domingo, 2 de diciembre de 2012

SEMINARIO 2012- MISTICISMO Y ÉXTASIS

Siguiendo el hilo de las últimas entradas publicadas en el blog sobre los temas tratados en el seminario de este año 2012. En esta entrada encontrareis el trabajo original realizado sobre el tema del místicismo y el éxtasis, desde una  visión orgonómica . Parte de este trabajo se presentó en el seminario ilustrando la interpretación de la escultura de Gian Lorenzo Bernini " El éxtasis de Sta. Teresa"




MISTICISMO Y ÉXTASIS



Sta. Teresa de Jesús, Bernini, Kandinsky, Reich.




Una aproximación a la obra de Gian Lorenzo Bernini. “El Éxtasis de Sta. Teresa” Desde una perspectiva orgonómica.






Seminario 2012.

Ascensión Martínez


Amb agraïment…







“Il n’est en art une chose qui vaille: Celle qu’on ne peut expliquer”

Georges Braque





“…Perdida del “aura” de la autenticidad de la obra original…”

Walter Benjamin






INTRODUCCIÓN



“Hemos perdido el contacto con la naturaleza de la cual hemos salido. Estamos separados de nosotros mismos de nuestras sensaciones y ansiedades.

La toma de conciencia de esta alienación nos permite comprender nuestro Arte y el de otras culturas.” - Arte y Orgonomia. Prof.John M. Bell



Ola Raknes. Doctor en psicologia y Miembro del American College of Orgonomy en su articulo sobre Orgonomia y Religión escribe: Lo que ahora considero incompleto e inadecuado en mi investigación sobre la base psicológica de la religión (tal es el subtítulo de mi tesis) es haber explicado los estados de consciencia místicos como irrupciones de emociones y pensamientos reprimidos en la consciencia. Es justo sólo hasta cierto punto, pero lo esencial que emerge es la sensación de corrientes orgonóticas que recorren el cuerpo, es la exaltación que acompaña a esas corrientes, es la sensación irresistible de ser movido por algo externo al Yo consciente y es la sensación de vivir una nueva vida. Son sobretodo estos dos últimos aspectos de la experiencia religiosa, los que han jugado un papel preponderante en todas las religiones llamadas superiores.

A este respecto sería útil de mencionar que cuando un niño, mientras crece, debe suprimir- reprimir, para utilizar un término del psicoanálisis- una sensación o una emoción, la primera cosa en ser suprimida, es la percepción de la sensación o la emoción. Cuando, entonces, la emoción o la sensación reprimida emerge de nuevo en la consciencia y es percibida, no nos podemos asombrar de que esto sea sentido como una nueva forma de vida, comportando el sentimiento de ser iluminado por la luz de la verdad y de tener una nueva comprensión de las cosas. Parece ser que son las percepciones de las corrientes orgonoticas a través del cuerpo las que son suprimidas en primer lugar; cuando estas corrientes emergen de nuevo, al nivel de la consciencia, es probable que sean responsables de visiones o impresiones subjetivas brillantes de las que oímos hablar tan a menudo en las biografías religiosas. En éter, Dios y el diablo (3), Reich ha demostrado como las pulsiones secundarias tal como, el odio, la envidia, la maldad, la necesidad de destruir, el placer obtenido en infligir dolor o observarlo, estaban atribuidos al diablo o a otra fuerza maléfica, mientras que todos estos comportamientos están engendrados por la frustración y la supresión de las pulsiones primarias naturales.

Por esto, cuando se estableció lo que era del dominio del diablo, aquellos que suprimieron las pulsiones naturales también han relegado al campo del diablo las pulsiones primarias como podían ser el amor sexual, la curiosidad y la independencia, puesto que ellas habrían sido causa de situaciones embarazosas para ellos. Pero el hecho de suprimir o de inhibir las pulsiones primarias, especialmente el amor sexual, es el medio más seguro de suprimir a un grado más o menos importante las sensaciones orgonóticas en el cuerpo y, por lo tanto, de restringir o de disminuir la base biológica de todas las experiencias religiosas.

