domingo, 10 de marzo de 2013

PRINCIPIOS DE BIOFÍSICA ORGÓNICA

Esta entrada corresponde al artículo editado en la revista Sciencies Orgonomiques y es la adaptación de un texto expuesto en la Cuarta Conferencia Internacional de Orgonmía, Munich (RFA), Junio 1984.
( Traducción del original en  Francés )

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Sciencies Orgonomiques- 1ère Année nº2- 1986



PRINCIPIOS DE BIOFÍSICA ORGÓNICA

Docteur Richard A.Blasband
Médicin orgonomiste et psychiatre, Stocktown, New Jersey
Membre du Collège Américain d'Orgonomie, New York
Responsable de la Commission pour la Recherche Scientifique du College Américain d'Orgonomie
Directeur des Laboratoires de Recherche Oranur, Rosemont, New Jersey.




INTRODUCCIÓN



El campo de la física orgónica es extenso y muy importante dado que trata de la energía orgónica que no es otra que la energía de la vida.

Reich tuvo la intuición que esta energía estaba incluso provista de inteligencia y que la eclosión de la inteligencia y la auto percepción en el hombre representaba la tendencia del orgón a desarrollar sus propias capacidades de auto-percepción.

Lo que diré sobre el tema de la energía orgónica nos permitirá hacer comparaciones con nuestras propias experiencias. Podremos comprender mejor como funcionamos nosotros mismos sobre un plano fundamentalmente orgonótico.


HISTORIA



Ante todo, uno debe darse cuenta que Reich necesitó muchos años antes de descubrir la energía orgónica. Necesitó una veintena de años de intensas lecturas, de experiencia en psicoanálisis y de estudios sobre la potencia orgástica. Descubrió la energía biológica- el orgón- observando las preparaciones de biones (1936). Estas preparaciones irradiaban la energía pero se demostró que no eran radioactivas. Sobre la base de este fenómeno y de otras experiencias que hizo durante los años siguientes, Reich concluyó que acababa de descubrir un nuevo tipo de energía. Una energía nueva, no porque esta energía no existieres anteriormente en el planeta sino en el sentido que ninguna persona hasta entonces no la había individuado ni realmente definido ni descrito como él lo hizo.

Mientras trabajaba en los biones, Reich observó en su laboratorio una miríada de minúsculos puntos luminosos y de vapores violáceos en movimiento. Para poder examinar mejor estos fenómenos luminosos, introdujo placas con cultivos de biones-de-arena en espacios cerrados en los que la pared interna era de metal y la pared externa de un material no metálico. Pensó que las paredes metálicas reflejarían esta energía y que las paredes no-metálicas evitarían que la radiación se propagara al exterior. Es así como el acumulador de orgón fue inventado, inspirándose en experiencias clásicas con la electricidad.

Observó una intensificación aguda de los fenómenos visuales en el interior del espacio ( en el que una de las paredes estaba provista de un vidrio): los puntos luminosos, intermitentes como destellos, estaban amplificados en referencia a los que observaba en el exterior de la caja.

Retiró las placas de los cultivos de la caja y, para su asombro, el fenómeno luminoso persistía. Supuso que la caja había absorbido una cierta cantidad de radiación; la limpió con cuidado. Miró de nuevo: los puntos luminosos estaban aún presentes. Es así como se dio cuenta de que su primera idea, de que esta energía provenía de los biones, era falsa. Anteriormente había pensado que la arena, había absorbido y concentrado la energía solar y que calentándola, la arena había liberado esta energía. Pero ahora se dio cuenta de que la energía no se encontraba necesariamente en la preparación de biones ni que provenía del sol, puesto que continuaba observando el fenómeno sin la presencia de los biones. Era evidente que la energía debía encontrarse por todo en la atmósfera. Más adelante cuando trabajaba en Maine, observando el cielo en las noches claras, Reich observó estas mismas pequeñas luces parpadeantes y se dio cuenta de que esta energía estaba presente no sólo en la base de la atmósfera (troposfera) sino también en las capas más altas ( aurora boreal) y más allá: estaba por todas partes en el espacio, lo que confirmó en sus experiencias sucesivas.

