos de contra-transferencia: es un reto a veces difícil de manejar.


El Dr.Carlos Frigola es psiquiatra, psicoanalista. Premio Pascual y Prats del Colegio de Médicos y de la Agrupación de Ciencias Médicas de Gerona. Dip. Tavistok Clínic y Institute of Human Relations. Londres.
 Director de la Fundación Wilhelm Reich. Miembro del American College of Orgonomy. Autor de diversos libros. Trabaja en la Clínica de Medicina Orgonómica de Creixell. Borrassá. Tel. 972 50 62 91.
 www. Wilhelm-reich.org y en el blog: compartir-wilhelmreich.blogspot.com




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