En la mayor parte de las sociedades, es en nombre de la religión que se establece que todas las manifestaciones del nivel secundario sólo pueden ser dictadas por el diablo que influencia también ciertas pulsiones primarias. Así es como la religión, en lugar de ser lo que era originalmente, es decir una expresión de las corrientes orgonóticas y del contacto orgonótico con los seres humanos, los animales, la naturaleza en general y el universo, se convirtió en el medio de suprimir el metabolismo de la energía libre y de pervertir las pulsiones primarias naturales haciendo que se convirtieran en pulsiones secundarias hostiles a la vida. Sin embargo, gracias a la fuerza natural de las energías primarias de la vida, la mayor parte de las religiones han conservado una buena parte de la vitalidad original y en consecuencia LAS RELIGIONES REPRESENTAN PARA LA MAYOR PARTE DE LAS PERSONAS EL MEDIO MAS ACCESIBLE PARA EXPERIMENTAR ALGUNAS SENSACIONES ORGONÓTICAS, es algo de una importancia fundamental pero muy limitado, mezclado con muchas pulsiones secundarias, y, calificado de experiencia sobrenatural.

Acerca de los sentimientos religiosos, lo que parece ser lo más estable y lo más duradero, a pesar de las diferencias teológicas, es el núcleo de energía pura base de toda experiencia religiosa, que es interpretado de diversas formas según las sociedades, el periodo histórico y el carácter del creyente.





Dra. Bárbara Goldenberg: Misticismo, Or y Dor. Un enfoque Orgonómico

El punto de vista Orgonómico del Misticismo

De acuerdo con Reich, el místico es un individuo patológico y sufre de un alto grado de impotencia orgásmica. Ha mantenido contacto con su núcleo; esto significa que puede sentir sus propias excitaciones orgonóticas, v.g. el flujo energético de orgone que se origina desde el núcleo. Pero, como siente esta excitación a través de la armadura, el místico distorsiona y malinterpreta lo que realmente siente.

Todos los enfermos neuróticos poseen un nivel secundario entre el núcleo y la periferia y sufren además de una transformación de los impulsos (de primarios a secundarios) ¿En qué difiere un místico de un neurótico? La diferencia se encuentra en el uso extremo que el místico hace del mecanismo de la proyección patológica.

La proyección como mecanismo defensa, puede ocurrir en cualquier tipo de diagnóstico, o sin patología como en el caso del animismo. En término analíticos, una proyección identificativa patológica. El místico posee un fino y sutil contacto con su propio nivel de DOR. Esto que le ocasiona una profunda vergüenza es proyectado y reemerge como lo diabólico. El místico percibe su DOR como “no propio” (no yo) pero sí como un adversario exterior. En este aspecto, muestra una estrecha semejanza con el esquizofrénico, quien también proyecta partes inaceptables de sí mismo, las cuales después reemergen como su perseguidor.

Su anhelo por lo inalcanzable es intenso y, señala Reich, requiere dos aliados: terror y brutalidad. El místico está aterrorizado por el movimiento debido a que no puede soportar sus propias sensaciones orgánicas. Por lo tanto apologiza la inmovilidad y la consumación mística se convierte en una quietud absoluta. Como otro aspecto de su terror, siente que el dejarse ir, el abandonarse, puede desencadenar una tempestad de DOR, es decir su adversario, el diablo. Esto le destruiría irremisiblemente. Esta aterrado por el aniquilamiento. Así pues en el Acmé místico debe prevalecer la más absoluta quietud, ya que el movimiento podría dejar escapar al diablo y esto le destruiría.

El segundo aliado la brutalidad deriva de su estructura caracterológica, Transforma los impulsos y deseos naturales hacia deseos y salidas sadomasoquistas. La Inquisición Española, representa un perfecto maridaje entre la plaga emocional y el misticismo.

Sta. Teresa de Jesús (1515-1582)


El éxtasis se produce en estado de recogimiento, de quietud, un fenómeno extraordinario en el que todas las actividades de la vida quedan suspendidas, en que el “alma” se desprende del cuerpo.

Libro de la Vida. Cap.20

3. En estos arrobamientos parece no anima el alma en el cuerpo, y así se siente muy sentido faltar de él el calor natural; vase enfriando, aunque con grandísima suavidad y deleite. Aquí no hay ningún remedio de resistir, que en la unión, como estamos en nuestra tierra, remedio hay: aunque con pena y fuerza, resistir se puede casi siempre. Acá (7), las más veces, ningún remedio hay, sino que muchas, sin prevenir el pensamiento ni ayuda ninguna, viene un ímpetu tan acelerado y fuerte, que veis y sentís levantarse esta nube o esta águila caudalosa (8) y cogeros con sus alas.

