sábado, 2 de julio de 2016

LA MEDICINA ORGONÓMICA. LA ALIMENTACIÓN ALQUIMICA II ( primera parte)

Continuando con el tema de las últimas entradas editadas en el blog, aqui teneis el articulo del  Dr. Carles Frigola publicado en el número 41 de la revista bimensual GiroSalut.
En este articulo nos habla sobre la alimentación alquímica, una alimentación a la que todos los sentidos están invitados y en la que la experiencia del tiempo y el espacio cobran una nueva dimensión. Me atrevería a decir que esta no es una alimentación "útil" siguiendo unas pautas generalizadas actuales que buscan una utilidad en todos los campos y,  que en concreto en el ámbito de la alimentación se centra en gran parte en mantener el peso, adelgazar, engordar, mejorar un rendimiento deportivo etc.. 
La alimentación alquímica nos devuelve la experiencia de nuestra integridad ya que abarca todo nuestro ser y nos conecta con la naturaleza de la que formamos parte.







LA MEDICINA ORGONÓMICA

LA ALIMENTACIÓN ALQUÍMICA II

Cada año al amainar los fríos del invierno, acostumbro a pasar unos días en el monasterio de Poblet conviviendo con los monjes y disfrutando de su hospitalidad. En cierta ocasión Fray Albert María Berenguer me invitó a visitar su laboratorio alquímico. Más que una cocina tradicional parecía una nave Galáctica. Instalada en un edificio del s.XV bastante bien conservado, su cocina me recordaba un laboratorio espacial, en donde todo parece estar diseñado por un ordenador. Los modernos aparatos electrodomésticos están espaciosamente alineados entre vidrieras que evocan que aquí el tiempo humano no existe. Los capiteles góticos que observamos desde dentro nos llevan inevitablemente a la historia de las piedras. A pesar del toque moderno, su cocina conserva íntegramente un clásico espíritu de finuras que mezcla la tradición culinaria con los olores y las especias. Un tipo de sensibilidad que es capaz de producir platos exquisitos.

Los olores tienen la capacidad de sumergirnos en un universo lleno de sensaciones, estímulos y percepciones. Los olores culinarios crean universos y nos conectan con la memoria atávica de la humanidad. Los sacerdotes egipcios conocían  el poder de los olores en las emociones humanas y en su conexión con el cerebro. Comprendían  la estrecha relación que existe entre los olores y la salud, la respiración y la mente. El historiador Plutarco relata que a la caída del crepúsculo, en algunos restaurantes del antiguo Egipto, se quemaban perfumes naturales de efectos tranquilizadores y sedantes (probablemente adormidera y beleño negro), con los cuales se impregnaba la atmósfera. Los antiguos egipcios ya conocían la cerveza y elaboraban más de veinte clases diferentes de pan.

Cervantes escribió en boca del Quijote: “La salud del cuerpo se fragua en la oficina del estómago.” La salud del estómago se forja, a su vez, en el laboratorio alquímico de la cocina. Los maestros cocineros que son los auténticos celebrantes de este antiquísimo arte, conocían las diferentes combustiones y sus exactas temperaturas en relación a cada utensilio con que preparaban el plato definitivo. Las diferentes maneras de cocinar, en armonía con cada uno de ellos: cobre, barro, arcilla, porcelana, hierro esmaltado, acero inoxidable, pírex, teflón, etc., son verdaderas operaciones alquímicas que sirven para elaborar cada alimento en relación con su energía específica, de acuerdo con el refinamiento culinario y cultural.


Cada alimento deriva de un determinado nivel de organización de la materia. Comemos alimentos orgánicos de los diferentes reinos de la naturaleza e incorporamos su fuerza vital, que transformaremos en altos niveles de energía mental. El hombre que sabe comer bien, transmutará la materia en energía psíquica. O como le pasaba a Salvador Dalí, que después de comer marisco en Can Duran de Figueres, podía transformar su sustancia orgánica en pintura y en arte. La personalidad es el órgano de la digestión de la experiencia.