En este punto, Reich estaba ya en condiciones de definir ciertas propiedades de la energía orgónica. Una de ellas era que la energía podía aparecer bajo diferentes formas, es decir bajo la forma de pequeños puntos luminosos en movimiento o de vapores violáceos. Decidió entonces construir una gran sala revestida de paredes metálicas, que llamó habitación de orgón. Se sentó en esta habitación oscura y cuando sus ojos se acostumbraron a la oscuridad, distinguió vapores azulados ondulando en la habitación. Más tarde, después de un cierto tiempo apercibió pequeños puntos luminosos, de color violáceo que se dilataban, venían hacia él, después desaparecían lentamente. Repitió este experimento y se dio cuenta que después de un buen rato, y solamente si la atmósfera estaba bastante pura y clara, podía percibir rayos, semejantes a relámpagos y formados por minúsculos puntos.

Reich había constatado que productos vivos, tales como el humus de la tierra, surgía una radiación azulada y que la misma radiación emanaba de los lugares en donde habían dormido animales. Estas observaciones junto con las precedentes le llevaron a concluir que el color dominante de la energía orgónica en el planeta era azul. Por ejemplo, en primavera las hojas y toda la vegetación reverdecen: el color verde es la mezcla del azul del orgón absorbido por la savia, de color amarillo, que empieza a circular. Uno puede también observar el azul del orgón contemplando el alto de una cadena de montañas o bien sobre la superficie de un lago rodeado de una vegetación densa: la atmósfera vibra de un brillo azulado. Cualquiera puede constatar estos fenómenos.

Por sus observaciones, Reich descubrió el movimiento de la energía orgónica y la observó en particular encima del lago de Rangeley, en Maine, donde él vivía. Yo he tenido la suerte de mirar a través del telescopio que Reich mismo utilizó, sobre el lugar donde él observó el fenómeno: era una cosa sensacional. Era cómo olas oceánicas en la atmósfera, rutilantes de todos los colores. Era terriblemente vivo, uno tenia esta impresión, yo diría incluso que fue sorprendente. Era una manifestación objetiva de la energía vital.


EL ACUMULADOR DE ORGÓN Y LA Tº – T


Uno de los ejes del trabajo funcional-orgonómico es confirmar objetivamente las sensaciones subjetivas. No es suficiente de decir “ Siento esto o aquello” aunque esto sea muy importante. El mismo Reich utilizó en su búsqueda sus propias percepciones sensoriales a fin de comprender que pasaba a su alrededor. Por ejemplo cuando él puso su mano en el interior de esta caja que llamaba “ acumulador de energía orgónica” el sentía calor y hormigueos. Tocaba las paredes pero estaban frías. Para Reich era importante de objetivar sus propias sensaciones subjetivas. También probó de ver si le era posible medir de forma objetiva este calor sentido. Puso entonces un termómetro en el acumulador y encontró que la temperatura en el interior de éste era más elevada que la exterior. La temperatura era igualmente más elevada que aquella registrada en una caja de control, es decir una caja con las mismas propiedades aislantes que la caja de la experiencia pero sin revestimiento metálico. La caja concentraba la energía orgónica presente naturalmente en la atmósfera: el orgón era absorbido por los materiales no metálicos luego atraída por las paredes metálicas que finalmente la reflejaban. Reich llamó Tº - T la diferencia de temperatura que existe entre el interior del acumulador ( Tº) y aquella externa ( T ).

Reich estaba muy instruido en las ciencias, y por eso era consciente de que esta simple experiencia era de una importancia capital en relación con las leyes fundamentales de la física.
Si uno la interpreta correctamente, quiere decir que existe un medio o un proceso en la naturaleza por el cual las cosas pueden “aumentar por su propia fuerza” sin intervención ninguna de fuerza exterior. En términos científicos, es lo que se llama “ entropía negativa”. Uno puede decir igualmente que es un fenómeno que contradice la segunda ley de la termodinámica.

