martes, 19 de diciembre de 2017

COMO LOGRAR QUE LOS NIÑOS SEAN MENOS NEURÓTICOS QUE NOSOTROS

Nos vamos acercando al solsticio de invierno ,es el día más corto del año en el hemisferio norte   a causa de la inclinación de la tierra respecto al sol. A partir del solsticio el día poco a poco empieza a alargar : " Per Nadal un pas de pardal i per Sant Esteve un pas de llebre".

La celebración de la Navidad y Reyes son unas fiestas en las que los niños están muy presentes, la ilusión y los descubrimientos, la mirada limpia...Wilhelm Reich se sentía muy cerca de los niños y los tuvo siempre presentes en su trabajo y en su enfoque orgonómico de prevención de los bloqueos iniciales, ya desde el momento del nacimiento.

Nuestra compañera M.Teresa Mademont ha realizado la traducción del artículo publicado en la Revista de Sciencies Orgonómiques nº 8 2º Anée. Hivern 1987 " Comment rendre les enfants moins néurotiques que nous" del Dr. Richard Schwartzman, médico orgonomista.

Esperamos que lo disfruteis!




           COMO LOGRAR QUE LOS NIÑOS SEAN

                MENOS NEURÓTICOS QUE NOSOTROS (*)

     Dr. Richard Schwartzman
         Psychiatre orgonomiste,  Philadelphie
                   Professeur adjoint, Département d´Hygiène Mentale
        Hahnemann Medical College
              Directeur du Service d´Hygiene Mental de Prisions, Philadelphie
           Membre du Collège  Américain d´Orgonomie


Wilhelm Reich dijo que el destino de la raza humana está determinado por la estructura de carácter de los niños del futuro. Nuestro futuro y el del planeta están determinados por la forma en que nuestros hijos se educan y como educarán a los suyos, generación tras generación.

Todos los padres desean para sus hijos una vida mejor que la que ellos han tenido. Incluso los bien intencionados padres siempre producen las mismas neurosis en sus hijos, y sus esfuerzos para proporcionar una vida mejor no están coronados con éxito. ¿Entonces por qué todos los esfuerzos, incluso inteligentes y bien intencionados no han dado lugar a una mejoría en la generación siguiente? ¿Por qué cada generación produce adultos tan enfermos como nosotros? ¿Por qué la incidencia de neurosis, psicosis y de suicidios continúan al mismo ritmo? ¿Por qué las guerras, las brutalidades y la miseria humana continúan siempre de la misma manera? Una gran proporción de la humanidad continua viviendo vidas de silenciosa desesperación o de silenciosa resignación. Reich nos aporta respuestas a nuestras interrogaciones. En el libro “Les enfants du futur”, Reich escribe:

“Cada intento de romper el muro del mal social con todo tipo de teorías sociales, programas políticos, reformas, resoluciones y revoluciones fracasa estrepitosamente y ningún intento de mejora de la especie humana ha acertado.”

Hace 30 años que Reich murió y es evidente que hoy día la gente toma consciencia poco a poco del importante rol que juega la puericultura funcional para la formación del bienestar de los niños.
Gracias a esta toma de decisión ha aumentado la consciencia social, que seguramente no era muy evidente hace treinta años, y parece ser que hay una esperanza para la humanidad – si no lo hacemos saltar todo antes. Los estudios sobre los bebés y los niños, que han aparecido en la literatura, están en proceso de confirmar la exactitud de los descubrimientos de Reich. Para comprender alguna cosa de puericultura orgonómica (funcional), es necesario comprender las teorías de Reich sobre la energía orgonica. Es sólo a través del conocimiento del funcionamiento de la energía biológica en los seres humanos y las razones que conducen a los bloqueos de esta energía que podremos comprenderla. Cuando realmente logremos entender cómo el bloqueo de la energía biológica nos afecta, estaremos en mejores condiciones para criar a nuestros hijos, sin que la transmisión de la coraza pase de los padres a los hijos.