Libro de la Vida. Cap.29

Quiso el Señor que viese aquí algunas veces esta visión: veía un ángel cabe mí hacia el lado izquierdo, en forma corporal (26), lo que no suelo ver sino por maravilla; aunque muchas veces se me representan ángeles, es sin verlos, sino como la visión pasada que dije primero (27). En esta visión quiso el Señor le viese así: no era grande, sino pequeño, hermoso mucho, el rostro tan encendido que parecía de los ángeles muy subidos que parecen todos se abrasan. Deben ser los que llaman querubines (28), que los nombres no me los dicen; mas bien veo que en el cielo hay tanta diferencia de unos ángeles a otros y de otros a otros, que no lo sabría decir. Veíale en las manos un dardo de oro largo, y al fin del hierro me parecía tener un poco de fuego. Este me parecía meter por el corazón algunas veces y que me llegaba a las entrañas. Al sacarle, me parecía las llevaba consigo, y me dejaba toda abrasada en amor grande de Dios. Era tan grande el dolor, que me hacía dar aquellos quejidos (29), y tan excesiva la suavidad que me pone este grandísimo dolor, que no hay desear que se quite, ni se contenta el alma con menos que Dios. No es dolor corporal sino espiritual, aunque no deja de participar el cuerpo algo, y aun harto. Es un requiebro tan suave que pasa entre el alma y Dios, que suplico yo a su bondad lo dé a gustar a quien pensare que miento (30).

14. Los días que duraba esto andaba como embobada. No quisiera ver ni hablar, sino abrazarme con mi pena, que para mí era mayor gloria que cuantas hay en todo lo criado.

Esto tenía algunas veces (31), cuando quiso el Señor me viniesen estos arrobamientos tan grandes, que aun estando entre gentes no los podía resistir, sino que con harta pena mía se comenzaron a publicar. Después que los tengo, no siento esta pena tanto, sino la que dije en otra parte antes no me acuerdo en qué capítulo (32), que es muy diferente en hartas cosas y de mayor precio; antes en comenzando esta pena de que ahora hablo, parece arrebata el Señor el alma y la pone en éxtasis, y así no hay lugar de tener pena ni de padecer, porque viene luego el gozar.

Sea bendito por siempre, que tantas mercedes hace a quien tan mal responde a tan grandes beneficios.



Bernini (1598-1680) El éxtasis de Sta. Teresa. (Comentario V. Camarasa)

Es un ejemplo del arte barroco entendiéndolo desde su punto de vista más emocional y propagandístico de la contrarreforma. Busca representar visualmente e intenta trasmitir al espectador las sensaciones del éxtasis. La obra es un conjunto escultórico. Bernini concibió el conjunto para ser contemplado desde un punto de vista. Bernini consigue en esta obra llegar a un verdadero virtuosismo a la hora de tratar las distintas superficies esculpidas, dándonos un verdadero muestrario de texturas, blandas en las carnes, duras y lisas en los ropajes de la santa, sutiles y pegadas al cuerpo en los del ángel, rugosas en las nubes...

Frente a este estado de pérdida, la fuerte expresividad de los paños flotantes de la santa consigue comunicar de forma plástica la turbación y agitación del momento, haciendo desaparecer bajo ellos el cuerpo, como si su corporeidad, en este momento cumbre, se deshiciera en un puro temblor.

En contraste con su fuerte expresividad, el ángel, su mirada y gestos suaves, sus paños de pliegues finos, ofrecen el conveniente contrapunto de serenidad que acentúa, aún más, el estado de la santa.

Utiliza la luz cenital para dar un carácter pictórico a su obra. En todas sus obras busca la representación del momento de mayor tensión en donde los conflictos se encuentran en plena efervescencia.



Articulo Arte y orgonomia. Prof. John M.Bell Miembro del American College of Orgonomy.

(…) Resumiendo, los símbolos y las metáforas son los instrumentos más importantes de toda obra artística. Tocan los aspectos más profundos de la realidad humana. Puede que no lo veamos en toda su amplitud, sin embargo las metáforas nos ponen en evidencia la amplitud de la realidad del ser humano y del mundo externo. Para alguien que percibe las cosas de forma funcional, será más fácil de darse cuenta que los grandes artistas de la historia han comprendido la profundidad de nuestro lazo con el cosmos, la esperanza de la realización humana, las consecuencias inexorables del acorazamiento y las inevitables tragedias que emanan de ello…

(…)Así vemos que crear una gran obra de arte significa la búsqueda de la verdad, incluso si la mayoría de las personas intentan evitarla, ya sea contemplando la obra de forma superficial, ya sea intentando aniquilarla reduciéndola a una obra banal, simplemente bonita y seductora. El arte está arraigado en la realidad; negar el arte consiste en negar la realidad- lo que hace la inmensa mayoría.

