sábado, 16 de noviembre de 2024

SOBRE EL AMOR

 En esta ocasión queremos compartir aquí en el blog, este interesante artículo del Dr. Elsworth F. Baker. La traducción está se ha realizado sobre el texto aparecido en Journal of Orgonomy, Volume 14, No. 1 May, 1980. ( Archivos Fundación Wilhelm Reich- Creixell).




SOBRE EL AMOR *

Elsworth F. Baker

Gradualmente, nos hemos vuelto más libres para expresarnos tanto emocional como verbalmente. Sin embargo, ya que no hemos tenido un cambio correspondiente en nuestra estructura, nuestra organización estructural esta lejos de ser saludable. Actualmente, nuestras expresiones verbales favoritas incluyen todos los tipos de four-letter words. Se utilizan despreocupadamente de la misma manera como cuando hablamos del tiempo. Hemos crecido tan acostumbrados a escucharlas que ya no hay ninguna sorpresa tanto si vienen de los labios de un hombre o de una sofisticada dama. Son usadas porque son llamativas, y con ellas, tratamos de compensar nuestra incapacidad para expresar nuestros sentimientos.

Hoy, voy a hablar sobre una palabra  que es  de las más escogidas y una de las más frecuentes de las   four-letter words, se usa con frecuencia sin pensar ni entender su verdadero significado. Es usada indiscriminadamente tanto por hombres como por mujeres quienes la dicen sin sentimiento ni compromiso. Si su significado fuera realmente sentido, se usaría pocas veces y sólo en la más estricta privacidad. Eta palabra de cuatro letras es “ amor”.

La verdadera existencia del amor es rara. Nos podemos preguntar ¿ Qué es el amor? Usamos la palabra muchas veces en el día, “ amo esto “ “amo aquello” ¿ No amas esta o esta otra cosa?. Por supuesto, esto no tiene nada que ver con el amor,  de la misma forma que “ me golpeé con el jodido poste de la luz” no tiene nada que ver con el sexo.

El amor es una iluminación del organismo sentida principalmente en los genitales cuando se está en presencia del ser amado o incluso con  meros pensamientos sobre el ser amado. Cuando esto es sentido entre amantes, el ser amado se convierte en lo más importante, más importante que la vida misma. Se desea únicamente disfrutar del calor de la presencia del ser amado y protegerlo de todo daño y abrazarlo y acariciarlo. Al principio, no es un deseo sexual, es más bien una adoración. Sin embargo, a medida que el amor se desarrolla; uno, poco a poco, se va dando cuenta de una necesidad abrumadora de expresar este amor sexualmente. El sexo es y debe ser una expresión de amor. En nuestra sociedad, ¡Cómo lo hemos profanado!

Por desgracia, la sociedad no distingue la expresión sexual sana de la degradación pornográfica, de forma que toda la sexualidad está mal vista y se vuelve sucia excepto en la función rutinaria sexual de la procreación.

( continúa...)


* Reimpreso de The Journal of Orgonomy, Volume 14, No. 1 May, 1980. As President of the American College of Orgonomy, Dr. Baker delivered this address at the eleventh annual meeting of the college in July of 1979. Only his words of welcome to the members and guests of the colege had been deleted.

sábado, 2 de noviembre de 2024

EL ORIGEN DEL SENTIMIENTO RELIGIOSO ( Continuación I I )

 En esta nueva entrada os compartimos la continuación y final  del articulo que Wilhem Reich escribió sobre el origen del sentimiento religioso y que se publicó en la revista The Journal of Orgonomy vol.37 nº2.






( Continuación)

Hay que admitir que su profunda convicción tiene un núcleo de verdad, lo que ellos creen realmente existe- es decir, las corrientes vegetativas en sus cuerpos y su caída en éxtasis. El sentimiento religioso es absolutamente genuino, especialmente en las personas de las clases bajas. Sólo se vuelve falso en su rechazo y la negación de su propio origen y la gratificación anhelada inconscientemente. De ahí surge la afectada o simulada actitud benevolente de sacerdotes y devotos religiosos.


En resumen, aunque esta formulación es incompleta, podemos ofrecer las observaciones siguientes:


