lunes, 21 de marzo de 2016

EL ORIGEN DE LA VIDA Y EL DESCUBRIMIENTO DEL ORGÓN

 En esta ocasión queremos compartir  a través del blog: "L'Origine de la vie et la découverte de l'orgone", un  interesante artículo del Dr. Richard A. Blasband publicado en la Revista de Ciencias Orgonómicas en 1986.
Lo iremos publicando en entradas sucesivas. Aqui teneis la primera.


Sciences Orgonomiques           1ère Anée nº1- 1986



EL ORIGEN DE LA VIDA Y EL DESCUBRIMIENTO DEL ORGÓN *
*(Adaptación de dos conferencias presentadas en Munich ( R.F.A ) en Junio 1984 y en Arlington; Virginia ( U.S.A ) en Noviembre 1984 )


Docteur Richard A.Blasband
Médicin orgonomiste et psychiatre, Stocktown, New Jersey
Membre du Collège Américain d'Orgonomie, New York
Responsable de la Commission pour la Recherche Scientifique du College Américain d'Orgonomie
Directeur des Laboratoires de Recherche Oranur, Rosemont, New Jersey.


Wilhelm Reich ha dicho que él no habría podido jamás descubrir el origen de la vida ( es decir los biones y su relación con la biogénesis y el cáncer) si no hubiera abordado el tema de una cierta forma. Para poder comprender las experiencias sobre los biones, lo que Reich pensaba del origen de la vida, de las enfermedades y en particular del cáncer, es importante darse cuenta de que forma llegó a tales descubrimientos.

Reich empezó su carrera a principio de los años veinte como psicoanalista. Su trabajo de analista le llevó a plantarse preguntas sobre el masoquismo, problema que le interesaba particularmente. Descubrió que el problema fundamental del masoquismo, era su incapacidad de tolerar la expansión engendrada por un fuerte aumento de la energía. La coraza es un verdadero muro, una barrera que el masoquista ha creado para separar sus sensaciones profundas del resto del mundo. El masoquista acumula una gran cantidad de energía que se vuelve intolerable puesto que ésta  golpea contra  la coraza y no puede ser descargada. El masoquista dirá  que se siente tenso, dilatado, inflado como un balón a punto de estallar. Siendo masoquista probará de salir de esta situación y para esto suplicará al terapeuta o a otra persona que le haga daño, única manera para derribar este muro y para sentirse aliviado (1). El trabajo clínico y en particular el referido al masoquismo llevó a Reich a considerar a los organismo vivos como simples células, como si fueran esencialmente sacos de energía  llenos de líquido. Si no existía coraza y podía tener una pulsación libre, entonces, las relaciones sociales de estos organismos serían francas, abiertas y amistosas; nada les impediría expresar su cólera cuando tal necesidad lo requiriera. Por el contrario, si la superficie de estos sacos de energía estaba tensa y rígida,  de esto resultaría también una rigidez en las relaciones sociales. Esta rigidez vuelve a las personas incapaces de tener verdaderos sentimientos o incapaces de expresarlos. Sobre la base de este razonamiento y de su modelo de sacos de energía, Reich fue capaz de comprender el funcionamiento del cuerpo humano a un nivel fisiológico muy profundo ( a saber que está dotado de expansión y de contracción: la pulsación biológica) y de descubrir en consecuencia la función del orgasmo.


LA FORMULA DEL ORGASMO

El orgasmo tiene por función descargar el superávit de energía almacenada por el cuerpo durante su actividad cotidiana. Reich descubrió que el organismo funciona según un ritmo bien definido: TENSION MECÁNICA -----  CARGA ENERGÉTICA-----  DESCARGA  ENERGÉTICA-----RELAJACIÓN MECÁNICA. La tensión es un fenómeno puramente mecánico debido a la acumulación de fluidos que provocan la inflamación de los órganos (Por ejemplo, las zonas genitales en el momento de la excitación sexual). La carga y la descarga son fenómenos puramente energéticos ( acumulación y liberación de la energía).