La continuidad es una de las características del proceso de la alimentación alquímica: el producto de un primer estadio digestivo se convierte en materia prima para el segundo y así sucesivamente. De manera ininterrumpida, la materia alimenticia, a través de las secreciones del hígado y las demás encimas digestivas, se va convirtiendo en la forma i esta en energía al pasar por el cerebro a través del torrente sanguíneo. Esta última energía mental será la que dará color a la vida emocional e intelectual del comensal. De esta forma, la transformación alquímica de la materia (cruda o cocida) en el plato, depende, no únicamente de su calidad culinaria, sino de cómo ha estado transmutada hacia niveles más sutiles en la escala de las energías humanas y que será digerida por el comensal de acuerdo con su propia cultura gastronómica.

Fray Albert Maria Berenguer me hablaba de esta sacralización que es ciclo completo de la alquimia y que esta omnipresente en toda la naturaleza, y también en proceso constante de transmutación cósmica. Mientras paseábamos por las huertas de Poblet, me decía: “Mira, observa con tus propios ojos. Las plantas incorporan sales metálicas. Los invertebrados hacen suya la materia digital. Los vertebrados incorporan la totalidad de las plantas. El hombre digiere las plantas i demás vertebrados e invertebrados. Pero únicamente una criatura es capaz, ella sola, de digerir todos los reinos de la naturaleza, incluso los caparazones, las espinas y los huesos. Esta criatura viviente está delante tuyo: es nuestra madre Tierra”.

Y es que para esta clase de alimentación alquímica es esencial el conocimiento exhaustivo de las plantas condimentarías y su significado para la alimentación. Si descubrimos un viejo herbario de la edad media, o simplemente nos permitimos observar un libro de cocina del siglo pasado, comprobaremos con sorpresa que nuestros antepasados sabían más que nosotros en esta materia. Nuestros platos parecen necesitar de este arte milenario. El célebre libro de cocina de Apicius, escrito en tiempos del emperador Tiberio y que Fray Albert parecía conocer muy bien, incluye ya, los más conocidos de nuestros condimentos actuales.

La bibliografía culinaria de Fray Albert no son  los críticos gastronómicos que no le pueden enseñar algo que ellos ya dejaron de practicar hace mucho tiempo. Son simplemente el consejo de la abuela, los recuerdos de los sabores de la infancia y los errores de la temporada pasada. Sus conservas para guardar todo el año se nutren de la sabiduría que se apoya en la riqueza humildad. Un estilo de vida, viejo y nuevo al mismo tiempo, que llamamos autosuficiencia. Sus operaciones alquímicas: ahumar, salar, secar al sol, colgar en la despensa, cocer al baño María, dejar al sol y sereno y, toda la ayuda de los recursos naturales son su arte culinario. Como la ardilla y la hormiga, los monjes de Poblet comen en invierno los frutos que recogen en verano.

La cocina y el refectorio del Monasterio de Poblet son su corazón y su aparato digestivo, de la misma forma que la basílica y la sala capitular representan su sistema nervioso. La alquimia de Fray Albet Maria Berenguer trata de promover una nueva concienciación de la propia curación por las energías naturales. En el refectorio del siglo XIII los monjes comen en silencio y mastican los alimentos de manera armoniosa. Los principios de su dieta frugal nos conducen hacia un tipo de alimentación lejos de las substancias artificiales empleadas en la preparación de los alimentos de hoy en dia.

El Dr.Carlos Frigola es psiquiatra, psicoanalista. Premio Pascual y Prats del Colegio de Médicos y de la Agrupación de Ciencias Médicas de Gerona. Dip. Tavistok Clínic y Institute of Human Relations. Londres.
Director de la Fundación Wilhelm Reich. Miembro del American College of Orgonomy. Autor de diversos libros. Trabaja en la Clínica de Medicina Orgonómica de Creixell. Borrassá. Tel. 972 50 62 91.
www. Wilhelm-reich.org y en el blog: compartir-wilhelmreich.blogspot.com



1 comentario:

Anónimo dijo...

hola, me llamo Oscar.5060 estoy intentando configurar la multiwan del ruter adsl conectando un iphone parandole la wifi y conectándolo con el cable usb al ruter pero creo que el iPhone te pide que lo hagas con la wifi encendida, o no lo he visto por usb hasta ahora, el ruter parpadea las luces correspondientes al enlace por usb nosabria decir si lee hdd creo que para logs si lo he visto, el ios del ruter no reconoce iPhone como dispositivo en la mobile network, dice detecting... tampoco conozco los parámetros de túnel o el iOS no te los da, que no es IOS este es del ruter, dial number, sim pin, LTE, 4G, etc... alguna idea?