La prevención de la coraza
Reich descubrió que virtualmente todos los procesos de enfermedad psíquica o somática, eran el resultado de daños en el sistema biológico de la energía orgónica, daños representados por el acorazamiento. De ello se deduce que, para evitarlos, hay que impedir  el proceso de acorazamiento. No es posible suprimir completamente la coraza. No es realista esperar evitarlo al 100%, pero al menos lo que  podemos hacer es impedir que sea rígida en los lactantes y los niños. Se convierte en nuestro deber identificar cualquier cosa que interrumpa el funcionamiento natural y saludable y evitarlo de  la mejor manera posible, es decir: por una parte, parar las costumbres que limitan la pulsación natural del organismo y el metabolismo natural de la energía; por otra parte, promover cualquier cosa que ayude y fomente la libre circulación  de la energía, su natural metabolismo y expresión.
Está claro entonces que la respuesta se encuentra en la prevención. En primer lugar, una vez que se ha hecho el daño, es poco lo que se puede hacer, si no es una terapia orgonomica. Pero la terapia orgonomica biopsiquiátrica está disponible para tan poca gente que debe ser considerada como insignificante en el panorama social general. E incluso si miles de terapeutas orgonomistas cualificados y decenas de miles de pacientes motivados estuvieran disponibles, uno se pregunta cuál sería el efecto de la terapia de los padres en el tratamiento de sus hijos. La terapia es tan larga que, aunque el proceso de reestructuración caracterial se lleve a cabo, los hijos de estos pacientes nacerían de padres con acorazamiento. El proceso biopático es a menudo tan profundamente arraigado, que se necesitan años de tratamiento para restaurar un funcionamiento energético menos perturbado y luego en ese momento, los pacientes ya no tienen la edad para tener hijos.

Si aceptamos la idea de que un padre acorazado  también debe crear un niño acorazado, entonces no hay esperanza de mejora. Pero no creo que este sea el caso, las costumbres que provocan el acorazamiento pueden ser identificadas y modificadas y esto puede tener continuidad de generación en generación. Vemos  cambios en esta dirección en el curso del pasado reciente. Por ejemplo, las practicas del parto han mejorado, la relación madre-hijo en el nacimiento acabó por ser reconocida como muy importante, y parece que los niños estén menos estrictamente dirigidos a la limpieza que en otras épocas La educación no está dirigida por el terror así como generalizada, no es tan brutal; incluso la religión tiene menos influencia en las masas que hace treinta años. (1)

El papel de la cultura en la reproducción de la coraza no debe ser subestimado. Es más fácil, ciertamente, identificar un individuo acorazado que la coraza social (por ejemplo: el padre acorazado, el profesor cruel, el obstetra insensible). No debemos por lo tanto olvidar que esas personas han sido moldeadas sobre la misma cultura. Nosotros somos el producto de nuestra cultura y la transmitimos a nuestros hijos. Estamos tomados por ella y sería ilusorio creer que podemos actuar sin pasar por el filtro de nuestra cultura, que colorea todas nuestras percepciones y dirige nuestra conducta. Reich fue uno de los que trascendieron la cultura para ver las verdades universales. Uno solo puede imaginar como de debió de sentirse frustrado al ver tan claramente cuando todos, a su alrededor, estaban ciegos pero creían ver.

Al imaginar a un niño que funciona de forma natural, la pregunta que surge es: ¿qué aspecto tendría? ¿Cómo seria, qué pensaría, como se comportaría? Reich nos dice en Los niños del futuro (les enfants du futur), no podemos tener una idea preconcebida sobre cómo sería un niño así. Nosotros tenemos una idea aproximada de cómo debería ser un carácter genital, pero no sabemos cuáles serían las cualidades y las características de un ser humano verdaderamente funcional. Las culturas primitivas que afirman la sexualidad – como los Trobriandeses – están también muy cercanas al funcionamiento sano, pero únicamente se aproximan. Reich ha subrayado a menudo que el niño del futuro moldearía su entorno según sus necesidades, si solamente su entorno lo deja en paz y le permite desarrollarse conforme a su verdadera naturaleza.
¿Cómo un niño así regularía su amamantamiento, su aprendizaje de la limpieza, el juego, la socialización, la masturbación y las relaciones sexuales? ¿Con qué frecuencia escogería lavarse? ¿Qué alimentos elegiría? ¿Cuál sería su cultura y como se organizaría? No tenemos ninguna respuesta a todo esto.