Reich  se dio cuenta  muy pronto que esta fórmula podría aplicarse a numerosas funciones del cuerpo que no fueran las del orgasmo. El orgasmo es un fenómeno que implica a todo el organismo: es un estado en el que los temblores y las ondas de la pulsación invaden el cuerpo entero. Pero cada sistema orgánico esta dotado de la misma pulsación. Por ejemplo, tomemos el caso del corazón: se llena de líquido,  se tensa (estado de tensión mecánica ); y luego es atravesado por una carga eléctrica  que se origina en el mismo corazón ( este fenómeno es bien conocido en  cardiología tradicional) entonces hay  la descarga y seguidamente la relajación mecánica. El mismo proceso de tensión-acumulación-liberación-relajación permite  que la sangre fluya en las diferentes partes del cuerpo. Este proceso gobierna también la actividad peristáltica  del intestino, la actividad de la vesícula biliar y la excreción de la orina por la vejiga. Este proceso gobierna la vida misma de cada célula del organismo vivo. La célula se  hincha de líquido (tensión mecánica) después se descarga eléctricamente, seguidamente se divide en dos partes iguales (descarga energética). En el momento de la división hay un máximo de carga y emisión de radiación luminosa (luminación). Después de la división, hay una disminución de la tensión superficial de las células-hijas ( relajación mecánica). Dado que ella gobierna  todos los procesos vitales, Reich consideró la fórmula del orgasmo como la fórmula de la misma vida (2).Reich se planteó enseguida una cuestión muy interesante. Si la fórmula del orgasmo era la fórmula de la vida. ¿Podía aplicarse  a todos los procesos de la naturaleza? Él constató que no era el caso. Existen procesos en la naturaleza no viviente que no están gobernados por la fórmula del orgasmo. Ciertamente, encontramos los mismos elementos y productos químicos en la atmósfera, o en la masa inerte, pero sólo en los seres vivos, existe esta sucesión rítmica de tensión-carga-descarga-relajación.

Reich se pregunto entonces si las observaciones clínicas que había hecho a partir de sus pacientes no podían entrar en este contexto, Concluyó que los procesos fundamentales, tales como el placer y la ansiedad que se desarrollan en el plano psicológico podían ser comprendidos mejor si uno los consideraba a un nivel más profundo, como los procesos biológicos.

Para empezar, era necesario distinguir entre los dos componentes del sistema nervioso neuro- vegetativo, es decir entre el sistema simpático y el sistema parasimpático. Cuando este último entra en acción, los líquidos son enviados a la periferia del cuerpo que está en relación directa con el entorno. Mientras el sistema simpático entra en función cuando una persona está en un estado de ansiedad o de stress. El parasimpático corresponde pues al estado de placer; el simpático a la ansiedad, Reich se dio cuenta también que, en un nivel fisiológico más profundo, algunos efectos químicos gobernaban el estado de placer o ansiedad. Reich se dio cuenta también que en un nivel fisiológico más profundo, ciertos efectos químicos gobernaban el estado de placer o ansiedad. En el estado de placer existe expansión (hinchazón por los fluidos) y predominio de los iones K+; mientras que en el estado de ansiedad hay una contracción (desidratación) y predominio de los iones Ca++ y H+. Reich vino a concluir que fundamentalmente estos diferentes efectos químicos y fisiológicos, pueden remplazar en el organismo funciones idénticas pero más elaboradas. Por ejemplo, la ameba, organismo unicelular, no tiene sistema parasimpático, sin embargo, tiene iones K+ y se llena de líquidos. Cuando la ameba se encuentra en un estado que  podríamos llamar de placer, hay hinchazón y predominio de iones K+.