Desde aproximadamente un siglo, uno basa las leyes fundamentales, sobre las cuales el universo está regido, a partir de la segunda ley de la termodinámica. Se entiende por esto, la tendencia que tiene todo sistema de degradarse (disipación de la energía). Por ejemplo si se carga un objeto con electricidad, esta carga desaparecerá con el tiempo. Si uno calienta un objeto, el calor tenderá a disiparse, el objeto se enfría. La teoría propuesta por Plank, es este tipo de teoría en la que simplemente es necesario encontrar una excepción para retirarle su valor de teoría universal. Y Reich ha encontrado la excepción. El acumulador de orgón concentra la energía por el mismo, uno puede darse cuenta por el aumento de calor en el interior del acumulador. Esta concentración de energía está hecha sin la participación de un trabajo exterior. Cuando calentamos alguna cosa, hacemos un trabajo: cogemos un recipiente, una hervidora eléctrica por ejemplo, uno la conecta, uno le proporciona energía bajo la forma de electricidad y en consecuencia la hervidora calienta. Para llegar hasta aquí, ha hecho falta un enorme trabajo puesto que, para tener electricidad, ha sido necesario dirigir el agua de una presa y hacerla pasar por turbinas, después hacer llegar la electricidad hasta nosotros para poder hacer calentar la hervidora.



La Tº – T es el primer caso (deben haber otros ) que yo conozco donde uno puede experimentar una excepción a la primera ley de la termodinámica. Reich sabía bien que esta era una experiencia de la más alta importancia. Fue a buscar a Einstein, le mostró el fenómeno, Einstein fue testigo y clamó: “ ¡ Pero es una bomba!” Él lo ha podido decir en el sentido propio de la palabra, pero lo ha dicho ciertamente en sentido figurado. Si este experimento se demostraba que era válido, aportaría cambios increíbles en la comprensión de las ciencias físicas. Desgraciadamente un asistente de Einstein encontró una explicación “convincente” a esta experiencia, en términos de física clásica. Cuando Einstein compartió con Reich la objeción, éste respondió con una carta larga de seis paginas, demostrándole el porque y como la objeción hecha a su experiencia era falsa. Pero Reich no tuvo nunca más noticias de Einstein.

EL POTENCIAL ORGONÓMICO



Cuando uno piensa en esto, de una forma subjetiva, es evidente que debe existir en la naturaleza un proceso por el cual las cosas se regeneran de forma espontánea. Este sería evidentemente el punto partida de todo crecimiento y desarrollo de los sistemas vivos. Es de esta manera que se forman las nubes. Es el mismo proceso que opera cuando las células se dividen y se multiplican con una frecuencia tan rápida. En esta acción, las nubes, como las células, concentran la energía. Estos sistemas, de hecho, no solamente concentran energía sino que cuando se forma una concentración de energía, por pequeña que sea, esta concentración también tiende a absorber aún más energía. Lejos de disiparse, esta acumulación continúa creciendo en virtud de la concentración de energía. Cuanto mayor es la concentración mayor es la intensidad de la potencia de la carga energética. Es lo que Reich llamó el “potencial orgonómico”. Existe un nivel energético de base; a raíz del potencial orgonómico hay un aumento de la energía ( carga ), hasta que el sistema alcanza un tope. En este momento, hay una descarga de energía de acuerdo con el potencial mecánico ( Segunda ley de la termodinámica ).


En la naturaleza, uno puede observar estos procesos bajo diferentes aspectos. Los observamos en las tormentas, en donde hay una concentración de energía hasta un cierto nivel ( capacidad orgonótica)

Y no más allá, seguida de una descarga bajo la forma relámpagos y por las lluvias. Uno puede medir los cambios sobrevenidos en la atmósfera, comparando las diferentes temperaturas medidas en el acumulador con las temperaturas exteriores y con aquellas de la caja de control. Antes de una tormenta , se registra una caída de la temperatura en el interior del acumulador ( la Tº – T disminuye). La energía está en proceso de alejarse de la zona en donde se encuentra el acumulador; se aleja hacia el sistema que forman las nubes. Después una vez que las nubes han vertido su humedad y su energía con los rayos, la diferencia de energía- es decir, la diferencia de temperatura- aumenta de nuevo.

Reich fue capaz de registrar este mismo proceso de la naturaleza ( es decir la tensión de la energía presente en la atmósfera) con otros parámetros, por ejemplo por medio del electroscopio. El electroscopio es un aparato que permite detectar la carga de electricidad estática . Si pasáis un peine de plástico por vuestro cabello, se cargará y colocándolo sobre la barra del electroscopio, la carga energética recorrerá esta barra: la hoja de oro se desviará de la barra puesto que las cargas del mismo signo se repelen. O si uno pone un electroscopio cargado de electricidad estática del pelo, en el interior del acumulador, uno remarcara que la perdida de esta carga se efectuará más lentamente que si el electroscopio se situara en el exterior. Todo esto demuestra que la carga que uno capta en su propio cabello no es otra que la energía orgónica y que este aparato es capaz de medir la rapidez de descarga de energía del sistema, en la atmósfera. El electroscopio es pues un aparato capaz de detectar la energía orgónica.

