Si tenemos en cuenta que la sangre es la parte más dinámica de nuestro cuerpo, su estudio en “vivo” al microscopio, nos dará una información de primera mano sobre el estado vital del organismo como una totalidad.
“Mientras trabajaba en su laboratorio en Noruega, observó una miríada de minúsculos puntos luminosos y vapores violáceos en movimiento cuando estaba trabajando con arcilla, arena y otros productos “vivos” como el humus de la tierra, a los que calentaba a la incandescencia. Parecía que se liberaba de ellos una energía “solar” o “termonuclear” en miniatura, fuertemente destellante luminosa y de un color azulado, que es el color dominante de la energía orgónica en el planeta. El ejemplo más vivo lo tenemos en la explosión de la primavera, cuando toda la vegetación reverdece: el verde es la mezcla del azul del orgón, absorbido por la savia que es de color amarillento y que comienza a circular.
En Norteamérica Reich, empezó a estudiar la sangre “viva” al microscopio. De hecho es la parte más dinámica del cuerpo humano: cada componente, tanto celular como su disolvente (el plasma) están renovándose constantemente. Reich consideraba que el hematíe (la célula hemática o glóbulo rojo) era un sistema energético microscópico y como tal, participaba de las tensiones biológicas de tensión, carga, descarga y pulsación energética. En los hematíes “vivos” (no teñidos, ni fijados) podemos observar todas las manifestaciones de la energía vital.
En los hematíes pertenecientes a un organismo sano, existe suficiente energía en ellos como para mantener la turgencia de la célula. Las células permanecerán expandidas y con un campo energético (aura) amplio, vivo y pulsátil (3p/segundo).
En los hematíes pertenecientes a un organismo sano, existe suficiente energía en ellos como para mantener la turgencia de la célula. Las células permanecerán expandidas y con un campo energético (aura) amplio, vivo y pulsátil (3p/segundo).
En las personas debilitadas, con un nivel bajo de energía, los hematíes pierden rápidamente su carga y no pueden mantener su forma esférica; se empiezan a arrugar y colapsar y forman unas unidades energéticas más pequeñas, llamadas por Reich, biones…”
Centenario del nacimiento de Wilhelm Reich (1897-1997) en la Fundación Wilhelm Reich “El Análisis Bioenergético de la Sangre" Dr. Carlos Frigola
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