  1. La excitación religiosa es una excitación vegetativa orgástica enmascarada.

  2. El creyente religioso niega su sexualidad al mistificar su excitación orgástica.

  3. El éxtasis religioso se convierte en un sustituto de la excitación orgástica.

  4. El éxtasis religioso, aunque no produce descarga sexual, provoca una catarsis física y emocional.

  5. El sentimiento religioso es real subjetivamente y tiene una base fisiológica.

  6. La negación de su naturaleza sexual lleva a una insinceridad caracterológica.



Los niños pequeños no creen en Dios. Tal creencia, por lo general, queda anclada en el momento en que son forzados a suprimir su excitación sexual y a abstenerse de la masturbación. En este punto desarrollan ansiedad de placer. Ahora, ellos realmente creen en Dios, desarrollan temor hacia él como el que todo lo sabe y todo lo ve, y lo invocan para que los proteja de su propia excitación sexual. El proceso de evitar la masturbación implica todo lo anterior. El anclaje de las fantasías religiosas ocurre así en la temprana infancia . Pero esas fantasía religiosas no pueden atar las fantasías sexuales del niño y generan las fuerza antitéticas de moralismo y miedo sexual, a menos que estén vinculadas a las figuras reales el padre y la madre. Quien no honra a su padre es pecador- es decir, quien no sacrifica su placer sexual para calmar su miedo al padre puede ser castigado. En las fantasías del niño, el padre vivo, estricto y negador es el representante y el agente de Dios en la tierra; incluso si el respeto por el padre cae victima de la verdadera comprensión de la debilidad paterna y de las deficiencias humanas, aún así el padre permanece en la forma de una fantasía mística de Dios. Así como la dominación patriarcal se refiere a Dios y significa también la autoridad del padre real, por la misma razón, cuando el niño habla de “Dios”, se está refiriendo en realidad a su padre. En la estructura del niño, la excitación sexual, la fantasía del padre, y la fantasía de Dios forman una unidad natural.


En los casos clínicos, esta condición se presenta de forma muy palpable como un espasmo muscular genital. Regularmente con la liberación de la musculatura genital espástica, las fantasías de Dios y el miedo al padre también disminuyen; los espasmos genitales no sólo representan el anclaje psicológico y estructural del miedo religioso, sino que de forma concomitante también producen ansiedad por el placer, que se convierte en el núcleo de toda moral religiosa.


Debo dejar para futuras investigaciones resolver el complejo tejido de relaciones que existen en torno a la estructura humana, los tipos de cultos religiosos y la organización socio-económica. Como base energética, el miedo genital y la ansiedad de placer siguen siendo el agente eficaz para todas las religiones patriarcales negativas del sexo.


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martes, 15 de octubre de 2024

EL ORIGEN DEL SENTIMIENTO RELIGIOSO ( Continuación I )

En esta nueva entrada os compartimos la continuación del articulo que Wilhem Reich escribió sobre el origen del sentimiento religioso y que se publicó en la revista The Journal of Orgonomy vol.37 nº2.




 ( Continuación )

El concepto central en todas las religiones patriarcales es la renuncia a las necesidades sexuales. No hay excepción a esta regla, aparte de algunas religiones primitivas que afirman el sexo y preservan la unidad de la religión y la sexualidad. Precisamente cuando una organización social se desplaza de la sociedad de clases matrilineal natural, la unidad de los cultos religiosos y sexuales se divide en dos partes antitéticas. Los cultos afirmativos del sexo cesan de existir, dando paso a la contracultura sexual del burdel, la pornografía y la miseria sexual. Claramente, cuando la experiencia sexual se convierte en antitética a la practica religiosa – y ya no está unificada – la excitación religiosa se convierte concomitantemente en un sustituto de las actividades de placer que antes estaban socialmente aceptadas y que ahora están fuera de nuestro alcance. Es solo a través de esta paradoja inherente en la excitación religiosa, que es a la vez anti sexual y sustituto de la sexualidad, que podemos comprender la fuerza y tenacidad que la religión tiene en las personas.

La estructura emocional de los devotos religiosos puede ser descrita brevemente como sigue: Biológicamente, están sujetos a las tensiones sexuales, exactamente como todas las criaturas vivientes pero pierden toda capacidad de excitación sexual natural y de gratificación al abrazar las ideas religiosas negativas respecto al sexo, especialmente su miedo adquirido al castigo. Así que sufren de un estado crónico de excitación somática sobrecargada, con la que deben luchar continuamente para tener bajo control. La felicidad terrenal se vuelve no sólo inalcanzable sino totalmente indeseable. Con expectativas de gracia en el más allá, tienden a sentirse incapaces de felicidad en este mundo. Pero como son criaturas biológicas, no pueden renunciar a la felicidad, descarga y gratificación, así que buscan la ilusión de la felicidad que la excitación pre-orgástica religiosa puede proporcionar; por lo tanto, las corrientes vegetativas familiares y la excitación somática obtenida. Este estado de cosas los impulsa a idear rituales que hacen más tolerable su excitación somática, enmascarando al mismo tiempo su verdadera naturaleza.


A partir de sus necesidades biológicas elaboran música para órgano que evoca corrientes sexuales en sus cuerpos. La oscuridad mística que envuelve la iglesia realza el efecto de una comprensión universal, susceptibilidad subjetivamente sentida a los sonidos fabricados con precisión del sermón, los coros, etc.


