sábado, 30 de junio de 2012

EL CARACTER SANO Y AUTORREGULADO

En esta ocasión el  Dr. Carlos Frigola nos habla en su artículo sobre los rasgos que definen el caracter sano y autorregulado. El artículo está publicado en el nº 17 de la revista bimensual GiroSalut









LA MEDICINA ORGONÓMICA

EL CARÁCTER SANO Y AUTORREGULADO

Dr. Carles Frigola


El carácter sano y autorregulado cumple plenamente los criterios de salud física y psíquica, ya que el individuo ha madurado su personalidad, tanto en el aspecto psicoafectivo como sexual. Está satisfecho de sí mismo, ya que puede expresarse en todos y cada uno de los momentos de su vida. Está libre de síntomas neuróticos y psicosomáticos. Ha conseguido la cima del desarrollo humano.

Este es un concepto ideal de carácter, difícil de encontrar en la sociedad en que vivimos. Pero el hombre y la mujer funcionalmente sanos y autorregulados si que existen, y se presentan en un amplio abanico de manifestaciones caracterológicas. Al comparar los caracteres sanos con los  neuróticos- que describiremos a continuación en otros artículos de Girosalut- W. Reich observó que en los primeros, el amor, el trabajo y el conocimiento estaban en armonía y que la sexualidad no estaba asociada a la ansiedad. El carácter neurótico al contrario padece bloqueos emocionales cada vez más grandes y más acuciantes.

La fuerte agresividad sana del carácter sano, está al servicio del yo y se basa en objetivos racionales y no en sí misma. Sabe disfrutar plenamente de la vida, ya que el yo y el superyó están en armonía.

No necesita demostrar nada ni imitar a nadie y es incapaz de aprovecharse de cualquier persona. En su caso no existen ni sentimientos de culpa ni de inferioridad. La coraza necesaria para poder ir por la vida, ni es rígida ni definitiva (crónica), todo lo contrario, es desmontable y está al servicio del yo.

En el carácter sano y autorregulado, todas las sensaciones corporales, sentimientos y afectos son naturales; su organismo dispone de un repertorio emocional envidiable. Desde la alegría más desbordante a la pena más profunda. Desde el amor al odio; capaz de tolerar desde lo más placentero hasta lo más doloroso. Ya que ha logrado el estadio adulto de la personalidad y posee una economía sexual y emocional ordenada; sus rasgos de carácter son: la fuerza y la entrega; toda la energía de su organismo está al servicio de la personalidad.

El carácter sano utiliza la energía directamente para finalidades racionales, para las expresiones artísticas, culturales y deportivas y para la descarga orgástica con la persona que ama. Esta potencia orgástica (que no se ha de confundir con el orgasmo clitoridiano o la eyaculación masculina) le da una fuerza interior y una gran seguridad, autoestima y confianza; una actitud general de autoafirmación.

El carácter sano y autorregulado cree en la moral, pero no es moralista y se responsabiliza de todos sus actos. Sabe distinguir perfectamente entre la libertad y al libertinaje. Tanto la promiscuidad como el ascetismo le parecen absurdos. Su monogamia es espontánea, ya que puede dar rienda suelta con él/ella a todos su sentimientos, y no porque “ha de hacerlo”, porque esta casado/casada o por “imperativos sociales”.

El rasgo más importante del carácter sano y autorregulado es la decencia, ya que sus instintos primarios están plenamente satisfechos. Es una decencia basada en la ley natural, no en imperativos sociales, o legales. No tiene miedo de la Vida, así que no ha de comportarse bajo “ciertas condiciones”.

Sabe qué es lo que quieren los demás y acepta, o no, sus necesidades.

Cree sinceramente en la libertad, en la justicia y en la paz. Vive de acuerdo con estos valores y no necesita proclamar públicamente su sinceridad y interés por la sociedad. Sus acciones hablan por sí solas. Y ya que se respeta a sí mismo, también sabe respetar a los demás.

Eróticamente consciente, las perversiones sexuales se las toma con indiferencia, aborrece la pornografía en todas sus expresiones. Posee un cuerpo sano y fuerte, con una piel cálida y un semblante radiante. Tiene los ojos brillantes y luminosos; los labios sensuales y carnosos, y tanto sus sistema muscular como el esquelético están bien desarrollados. Como tiene la capacidad de relajarse, su conducta es calmada. Sabe expresar plenamente sus emociones de una forma libre e ininterrumpida.

Pone mala cara si es necesario; tiene la capacidad de gritar con la garganta plenamente abierta, llorar desconsoladamente, pelearse, reír y mostrar ansiedad si es necesario. Sus ojos son profundos, abiertos, serios y penetrantes. La persona con un carácter sano y autorregulado es consciente de su cuerpo, de sus sensaciones, deseos y necesidades; se siente “viva” y es feliz. Como todo el mundo también se bloquea, pero es capaz de reconocerlo, experimentando las tensiones (físicas, psíquicas, emocionales y musculares), como un cuerpo extraño en su organismo y del que se quiere liberar. Es capaz de buscar ayuda terapéutica cuando la necesita.

Para la persona autorregulada, el amor es la expresión de este pleno contacto, tanto consigo misma, como con su compañero/a. En su expresión más profunda, el contacto con su organismo lo siente dirigido hacia el cosmos y el universo; directamente a la naturaleza; intuye que forma parte de ella. Se preocupa por los recursos naturales y por los desastres ecológicos, ya que los hace suyos. Aborrece la destrucción irracional del planeta; su contacto con él, no está ni está bloqueado ni distorsionado, no es ni animista, ni mecanicista, ni místico. Es simplemente funcional.

La persona autorregulada que ha perdido las actitudes neuróticas, es mucho más sensible tanto al mundo externo, como a las propias emociones internas. Y por lo tanto, es mucho más vulnerable. Se ha de proteger. Es el precio de la capacidad de entrega y compromiso de la propia libertad como ser humano.

Carlos Frigola es psiquiatra, psicoanalista. Premio Pascual y Prats del Colegio de Médicos y de la Agrupación de Ciencias Médicas de Gerona. Dip. Tavistok Clínic y Institute of Human Relations. Londres. Director de la Fundación Wilhelm Reich. Miembro del American College of Orgonomy. Autor de diversos libros. Trabaja en la Clinica de Medicina Orgonómica de Creixell. Borrassá. Tel. 972 50 62 91. WWW. Wilhelm.reich.org y en elblog compartir-wilhelmreich.blogspot.com



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