Una experiencia que todo el mundo puede hacer es cargar el electroscopio y ver entonces a que velocidad se descargará. Si la carga atmosférica es muy fuerte (alta presión) la velocidad de la de la descarga del electroscopio es muy lenta. En consecuencia, un día soleado y claro con justo algunos pequeños cúmulos en el cielo, la rapidez de descarga del electroscopio será muy lenta. Justo antes de que llueva, cuando la carga energética de la atmósfera ha sido captada por las nubes, la velocidad de descarga aumenta rápidamente. Midiendo la Tº – T y midiendo la rapidez de descarga de un electroscopio, uno puede saber si una tormenta se acerca a la zona donde nos encontramos.



Un físico suizo, Stark, ha inventado y perfeccionado un aparato que ha llamado “verificador de orgón” Yo he observado su funcionamiento durante aproximadamente un año, y puedo decir que el ha dado todos los resultados que se podía esperar, sobretodo para los que observaban los sistemas de las tormentas. Este aparato mide el orgón atmosférico y sus variaciones. Cuando una tormenta se acerca, el verificador registra una oleada de energía; por el contrario desde que comienza a llover o hay relámpagos hay una bajada de los datos recogidos. Las personas que han leído” la función del orgasmo “ de Reich, notaran una similitud entre estos fenómenos atmosféricos y la función orgástica. Durante los primeros instantes del acto sexual hay un aumento de la tensión y la excitación, después un descenso repentino inmediatamente después del tope. En los sistemas vivos, el potencial orgonómico opera en términos de crecimiento y desarrollo. Esto es también válido para el organismo humano. Nosotros crecemos, nos desarrollamos hasta una cierta etapa, llegamos a este punto (en general alrededor de nuestros veinte años, teniendo en cuenta nuestro tamaño y nuestro nivel de energía). Nos mantenemos así bastante tiempo, a pesar de algunas bajadas momentáneas de nuestro potencial, hasta llegar a una cierta edad donde empezamos a perder cada vez más energía y llegamos a la muerte. Así una de las propiedades fundamentales de la energía orgónica es el potencial orgonómico, es decir, su capacidad para crear espontáneamente su propia carga, y atraer otras.

LA PULSACIÓN ORGONÓTICA

Otra propiedad fundamental de la energía orgónica es su pulsación espontánea, su excitabilidad y su luminación . Uno puede observar con prismáticos o con la ayuda de un telescopio el océano de energía orgónica, que se extiende sobre miles de metros sobre la tierra y alrededor del globo. Si uno mira en la dirección Norte-Sur, uno puede percibir alguna cosa que se mueve como una ola: es como aire vibrante que se desplaza sobre la superficie de la tierra. Es en particular encima de los picos montañosos y encima de la superficie del agua que el fenómeno es más visible y si la atmósfera es suficientemente despejada uno puede verlo donde quiera que esté. Es necesario observar en la dirección Norte-Sur porque el movimiento de la envoltura energética que rodea la tierra va de Oeste a Este. Cuando nosotros observamos de esta forma, nuestra mirada atraviesa el movimiento perpendicularmente y es de esta forma que se puede discernir mejor. Este movimiento de la energía alrededor del globo es en realidad la fuerza primaria que hacer girar la tierra sobre ella misma. Es un hecho conocido por la ciencia clásica que el movimiento de la atmosfera tiene una velocidad superior a la de la rotación de la tierra. La fuerza que provoca de este movimiento de la atmósfera es la energía orgónica. Es también la fuerza motriz de la rotación terrestre.