Los devotos religiosos, en esencia, se encuentran completamente indefensos, ya que su capacidad para ser felices y para afrontar agresivamente las dificultades de la vida se ha perdido a través de la represión de su energía sexual.


Indefensos en la realidad, deben creer aún más en poderes sobrenaturales que los apoyan y que los protegen. Ellos , por lo tanto, a menudo desarrollan una fuerza increíble, de hecho incluso un deseo pasivo de morir. Crean su fuerza a partir de la dedicación a sus propias convicciones religiosas que en realidad surgen de excitaciones somáticas basadas en el placer. Ellos creen , por supuesto, que este poder proviene de Dios. Su anhelo por Dios es en realidad el anhelo derivado de su excitación sexual pre-orgástica que presiona para liberarse. La salvación no es ni puede ser otra cosa que la liberación de una tensión somática insoportable; Sólo puede ser placentero si se combina con una unión fantaseada con Dios, que incluye la idea de consumación y descarga. La inclinación de los fanáticos religiosos de flagelarse ellos mismos y su comportamiento masoquista en general ilustra el punto. La investigación sexo-económica ha demostrado específicamente que el deseo de golpearse o flagelarse uno mismo proviene del deseo instintivo de descarga sin culpa. No existe tensión somática que no produzca fantasías de ser golpeado o torturado, una vez que la persona se siente incapaz de lograr la descarga por si misma. Aquí radica la fuente de la ideología del sufrimiento pasivo inherente a todas las religiones genuinas.


La impotencia real y el sufrimiento físico de los creyentes los impulsa a buscar consuelo fuera de si mismos, así como sustento y protección, especialmente contra sus propios impulsos malignos, los llamados “ pecados de la carne”. Cuando las fantasías religiosas generan fuertes excitaciones, su tono vegetativo se incrementa proporcionalmente con la excitación somática y se acerca a la gratificación sin producir realmente una descarga somática. Del trabajo terapéutico de clérigos con problemas, hemos aprendido que en apogeo del éxtasis religioso se produce una eyaculación involuntaria. La gratificación orgásmica normal es reemplazada por una excitación corporal generalizada que excluye la estimulación genital y provoca una descarga parcial como por accidente y contra la voluntad del participante.


En el principio el placer sexual representaba el bien ,lo bello, lo alegre – lo que unía a los seres humanos con la naturaleza. Con la división de los sentimiento sexuales y los religiosos, la sexualidad pasó a representar el mal, lo infernal, lo diabólico.


En otra parte he intentado clarificar el origen y las dinámicas de la ansiedad del placer ( es decir, la ansiedad generada por la excitación sexual). Vuelvo a enfatizar aquí – las personas que son incapaces de descarga eventualmente deben experimentar la excitación como algo atormentador, opresivo y destructivo. Y, en efecto, la excitación sexual es atormentadora y destructiva si la descarga está bloqueada. Por lo tanto vemos la noción religiosa de la sexualidad como un poder diabólico destructivo que conduce a la caída tiene sus raíces en procesos somáticos reales. De aquí en adelante, la actitud hacia la sexualidad se divide en lo valores religiosos y moralistas del bien y el mal, celestial- terrenal, piadoso, demoniaco, etc. Que se convierten en símbolos de la gratificación sexual por un lado y del castigo por ello por el otro.


El profundo anhelo por la liberación y la redención – conscientemente por los “pecados”, inconscientemente por la tensión sexual – de este modo, se siente y defiende simultáneamente.


El éxtasis religioso no es nada más que la excitación sexual del sistema nervioso vegetativo que no se puede descargar. La excitación religiosa no puede ser entendida ni tratada a no ser que uno entienda su paradoja subyacente: No sólo es anti-sexual sino también, en alto grado, sexual. Es al mismo tiempo moralista y completamente antinatural, o, en el sentido sexo-económico, malsana. En ningún estrato de la sociedad florecen más las histeria y las perversiones que en los círculos de la iglesia ascética.


Pero no debemos concluir erróneamente que tales casos deben ser tratados como delincuentes perversos. Cuando discutimos estos asuntos con creyentes religiosos, encontramos que son capaces de desarrollar cierta comprensión de sus condición, aunque al mismo tiempo renuncian a su sexualidad. Como todas las demás personas, se dividen en una persona publica y una persona privada. Oficialmente, consideran la sexualidad como pecaminosa; en privado, se dan cuenta completamente de que no podrían existir sin sus gratificaciones sustitutivas. De hecho, muchos son alcanzables a través de la resolución sexo-económica de la antítesis entre la excitación sexual y la moralidad. Ellos sienten cuando uno hace contacto con ellos y no los rechaza como persona; entonces entienden que lo describen como su relación con Dios es su conexión real con los procesos generales de la naturaleza; que su ego es parte de la naturaleza y que ellos, como todos los seres humanos, se sienten a sí mismos como un microcosmos en un universo macro-cósmico.


( Continúa ...)