¿Las infecciones y enfermedades de la infancia son artefactos de la cultura  y el resultado del acorazamiento? La predisposición a las enfermedades son variables según las culturas, ¿Cuál es el papel que juega el acorazamiento en el debilitamiento del sistema de biológico de la energía que de esta forma permite que se instale la enfermedad? Ciertamente, en cada cultura, hay individuos que tienen una inmunidad natural muy fuerte por razones que  no comprendemos aún claramente pero que están probablemente  ligadas a su metabolismo energético. La única manera de lograr verdaderamente la comprensión del funcionamiento natural es el estudio de los individuos naturalmente sanos no de los individuos enfermos. Reich escribió:

“La esperanza de entender el desarrollo sano a partir del funcionamiento biopático ha desaparecido por completo. Parece ser que no podemos abordar el problema de la salud  sino por el estudio de la enfermedad”

El Centro de Investigación Orgonómica sobre la Infancia fue creado por Reich con el objetivo de observar y estudiar  los niños sanos y el propósito de eliminar los hábitos  “socialmente aceptados” pero perniciosos, transmitidos por los padres y que producen los acorazamientos. El principio fue: permitir que el niño encontrara su propia vida. El desarrollo funcional no puede ser enseñado, pero si libre de expresarse. El proyecto de Reich era permitir que el niño se desarrollara naturalmente y  sabía que tenía que observar cuidadosamente la actitud de los padres y los investigadores puesto que esta era importante en el estudio de toda observación hecha sobre el niño. En efecto, el desarrollo del niño se deriva de las actitudes parentales.

Los hábitos a cambiar…

Esto nos lleva a examinar los hábitos que nos impiden  el desarrollo funcional, sano y natural. Si acordamos de  identificar los hábitos perniciosos y demostrar los efectos que tienen sobre los niños, habrá un porcentaje de individuos que tomará conciencia. Creo que podemos dividir a la gente en dos categorías: Aquellos que entienden intuitivamente la veracidad de los conceptos de Reich y aquellos para los que no tienen ningún sentido. Los del  primer grupo responderán favorablemente y cambiaran sus actitudes educativas. Debemos ayudar y animar a estos padres a hacer lo que intuitivamente sienten que es  justo, por ejemplo: dejar a un niño tomar su biberón antes de acostarse, o succionar el pulgar el tiempo que quiera, no prestar atención excesiva a las funciones intestinales y de la vejiga. Si nosotros examinamos de cerca lo que se hace de forma rutinaria hacia nuestros bebés y hacia nuestros niños, no es de extrañar que sean tan neuróticos.

Ya antes del nacimiento, el bebé está sufriendo a causa de la pelvis en tensión de su madre, esta tensión limita el flujo y la pulsación de la energía hacia el bebé. Nosotros sabemos lo importantes que son el estado energético y el metabolismo de la madre para el desarrollo del feto.
En el momento del nacimiento, la madre, a menudo está bajo los efectos de un sedante e incluso va hacía el niño; nace atontado y sin contacto. Está expuesto a luces muy brillantes y mucho ruido, es manipulado con rudeza y separado de su madre. Le son instiladas gotas irritantes en los ojos y se lo llevan a la nursery, un lugar frio y estéril. Allí se le envuelve muy apretado, se le acuesta sobre la espalda y de nuevo es expuesto a brillantes luces, alimentado y pinchado (se le extrae la sangre para los test de laboratorio). Se lo llevan a su madre según un horario fijo, que conviene al personal hospitalario pero no al bebé. Si es un niño, se le practica la circuncisión (2) Sus llantos de angustia no son entendidos por el personal indiferente e incluso por los padres, más interesados a cuál de sus abuelos de le parece. Este escenario no es exagerado. Lo he visto repetirse muchas veces. Siempre me ha sorprendido el constatar que los médicos, las enfermeras, y los padres pudieran estar ciegos y sordos a la muerte de la vida delante de sus ojos.

De todos los traumatismos, el más perjudicial es la separación de la madres del recién nacido. Las investigaciones han confirmado que  - lo que los estudiantes de orgonomia saben y que cualquier persona sensible sabe – un niño debe ser consolado y debe crecer en presencia de su madre. Se está empezando a considerar este contacto inicial como decisivo en su desarrollo. Reich lo dijo año tras año. Por lo tanto, cada uno de estos actos crueles e inhumanos, son perfectamente racionalizados por los que los perpetran y se consideran como “buenos y necesarios” para la madre y el niño. Si esto no es pura y simplemente un acto de peste emocional, se le parece.