El punto esencial es que hay elementos funcionales en lo que el arte tiene de destacado. Ellos iluminan la naturaleza del ser humano y de la su consciencia. Hay obras que llegan a captar y a representar en que grado estamos profundamente arraigados en la naturaleza, en el cosmos y en la energía orgónica.


La inmensa mayoría de los grandes artistas tratan de la energía y de la infinidad de sus manifestaciones. La percepción que tienen de ella puede ser a veces mística pero sienten su papel y su realidad. Es por esta razón que los mismos temas fundamentales están siempre presentes después de milenios en las obras de arte más importantes. Temas tan recurrentes como la perdida de la inocencia, la naturaleza cósmica del amor, el significado de la vida y del cosmos, son los recuerdos constantes de nuestros orígenes energéticos y de las consecuencias de nuestra situación acorazada.

(Misticismo en Kandinsky: La liberación a través del Arte). “De lo Espiritual en el Arte” II el movimiento.

“La vida espiritual representada esquemáticamente, es un gran triangulo agudo dividido en secciones desiguales, la menor y más aguda dirigida hacia arriba. Cuanto más hacia abajo, tanto más anchas, grandes, voluminosas y altas resultan las secciones del triángulo”…”En el extremo del vértice más alto a veces se halla un solo hombre. Su contemplación gozosa es igual a su inconmensurable tristeza interior. Los que están más próximos a él no le comprenden, indignados le llaman farsante o loco. Así se encontró Beethoven en su vida, denostado y solitario en la cumbre”

Vasili Vasielievich Kandinsky (Moscú 1866- Neully 1944.) Impulsor del primer movimiento decisivo del arte abstracto. Y En la introducción de su libro “Punto y Línea sobre el Plano” Weimar 1923- Dessau 1926 nos dice.” Cada fenómeno puede ser experimentado de dos modos, exterioridad- interioridad. (Cristal de la ventana cerrada)… del mismo modo la obra de arte se refleja en la superficie de la conciencia y también aquí existe la posibilidad de penetrar en la obra, participar en ella y vivir sus pulsaciones con sentido pleno…el análisis de los elementos artísticos es un puente hacia la pulsación interior de la obra de arte.

…No son las formas exteriores las que materializan el contenido de una obra artística, sino las fuerzas vivas inherentes a la forma, o sea las tensiones.

La composición es la subordinación interiormente funcional de los elementos aislados y de la construcción a la finalidad pictórica completa (La unidad dentro de la variedad)

Partiendo de un principio funcional común la pulsación (Movimiento excéntrico/ concéntrico.)

“El punto geométrico es invisible, es un ente abstracto. Pensado materialmente se asemeja a un cero, para nuestra percepción este cero (el punto geométrico) está ligado a la mayor concisión. El punto no manifiesta la menor tendencia a desplazarse en dirección alguna, ni horizontal ni vertical. Tampoco avanza o retrocede” Se instala en la superficie y se afirma indefinidamente. De tal modo representa la afirmación interna más permanente y más escueta…por consiguiente el punto es elemento primario de la pintura. (Tensión concéntrica). El elemento “tiempo” se encuentra casi totalmente descartado en el caso del punto. El punto es la mínima forma temporal.

Los elementos en la pintura son las huellas materiales del movimiento, que se hace presente bajo el aspecto de: tensión y dirección El punto está constituido exclusivamente por tensión. La línea combina tensión y dirección. (Si sólo tomamos en cuenta su tensión, no podríamos diferenciar una vertical de una horizontal.)

Siendo el punto material una unidad compleja (su tamaño+ su forma) es fácil suponer la marea de sonidos que una multiplicación de puntos produciría sobre el plano.

En la escultura el punto resulta de la intersección de varios planos: es el término de un ángulo espacial y al mismo tiempo el centro originario de esos planos. Los planos se dirigen a él y se desarrollan a través de él.

La línea geométrica es un ente invisible. Es la traza que deja un punto al moverse y es por lo tanto su producto.

Línea horizontal: fría.

Línea vertical: cálida.

Línea diagonal: templada

La forma más objetiva del PB es el cuadrado. Frio y calor están neutralizados:

Una combinación de la forma más objetiva con un elemento único, que lleva en sí también la mayor objetividad, tiene por resultado un frio igual a la muerte

Este organismo primitivo, pero viviente, se trasforma a través de un manejo correcto en un organismo nuevo, exultante, no ya primitivo, sino con todas las propiedades de un organismo desarrollado.

Arriba: Imagen de mayor soltura. La “soltura” niega la densidad.