La pulsación es igualmente una característica del organismo humano: una alternancia continua de de expansión y de contracción. Podemos sentir esta pulsación durante el orgasmo, tomando nuestro pulso, escuchando los latidos de nuestro corazón; la pulsación cerebral y el movimiento peristáltico de los intestinos son otros ejemplos. Es posible objetivar esta pulsación. Reich pudo medir las pulsaciones de la energía utilizando un osciloscopio, un aparato para medir las impulsiones energéticas. Encontró que el hombre en estado normal tiene una pulsación natural de 16 a 200 pulsaciones por minuto. Conectado al suelo o a la atmósfera el aparato registraba una tasa de 900 a 1100 pulsaciones por minuto. Es igualmente posible notar la pulsación en la atmosfera mediante la recogida de las temperaturas varias veces durante el día. Uno notará que alrededor de media noche disminuye después desciende drásticamente y después se eleva de repente para finalmente aumentar normalmente et alcanzar su nivel habitual. En nuestro laboratorio hemos notado que el descenso drástico sucede repentinamente justo antes del alba y es al alba cuando hay un aumento repentino de la temperatura

Desde el punto de vista funcional, este fenómeno representaba una contracción del orgón terrestre cuyo movimiento se ralentiza poco a poco en el transcurso de la noche. Uno podría comparar este fenómeno con un animal listo a saltar: hay en principio una tensión extrema, después es la relajación. En nuestro caso es el alba que desencadena la relajación, esto se traduce en una carga repentina de la atmosfera mientras que en acumulador se obtiene un aumento de la temperatura. Se trata pues de un fenómeno de pulsación en la atmósfera en donde la diferencia de tempertura (Tº-T) es la medida objetiva.



Otra manifestación de la pulsación de la atmosfera es la presencia del “jet stream”, esta potente corriente atmosférica de alta altitud, bien distinta de las otras es extremadamente rápida. Atraviesa la atmosfera como la corriente del Golfo atraviesa el océano. Su trayecto alrededor del globo se efectúa bajo la forma de pulsaciones ondulantes. Esta corriente es de la más grande importancia para la formación de las condiciones atmosféricas, en el interior mismo de del envoltorio de energía orgónica terrestre que rodea el globo. El jet stream es en efecto una corriente de energía orgónica bien distinta.

LA LUMINACIÓN ORGONÓMICA.

Existe otra posibilidad de ver la pulsación, la excitación y la luminación del orgón en lo que Reich ha llamado el “tube vacor”. Se trata de un tubo grande de cristal en donde se crea el vacio para que ningún gas del aire subsista, y en el interior del cual están fijadas dos placas metálicas conectadas a electrodos. El vacio del tubo de vacor es prácticamente el mismo vacio que se encuentra en el espacio. Sin embargo, si uno hace pasar una corriente eléctrica en las placas, no sucede nada, no hay ninguna luminación. No hay ningún gas que pueda emitir una luz. Pero por otra parte,si uno coloca el tubo vacor en un acumulador de energía orgónica durante algunas semanas, o meses, y luego y repite la experiencia, obtiene una maravillosa luminación azul. Uno deduce que el tubo es capaz de “chupar ”la energía orgónica concentrada en el acumulador. El tubo vacor es pues un tubo de carga vacía de orgón.

Es muy interesante ver por que proceso esta luminacion se efectúa. Uno percibe primero un color amarillento, después pasa el rojo, inmediatamente al azul y cuando la energía llega a su máxima excitación, la luz es de color blanquecino. Son justamente los colores que uno ve al alba y a la puesta de sol.

Basándose en este fenómeno y sobre otros datos experimentales, Reich concluyó que la luz es un fenómeno local, es decir que la luz no nos viene directamente del sol pero este excita la cubierta de energía orgónica que rodea el globo determinando así su excitación y su luminación.

Otra bella manifestación del fenómeno de luminación es la aurora boreal. Esto que la mayoría de científicos piensan que es un efecto electromagnético no es otra cosa que la fuerte excitación ejercida por el sol sobre ciertos puntos de la atmosfera terrestre que provoca la luminación. Reich hizo un análisis en profundidad del fenómeno de luminación de la aurora boreal y concluyó con certeza que este fenómeno era esencialmente debido a una excitación orgonótica del campo de energía orgónica de la tierra.

