LA MEDICINA ORGONÓMICA
CARÁCTER DEPRESIVO CRÓNICO
Dr. Carles Frigola
El carácter depresivo-crónico pertenece al grupo fálico-narcisista pero arrastra un bloqueo oral muy antiguo y profundo en su estructura de carácter. Tiene todas las cualidades del carácter fálico- narcisista, aunque el bloqueo oral enmascara- por medio de la depresión- su estructura agresiva y atlética.
Posee un yo débil aplastado entre un Super-yo (conciencia moral) muy primitivo y punitivo y las demandas del ideal del Yo que quieren ser fálicas. Es como un equipo de futbol que siendo de primera división ha bajado, a pesar de todo, a segunda división.
La depresión aparece cuando la rabia natural es totalmente tragada y retenida por la armadura oral. Así, su auto imagen es la de una persona insignificante y despreciable. El interés por el mundo va desapareciendo en la medida en que estas tendencias auto punitivas, que están contenidas en el segmento oral, se intensifican. Entonces el cuerpo se contrae, se arruga, pierde energía y deja de interesarse por el ambiente. Su atención se centra exclusivamente en sus propias necesidades narcisistas, que como hemos dicho no son fálicas sino orales. Esto explica el uso frecuente de los pronombres Yo y Mío. La proyección se remplaza por la introyección.
En el carácter depresivo-crónico los impulsos internos quedan desviados de su camino. Con la proyección, estos se desvían debido a las percepciones distorsionadas del mundo exterior. Con la introyección las falsas percepciones originadas desde dentro del individuo, es decir, de su propio mundo emocional, se utilizan como una defensa contra otros impulsos internos. Por esta razón, con el bloqueo oral se reactivan síntomas obsesivos u otros síntomas compulsivos, que en realidad no lo son. Por ejemplo, su actitud solitaria, rígida, moralizante y obsesiva, únicamente expresa su núcleo fálico que está inhibido por la represión oral. Su gran inhibición psíquica y corporal le impide mostrar en público la agresión que siente dentro de sí mismo.
El carácter depresivo-crónico muestra una personalidad muy sensitiva y romántica, pero incapaz de mostrar sus sentimientos. Es generosa y no es tacaña como el carácter obsesivo (que describiremos en otro número de Girosalut.)
Por su timidez y modestia aparenta ser una persona introvertida, pero en realidad no lo es. Se encuentra como dentro de una caja y no consigue expresarse. Parece estar muy bien ajustada socialmente- y así lo aparenta- pero su vida emocional es una olla a presión, un volcán a punto de estallar. Cuando el bloqueo oral se intensifica, sube la depresión. A veces la persona no está deprimida, pero entonces muestra una seriedad y una tristeza elegante.
Los contratiempos los soluciona con auto compasión, quejas y sentimientos de culpa. El fálico-narcisista puro culpa a los demás, el carácter depresivo se culpa a si mismo.
El carácter depresivo-crónico es extremadamente responsable, honesto, meticuloso y ordenado sin pasarse. Tiene en general un buen sentido del humor. Es breve, caustico y cínico, pero acaba con el auto-desprecio. Como tiene poca habilidad para defenderse de forma agresiva y su sentido de culpa lo fuerza a estar de acuerdo con cualquiera que le pueda llevar la contraria, todo lo siente como inadecuado. Es decir, esta metido en un callejón sin salida entre su culpa y su lucha por el éxito y su capacidad agresiva con el embregue del coche puesto, por decirlo de alguna forma.
La vida es “una prueba constante”, pero como pertenece al grupo fálico-narcisista su gran determinación hace que siga adelante. Incluso llegando a veces, en su desesperación, a manifestaciones histéricas.
Su habilidad crítica es mejor que su habilidad creativa y el ridículo le llena de amargura. Esto le lleva a enfermar de la vesícula biliar. Es muy calmado, es un “gentelman”, incluso se permite dejarse ir emocionalmente en un intento de romper las cadenas.
Envidia a los fálicos narcisistas puros y quiere la libertad para sus restricciones orales, pero no puede romper las fuertes esclusas de las contenciones internas. Tiene un fuerte impulso sexual, pero está inhibido por el moralismo, preocupado en exceso por la propiedad, tanto como por sus sentimientos inadecuados. El hombre depresivo-crónico tiene miedo de ser ridiculizado por la mujer, a la que necesita en exceso debido a sus demandas orales. La mujer depresiva-crónica siente lo mismo respecto al hombre: necesita su afecto y atenciones constantemente.
El carácter depresivo-crónico prefiere el trabajo intelectual a los deportes o las actividades lúdicas. Es una persona muy educada, quieta, idealista y excesivamente sentimental. Se explica bien, pero frecuentemente es mal comprendido puesto que espera que los otros le entiendan enseguida sin ningún esfuerzo por su parte.
Como tiene poca gratificación en la zona oral, no es un gran orador, come poco y es frugal en sus dietas. Aún así, ocasionalmente disfruta como un gourmet, sobre todo si los platos son exquisitos y bien elaborados. En esto se distingue del carácter histérico que se defiende del placer oral, sobre todo en el besar y en disfrutar de la comida, ya que este carácter reacciona con disgusto debido a un rechazo del sexo y del erotismo.
El lector ya habrá reparado que el carácter depresivo-crónico es un carácter hamletiano ( Hamlet ). El único entre todos los caracteres que se atreve a enfrentar-se con el espectro del Super-Yo, pero que acaba dejando al Yo y al objeto de amor en una lucha sin esperanza.
Carlos Frigola es psiquiatra, psicoanalista. Premio Pascual y Prats del Colegio de Médicos y de la Agrupación de Ciencias Médicas de Gerona. Dip. Tavistok Clínic y Institute of Human Relations. Londres. Director de la Fundación Wilhelm Reich. Miembro del American College of Orgonomy. Autor de diversos libros. Trabaja en la Clinica de Medicina Orgonómica de Creixell. Borrassá. Tel. 972 50 62 91. WWW. Wilhelm.reich.org y en elblog compartir-wilhelmreich.blogspot.com
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