miércoles, 22 de octubre de 2025

Orgón Terapia: Parte IV. La Aplicación del Pensamiento Funcional en la Práctica Médica ( V )

 

Continuamos con  la traducción de este  artículo sobre el Pensamiento Funcional, publicado por de Dr. Charles Konia, M.D. en la revista Jounal of Orgonomy vol.21 nº 1.  Esta es la continuación del articulo de la entrada que publicamos en el blog del día 20 de julio.



( Continuación . . .)


Durante el transcurso de la terapia lo síntomas pueden volver a aparecer. Aquellos que estaban presentes en el inicio de la terapia ( síntoma de presentación) normalmente son eliminados a medida que el paciente se acerca a la genitalidad, y toda la energía sobrante se concentra en el aparato genital. La eliminación de los síntomas, que es el objetivo en otras formas de terapia, sinplemente ocurre como algo natural en el proceso de la terapia orgónica.

Si el paciente tiene tendencia a desarrollar biopatias somáticas, los síntomas pueden aparecer en relación a los sucesivos segmentos en el proceso dela eliminación armadura. Después de la eliminación de la armadura ocular en el paciente esquizofrénico, por ejemplo, síntomas de hipotiroidismo, hipertensión, diabetes mellitus, irregularidades menstruales, quiste ovárico, se desarrollan en este orden a medida que se movilizan los segmentos cervical, torácico, diafragmático y pélvico. De modo significativo,sólo después de limpiar la armadura en el segmento superior, aparecieron síntomas en los segmentos inferiores.

En cualquier caso, independientemente de las diferencias entre pacientes, con la disolución de la armadura, las pulsaciones espontáneas comienzan gradualmente a emerger, primero parcialmente y luego más tarde envolviendo a la totalidad de organismo. A medida que la armadura se ablanda, la presencia biofísica del paciente cambia de una inmovilización y muerte emocional a una situación en donde se produce un ablandamiento en forma de movimiento clónico y expresión emocional que oscila con la vuelta temporal de la armadura en toda su fuerza. A medida que la armadura cede con el tiempo, sin embargo, esos movimientos se vuelven más prominentes y unificados hasta que el organismo finalmente cede a movimientos pulsatorios totalmente involuntarios ( reflejo del orgasmo) . Alguna armadura residual que no ha sido bien trabajada impedirá el movimiento unitario en mayor o menor grado. La etapa final es la que consume más tiempo. La movilización pélvica puede llevar a la superficie capas más profundas de la armadura que no eran evidentes previamente. Estas deben ser trabajadas con paciencia en este momento.


B. La Función Respiratoria Local. En salud, la función pulsatoria de la respiración es mantenida por el movimiento rítmico de los músculos intercostales y el diafragma. La movilización ( plena pulsación) del sistema respiratorio es una herramienta importante en la terapia orgonica medica. El efecto terapéutico de la función de la respiración fue revelada por primera vez por Reich hace 50 años.

La importancia de a movilización respiratoria es que:


  1. Produce un empuje energético contra la armadura, y

  2. Mejora la expansión biofisica en todo el organismo.


La lógica funcional para elevar el nivel de energía a través de respiraciones profundas es capacitar al paciente para que pueda tolerar niveles más altos de carga orgonotica y restablecer el equilibrio entre los impulsos biológicos y la armadura contra ellos. En casos manejados adecuadamente, esto de forma eventual resulta en la expresión capa por capa de la emoción reprimida y eventualmente en la restauración de las pulsaciones espontaneas en todo el organismo. En términos psicológicos, respirar puede traer ideas inconscientes y emociones a la superficie y hacerlas conscientes.

En pacientes con severa simpateticotomía, la movilización respiratoria intensifica el impulso energético contra la armadura y da como resultado un aumento de la hipertonicidad muscular, parestesias, y dolor. Más tarde el mismo proceso da como resultado la expresión de las emociones contenidas en la armadura.


( Continúa . . .)