Nosotros también los seres vivos, nos excitamos y tenemos una luminación. Por ejemplo, en una conversación, cuando una persona dice alguna cosa particularmente interesante, nuestro espíritu excita nuestro campo de energía y empezamos a sentir esta excitación. Seguidamente surge una necesidad de participar, de estar implicados; queremos hablar, intercambiar nuestras ideas y nuestras sensaciones con la persona que nos cuenta estas cosas apasionantes. Nos excitamos igualmente cuando hacemos el amor. Si nosotros no estamos muy fuertemente “acorazados”nos damos cuenta de que son las caricias más dulces y tiernas las que provocan una más grande excitación, si estas caricias se vuelven rudas, nosotros perdemos toda excitación. Las mujeres son más sensibles que los hombres en este terreno, puesto que en nuestra sociedad los hombres tienden a ser un poco mas acorazados que las mujeres. Estas tienen a menudo la sensación que en los juegos preliminares y en el acto sexual los hombres son demasiado apresurados y sin delicadeza, lo que las hace perder toda excitación sexual. Por el contrario cuando los hombres son tiernos y delicados las mujeres son muy capaces de sentirlas de forma sostenida y sin perderlas, las sensaciones sexuales. En sus experiencias bio eléctricas Reich ha demostrado que la brutalidad mata la excitación mientras que la caricia dulce es capaz de excitar el campo energético del organismo.



Otro ejemplo de excitación en los individuos es el juego de los niños. Ellos se excitan mutuamente y la excitación aumenta continuamente: No se necesita mucho para hacerla aumentar. En este caso igualmente se trata de un efecto de liberación energética de un organismo sobre otro, que se traduce por una luminación del campo energético del cuerpo. Es un poco como hacer explotar una carga de dinamita con una simple cerilla. En la vida corriente no estallamos, a menos de estar en tensión hasta el extremo. En este último caso la menor insignificancia o una simple palabra que nos afecta puede hacernos estallar en una cólera irracional. Pero, normalmente, acumulamos una cantidad de energía que alcanza un cierto nivel: cuando esta energía es excitada, por el intercambio con otras personas, es suficiente la menor excitación para hacernos sentir sensaciones muy fuertes. Es una interacción funcional, emocional, energética. El contacto con otro o incluso el hecho de hacer el amor no es una cosa mecánica. Cuando nuestro comportamiento es mecánico es por dos razones: o porque no podemos atender nuestro objetivo de otra manera, y, debemos hacer un esfuerzo voluntario para lograrlo, o bien porque nosotros somos ya muy rígidos y no sabemos comportarnos de otra manera. Las leyes físicas naturales de la energía orgónica funcionan también en el interior de nuestro organismo y determina el comportamiento. Nuestra inteligencia no dirige nuestras acciones como creemos.
EXPERIENCIAS CON EL CONTADOR GEIGER



En su búsqueda Reich utilizó igualmente un contador Geiger*, pero los fenómenos que observó eran posibles sólo si la sonda se había colocado previamente en el acumulador de orgón. El primer día que Reich trajo un contador Geiger* a su laboratorio de Maine probó todo el día de hacerlo funcionar, pero en vano; no tuvo ningún resultado, el aparato estaba completamente “muerto”. No pensó más durante cierto tiempo, a continuación después de un mes lo probó de nuevo: esta vez el contador daba un número muy elevado de “top” en sucesión muy rápida. El cuadrante que registraba el número de clics estaba en movimiento constante. Habitualmente, cuando uno controla la atmósfera uno no cuenta más que de diez a veinte impulsiones de rayos gamma cósmicos por minuto. Pero Reich obtuvo cientos de miles por minuto. Se dio cuenta que el tubo del contador había absorbido la energía orgónica y el aparato registraba su propia carga. Aquí estaba, otra vez una manifestación del potencial orgonómico: desde que una carga mínima se produce, esta atrae más y más.

Reich trabajó mucho con el contador Geiger, y los resultados se mostraron fascinantes. Cuando uno hace pasar un cierto voltaje en el contador, normalmente de 700 a 800 voltios, y miramos la tensión de salida, se obtiene más o menos el mismo voltaje que se ha introducido. Esto es lo que pasa cuando el sistema opera bajo la base de las leyes mecánicas. Por otra parte si uno aumenta el voltaje debería obtener un aumento sobre el cuadrante. Por el contrario cuando Reich aumentó el voltaje de un contador que se había mantenido en un acumulador ( por lo tanto impregnado de energía orgónica), la carga se detuvo en un cierto nivel luego se disparó: con muy poco voltaje registró una muy alta tensión de salida. Cuando aumentó el voltaje de nuevo, en un cierto punto registró un descenso de la carga, como si tuviera bastante. En otros términos, la energia orgónica podía excitarse solamente hasta un cierto nivel, después se debilitaba.