Abajo: Pesadez, ligazón. Más espesa se vuelve la atmósfera (Nube sin pulir, áspera para acrecentar el efecto)

Izquierda: Ligereza, liberación. Movimiento en distancia.

Derecha: Condensación, pesadez, ligazón. Movimiento de retorno (la casa)


APROXIMACIÓN A LA OBRA “EL EXTASIS DE STA. TERESA”

Para aproximarnos a esta obra de Bernini en primer lugar hemos de tener en cuenta el anhelo del místico: un estado de consumación mística, de quietud absoluta de inmovilidad. Todo lo contrario a la Orgonomia que trata de la energía de la Vida y la Vida es movimiento.

Gian Lorenzo Bernini (1598-1680) escultor, arquitecto y pintor; es uno de los artistas más representativos del Barroco. Entre las características formales principales del Arte Barroco encontramos el sentido del movimiento y la tensión. Una visión mística de la vida, influenciada por la Iglesia impregna la mayoría de obras de ese periodo. Bernini realiza la escultura del “éxtasis de Sta. Teresa por encargo del cardenal Cornaro para ser colocada en su tumba en la Iglesia de Sta. María della Vittoria, en Roma.

La escultura representa el suceso descrito por Sta. Teresa en su Libro de la Vida en que un ángel le atraviesa el corazón con un dardo de oro. La escena recoge el momento del éxtasis.

¿Cómo trasmitir al espectador el momento de éxtasis, el instante de inmovilidad eterna que anhela el místico y al mismo tiempo ser fiel a los elementos que caracterizan el arte de su época?

Bernini sitúa al espectador en un punto de vista concreto y utiliza el movimiento y la tensión presente en los elementos artísticos para conseguir esa inmovilidad.

Podemos trazar una línea diagonal desde la mano del ángel que sostiene el dardo, siguiendo la dirección de éste hasta la mano de la Santa y desde el rostro de ésta siguiendo la dirección del manto obtenemos otra diagonal. De esta forma obtenemos las diagonales de un cuadrado, el cuadrado es la forma geométrica simple más estable.

Las formas más pesadas las encontramos en la mitad inferior del cuadrado y las de menos peso en la parte superior, la línea vertical ascendente del ángel y el punto de vista del observador situado por debajo de la línea de horizonte dirige la mirada de abajo hacia arriba creando una tensión ascendente que es compensada por el triangulo que forman las líneas que descienden y que de esta forma asientan el cuadrado.

Si tapamos el punto de intersección de las diagonales y observamos la mano del ángel que sostiene el manto de Sta. Teresa tendremos la sensación de que esta cae hacia atrás, el ángel no la sostiene. El punto central de la composición corresponde a la forma casi circular de los pliegues del manto de Sta. Teresa en el cruce de las líneas diagonales y el recogido de las ropas del ángel que se unen en este punto. Y es a través de este punto por el que pasa una línea con un movimiento ondulante, una onda de energía libre. La materia y el espíritu unidos.





IMÁGENES

Gian Lorenzo Bernini. El éxtasis de Sta. Teresa 1647-1652. GOMBRICH.E.H “La Historia del Arte” (1997) Editorial Debate. S.A

Imágenes en Internet

http://www.google.es/search?q=obras+de+bernini

Gian Lorenzo Bernini. El rapto de Proserpina.1621-1622

Gian Lorenzo Bernini. Éxtasis de la beata Albertoni 1671-1674



BIBLIOGRAFIA

BELL, John M. (1988) Art et orgonomie. Sciencies orgonomiques 3e Anné nº10.

BELL, John M. (1988) Art et orgonomie. Sciencies orgonomiques 3e Anné nº11.

FRIGOLA, Carles. (2011) Reich. Cuerpo y psicoanálisis. Barcelona. LAERTES.

GOLDENBERG KOOPAM, Barbara. (1979) Misticismo, OR y DOR. The Journal of orgonomy” Vol 13 nº 2.

GOMBRICH, E.H. (1997) La Historia del Arte .Editorial Debate. S.A

KANDINSKY, V. (1970) De lo espiritual en el Arte. Barcelona. BARRAL EDITORES. S.A

KANDINSKY, V. (1983) Punto y línea sobre el plano. Barcelona. BARRAL EDITORES, S.A/ EDITORIAL LABOR, S.A

OLA RAKNES, M . (1987) Orgonomie et religión Sciencies orgonomiques. 2e Anée nº5.

REICH,Wilhelm .Ether, God and Devil ( El reino del demonio) Capitulo V



WEBGRAFIA

SANTA TERESA DE JESUS. Libro de la Vida



http://www.santateresadejesus.com/escritos/vida/



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