Hemos perdido nuestro sentido orgonotico – capacidad inmediata de contacto – que nos debe decir intuitivamente que un niño únicamente debe recibir ese cuidado y atención tierna y sensible, sin traumatismos. Nosotros en tanto que adultos, sabemos lo mucho que una afrenta un  insulto o una  mirada que hace daño nos puede afectar profundamente, y hemos elaborado mecanismos de defensa para hacerles frente. Es imposible imaginar hasta qué punto es afectado por estos actos crueles, al igual que es imposible imaginar cómo se vería sin todo este trauma.

Prácticas a seguir….

La madre debería dar a luz sin medicamentos, en la medida de lo posible, y con una participación activa del médico solo cuando el bienestar del niño lo necesite, y no para acelerar un nacimiento lento. La madre debería tener a su disposición una persona familiarizada con las técnica orgonomicas para trabajar con ella, que la ayudara a regularizar la respiración y a relajar sus músculos tensos y, un factor muy importante, mantener sus ojos en contacto.

Las luces suaves, poco ruido y una temperatura sin variaciones bruscas deberían ser la regla. El cordón umbilical no debería romperse antes de que se detuvieran las pulsaciones, y el bebé debería ser colocado sobre el vientre de su madre. Si hay que instilar gotas en los ojos del bebé, que no sean irritantes. La madre y el recién nacido deberían permanecer juntos, siempre y cuando lo desearan y descansar cuanto sintieran la necesidad. La lactancia debería ser a demanda. El personal debería servir para ayudar y alentar a la madre. El bebé nunca debe ser envuelto apretado porqué necesita de la descarga muscular motriz. Evidentemente, ninguna circuncisión. Solamente el cuidado más suave: no vuelta y vuelta bruscamente; levantarlo y acostarlo dulcemente. El baño debe ser con la temperatura del cuerpo y poniendo atención en que no se enfríe rápidamente. El objetivo es mantener a la madre y a su hijo en estado de expansión energética, de manera que puedan vibrar en armonía y mantenerse en contacto.

Solamente las personas altamente cualificadas y que han sido elegidas por los padres antes del nacimiento, deberán asistir a la madre y al niño. Ellas  pueden perfectamente no ser la madre o la abuela de la joven madre. Una vez en  casa, la madre deberá recibir ayuda, el estímulo y el apoyo tanto como sea posible y ser relevada de las tareas del hogar, en la medida de lo posible.

Los niños tienen que ser abrazados y no debemos dejarlos llorar, porque no es “bueno para los pulmones” llorar sin fin. No debemos endurecerlo  para vivir en este mundo difícil. No queremos adaptarlos a la cultura, acorazarlo al igual que todos los demás. Dejémoslos crecer con la  menos coraza crónica posible. Una vez que la coraza está instalada, la capacidad de autorregulación se pierde para siempre. Para citar a Reich:

“No deberíamos esforzarnos por educar a los hijos para que no tuvieran nunca un solo  problema, pero deberíamos hacerlo de una manera que no tuvieran un blindaje patógeno de manera que ningún síntoma tomara raíces y persistiera”.

Aquellos que se preocupan por el bebé deberían escoger cuidadosamente a la niñera y el pediatra. Los médicos sólo se preocupan por los gérmenes, el peso del bebé y la fecha en que hará sus primeros pasos. Son las “autoridades” y dan su opinión sobre la educación de los niños basándola en lo que se les enseña en el curso de patología. Ellos no son los más indicados para dar consejos. En muchos temas relativos a la educación de un bebé, confiaría más en los consejos de un alegre campesino, con un buen sentido del humor, que viviera en una granja y que criara hijos felices con una mirada limpia, en lugar de un jefe de departamento de pediatría. A menudo es preferible confiar en la naturaleza más que en la razón.

Volviendo al bebé, debemos permitir que éste vea el mundo a través de la ventana; no confiarlo a un rincón de la habitación donde sólo puede fijarse en las paredes de la cuna o en el techo. La casa debe ser anti-peligro para el niño, y se adaptará para cuando empiece a  gatear. Hay que evitar el “no toques”. Si toca el cenicero de cristal, alejarlo y darle otra cosa. Cada “no” y cada “no hagas” en la primera infancia, produce una contracción bioenergética, base del acorazamiento. A menos que no sea necesario para la salud o para la seguridad, no habría que imponerle restricciones. El niño debe ser destetado gradualmente para evitar el desarrollo de un bloqueo oral insatisfecho, que más tarde lo llevará a comer en exceso, a hablar demasiado, etc.