Nosotros mismos reaccionamos de la misma forma. Estamos atrapados por los acontecimientos de la vida, como impulsados por ellos, pero si la presión se vuelve muy fuerte, llegamos a un punto donde sentimos que nuestras fuerzas nos abandonan y nuestras reacciones comienzan a debilitarse. Se trata de una reacción funcional, energética.

Reich observó también que con un voltaje constante ( por ejemplo 700 voltios)el contador Geiger no manifestaba una reacción de meseta ,pero si una reacción que demostraba que el sistema podía excitarse y cargarse por el mismo: era suficiente proporcionar una pequeña carga para que la reacción se desencadenara. Con un poco de excitación inicial ( 700) voltios la carga aumentaba por si misma a continuación.

Observamos la misma cosa en los niños, sobre todo cuando juegan; e incluso en nuestra vida sexual. Es suficiente un poco de excitación al principio para desencadenar todas las reacciones y hacernos actuar. Por ejemplo, cuantas veces no hemos escuchado una historia divertida y en lugar de reír normalmente, empezamos a doblarnos por la mitad y a reír hasta las lagrimas en aguantándonos las costillas. Sabemos que la broma es muy banal, pero ella ha permitido el inicio de una reacción en cadena. En este caso, cuanto mas reímos mas se acentúa nuestra hilaridad hasta el punto de tenernos que sentar para calmarnos. O bien en una relación amorosa, una pequeña caricia será suficiente para hacernos vibrar y excitarnos y esta excitación nos llevará al acto sexual También es necesario que estemos dispuestos en este momento, de lo contrario nuestra pareja bien insistirá, no podemos sentir nada. En algunos casos, insistir no hará más que bloquear los sentidos. Todas estas reacciones son funciones orgonóticas primarias que Reich fue capaz de medir con mucha precisión.




* El contador Geiger-Müller es un dispositivo que sirve para contar las partículas de una radiación electrificada. Es un cilindro metálico lleno de gas enrarecido en el eje del cual se estira un hilo metálico: entre el tubo y el hilo está establecida la diferencia de potencial máximo posible sin que salte la chispa. La radiación de las partículas ionizadas ( rayos alfa, rayos gamma) cruza el dispositivo y produce una descarga, que actúa sobre un sistema de cálculo. La impulsión, amplificada, produce un “ top” en un altavoz.


EL ORGÓN EN LA CURACIÓN DE LAS ENFERMEDADES



Otra función de la energía orgónica es su capacidad de curar. Reich señaló que el acumulador de orgón podía curar de forma remarcable quemaduras y heridas. Así si tenemos una quemadura en la mano y la introduce en el interior del acumulador, o bajo una manta construida de la misma forma que un acumulador, nuestro dolor desaparecerá casi instantáneamente y no tendremos la formación de una ampolla, incluso en el caso de graves quemaduras**. En cuanto a las lesiones, parecen curarse más rápido. Reich puso ratones enfermos de cáncer en las mamas en pequeños acumuladores y se dio cuenta de que vivieron tres veces más que otros ratones con la enfermedad y no expuestos a una concentración de energía orgónica. Nosotros hemos repetido con éxito muchas de estas experiencias, y especialmente aquellas con los ratones enfermos de cáncer.

La curación se efectúa de dos formas. Primero el acumulador de orgón produce la expansión del campo energético del organismo: hay interacción entre el campo energético del acumulador y nuestro propio campo energético. O si el dolor es debido a la contracción de un nervio. Si nosotros estamos en un estado de expansión, nuestros nervios se relajan igualmente. Si podemos eliminar la contracción relajándonos (expansión) el dolor desaparecerá. El factor determinante para la curación es la luminación*de nuestro organismo cuando estamos en el interior del acumulador. De esta forma, nosotros aumentamos nuestra energía vital y nuestro organismo en estado de expansión, cura mucho más rápido


** Se obtienen los mismos resultados con cataplasmas de arcilla.
*   Ver glosario.

LA SUPERPOSICIÓN ORGONÓTICA: CREACIÓN DE LA MATERIA DE LOS HURACANES Y DE LAS GALAXIAS.



Una última función de la energía orgónica es la de la superposición, función común a lo vivo y a lo no vivo. Reich se dio cuenta de que en la atmósfera la energía orgónica se manifestaba bajo la forma de partículas en movimiento, de miles de minúsculas partículas en movimiento constante. Uno puede percibirlas en el cielo, con buen tiempo vesículas flotantes por todas partes con un movimiento en espiral; se acercan descienden rápidamente y luego desaparecen. Reich observó el torbellino de estas vesículas de energía sobre el techo de la cámara de orgón y él se dio cuenta de que el movimiento ondulatorio en espiral era el movimiento fundamental de la energía orgónica. Denominó a este movimiento “ ondas rotatorias” ( KrW=Kreis Welle). Reich se dió cuenta de que el proceso de la creación de la materia a partir de la energía era un fenómeno de superposición. Por ejemplo los huracanes son el resultado de la superposición de dos corrientes de energía. El sistema tormentoso se desplaza a una cierta latitud y a una cierta longitud siguiendo una dirección precisa: esto e4s lo que da a los huracanes su forma y su movimiento específicos. Nosotros sabemos que los huracanes son enormes vórtices de remolinos en espiral en una cierta dirección. Reich tomó la conclusión que la dirección de los huracanes dependía del movimiento y de la dirección de la superposición de dos corrientes de energía bien distintas:

1)La corriente de energía ecuatorial ( a la cual es debida la rotación terrestre);
2)La corriente de energía orgónica galáctica que atraviesa la tierra siguiendo un ángulo preciso ( que Reich pudo determinar gracias a cálculos de astrofísica) Reich estaba igualmente convencido que las galaxias se forman gracias a la superposición de dos corrientes energéticas. He aquí el proceso. Enormes nubes cósmicas difusas empiezan a arremolinarse en espiral gracias al movimiento rotatorio de superposición de dos corrientes de energía presentes en el espacio. En el mismo punto de superposición de las dos corrientes, la masa se condensa y cada vez se forman más densos racimos ( 10).

La superposición es una de las funciones fundamentales de la naturaleza, es por este proceso que la masa se crea, sea en las galaxias en los huracanes o en los seres vivos. Dos corrientes de energía pura (una corriente llegando de una dirección y otra corriente llegando de otra dirección) comienzan a girar entorno la una de la otra muy rápidamente y luego se superponen; en el punto de reunión, por lo tanto se activa un torbellino espontáneo en la fusión y es en este momento que la masa se crea.

Para Reich la fuerza de gravitación es una función de la superposición de dos sistemas energéticos. La luna no es atraída hacia la tierra y los planetas no giran alrededor del sol a causa de la fuerza de gravitación, al menos mecánicamente como lo entienden los científicos. Las fuerza gravitacionales si existen: Reich las ha comparado a dos hermanos que se desplazan juntos en el cosmos pivotando et girando entre ellos. Son parte de una misma corriente de energía de donde han salido y- todo formando parte de la corriente energética cósmica-las fuerzas gravitacionales se desplazan en el espacio ejerciendo mutuamente una atracción orgonótica.



En los seres humanos encontramos la superposición en el abrazo sexual. Los dos organismos se superponen y fusionan al nivel de la pelvis en donde el movimiento espontáneo y simultáneo engendra una descarga energética y una liberación de líquidos corporales ( esperma, líquido vaginal). Durante el abrazo sexual hay fusión de dos corrientes de energía, de dos sistemas energéticos. Hay intercambio energético mutuo, una sensación de expansión, uno se siente parte del cosmos puesto que nuestro campo energético se dilata y las corrientes de nuestra energía sobrepasan los límites de nuestro campo energético habitual para fusionarse con el de nuestra pareja. Durante el acto sexual experimentamos verdaderas sensaciones cósmicas. En la mayoría de las personas esto sucede muy raramente pero sucede. Nosotros tenemos un deseo impetuoso de formar parte del cosmos, es decir de hacer fusionar nuestro propio campo de energía con el del universo. Nosotros, los humanos, tenemos constantemente esta nostalgia de fusión cósmica porque nos es imposible- por nuestra coraza- de dejarnos ir a tales sensaciones cósmicas. Si somos capaces de esta fusión con el cosmos en nuestra vida de cada día, en nuestro trabajo, en el abrazo sexual, no sentiremos tan constantemente esta nostalgia tan profunda del cosmos. Es precisamente este deseo de pertenecer al cosmos el que se encuentra en la base de las religiones ( oración y otros rituales místicos) e incluso de la búsqueda científica.