En lo que concierne a la educación de la limpieza, ninguna presión aunque sea mínima. No tiene sentido hablar de autorregulación si imponemos un reglamento externo y privamos al niño de autonomía. El niño va a regularse él mismo, ya que la “limpieza” (educación de esfínteres), no se puede hacer antes de la edad de dos años y medio a tres. La exhibición de los genitales es normal y no se debe agregar a ninguna atención a la masturbación o juegos sexuales. El hecho de permitir esta función genital no comportará que el niño más tarde se masturbe en público. Si un niño tiene suerte de tener un romance en el momento de su primera pubertad, a los cinco o seis años, es importante no reírse, al contrario, hay que tomarlo como una cosa normal y respetarlo. Es cierto que es difícil para nosotros, como padres, tolerar la ansiedad que sentimos al comportamiento natural del niño, si bien intentamos pararlas a través de: “No saltes, no grites, no  corras tan rápido, estate quieto, comete las espinacas espinacas, di buenas noches a la abuela”, y por supuesto, “no toques esto…..”.
Una actitud positiva hacia la sexualidad quiere decir afirmar el derecho del niño a su sexualidad y no solamente  una actitud neutra o indiferente. Ningún otro campo de la educación de los niños esta tan mal manejado por los padres como la sexualidad de sus hijos. Prácticas traumáticas y dolorosas son comunes, especialmente en el seno de familias permisivas bajo el disfraz de una “expresión natural de la sexualidad”.

La autorregulación no significa que al niño se le permita crecer sin estructura y sin límites. A una edad apropiada deben establecerse unos límites, si es necesario hay que pedirle que limpie su habitación, hacer sus tareas, afrontar sus obligaciones. Un niño al que se le permita hacer lo que le agrada, no “auto-expresión y para evitar inhibiciones”……….., será propenso a ser un niño impulsivo. Buscará, inconscientemente, estructuras autoritarias externas o desafiará constantemente la autoridad, por lo tanto continuamente buscara el control que nunca tuvo.

Cuando el niño entre en la sociedad, se enfrentará a la enfermedad de otros niños, a los adultos, a la “cultura”. Se encontrara con niños crueles, mezquinos, furtivos, ya deformados, y con estructuras formalistas y rígidas como la escuela, la religión, etc. Es importante mantener al niño en la percepción correcta de que es el mundo neurótico, y cuando el niño sea capaz de entender, debe explicársele las razones del comportamiento enfermizo, mezquino y deshonesto de los demás ( por ejemplo : “ A tu profesor le gusta ser bruto y humillar a sus alumnos; es porqué es débil, y lo hace para sentirse fuerte”). Esto le ayudara mucho a aclarar el comportamiento y el desorden, insensato e incomprensible que descubra a su alrededor.

Necesitará que le demos toda nuestra ayuda y apoyo en el momento en que en niño entre en la adolescencia. Es el periodo donde el carácter del niño de solidifica. La ansiedad, la confusión y la frustración de este periodo no es necesario explicarlo. Todos hemos pasado por esta experiencia.

Conclusión

Con las prácticas educativas actuales, no es de extrañar que la humanidad este tan perturbada e infeliz. Para la esperanza de un cambio, hace falta un nuevo enfoque educativo, hace falta tener una visión clara  de lo que es este mundo neurótico. Por una parte hace falta educar a los padres y a los que se ocupan de los niños, por otra parte hace falta cambiar las instituciones sociales que perpetúan las prácticas negativas e inhiben la vitalidad y la expresividad natural de las  emociones. Se necesita mucho valor para aquellos que eligen este camino ridiculizado, declarado culpable y condenado en la sociedad.

A pesar de todas las fuerzas negativas persistentes, se han producido cambios positivos y parece que nos dirigimos a una puericultura más funcional. Podemos esperar que, en las generaciones venideras, vendrán tiempos donde los tratamientos inhumanos a los bebés y a los niños serán considerados de la misma manera que ahora consideramos las palizas antes psicóticas, y que eran admitidas como una práctica normal.

El descubrimiento de Reich concerniente al proceso de acorazamiento, las funciones de las instituciones y de la sociedad para perpetuarlas, reducir el movimiento y controlar las emociones, nos han llevado a la conclusión de como salir de la trampa.


(1)    Esto es válido para la sociedad occidental, pero  la brutalidad del “tercer mundo” contra los niños está muy extendida y la religión, supersticiones, todavía tienen un impacto muy poderoso.
(2)   En los hospitales americanos, la circuncisión se realiza automáticamente.