El placer y la ansiedad, el parasimpático y el simpático, los iones K+ y los iones Ca++  aunque opuestos, son idénticos puesto que parten de la misma energía. La expansión y la contracción, el placer y la ansiedad reflejan las dos direcciones opuestas de la energía. El organismo vivo está en estado de constante pulsación, una sucesión de expansión y de contracción, de donde dependen las sensaciones y las emociones del momento.

LAS EXPERIENCIAS BIO- ELECTRICAS


Algunos problemas de naturaleza teórica empujaron a Reich a hacer otros experimentos con el fin de determinar la relación entre las cargas eléctricas de la superficie cutánea y los diferentes estados emocionales.

Reich encontró que, cuando la persona sentía placer, la carga eléctrica cutánea aumentaba, sin embargo, en un estado de ansiedad la carga eléctrica bajaba. Las personas sometidas a estos experimentos, incluso si no podían leer los resultados del osciloscopio, eran siempre capaces de describirlos a Reich basándose en sus propias emociones y sensaciones. Si, por ejemplo, dos personas se abrazaban, la sensación de placer sentida se manifestaba en el osciloscopio como una desviación positiva (aumento de la carga). Pero si de golpe, había un momento de repulsión o una simple pérdida de toda sensación, entonces se notaba una desviación negativa (disminución repentina de la carga) (3).

Reich concluyo que la “bolsa” humana está esencialmente formada por tres o cuatro partes:
1)                 Un núcleo biológico, fuente generatriz de la energía, identificable en el plano fisiológico, en el plexo solar ( situado en la zona epigástrica) y en el plexo hipogástrico ( situado profundamente en la zona pélvica);
2)                 El sistema plasmático, a través del cual la energía fluye;
3)                 Una membrana periférica ( la piel)
4)                 Un campo energético que se extiende más allá de la piel.

Lo que Reich acababa de descubrir con sus experiencias bio- eléctricas, no cuadraba con las teorías de la época según las cuales estos procesos eran esencialmente de naturaleza eléctrica. De hecho la pequeña cantidad de carga eléctrica registrada en el osciloscopio (pocos mili Voltios) no concordaba con la energía de las diversas emociones experimentadas por las personas que se prestaron a estas experiencias. Para Reich, lo que se leía en el osciloscopio no era más que una débil manifestación de la cantidad de carga realmente implicada, y los procesos energéticos que se podían observar  no eran de naturaleza eléctrica. Se debía tratar de otro tipo de energía, lo que podía explicar la diferencia existente entre la cantidad de carga experimentada y la fuerza de las emociones experimentadas. Reich puso entonces esto en relación con lo que había observado en las sesiones terapéuticas (cuando la coraza de los pacientes comenzaba a disolverse, estos experimentaban en su cuerpo sensaciones de corriente) y con el hecho que numerosos organismos unicelulares, como los protozoarios, pueden, gracias a esas mismas corrientes (desplazamiento de líquidos en el interior de su membrana) moverse y emitir pseudópodos para alimentarse. Reich deseó por lo tanto estudiar estos fenómenos de corrientes en los protozoarios. Se informó de cómo obtener protozoarios y le dijeron que no tenía más que coger paja o hierba, ponerla en agua y exponer todo a  la luz del sol: habría obtenido así protozoarios. Cuando preguntó de dónde provenían, le respondieron que se formaban a partir de esporas presentes en el aire.
LOS BIONES Y LA ORGANIZACIÓN NATURAL DE LOS PROTOZOOS



Reich tomó entonces hierba, la puso en agua, y para su gran asombro, observó un proceso bastante diferente del descrito por los biólogos clásicos. No obtuvo esporas, incluso rascando la hierba con pinza ( pinzas para trabajos de precisión). Al contrario observó lo siguiente.
 Al principio, la brizna de hierba  que examinaba al microscopio era sólo una sucesión de células verdosas (clorofila) con contornos netos y bien definidos: su estructura estaba bien organizada. Pero después de haber dejado la hierba macerar en el agua durante 48 horas, Reich observó innombrables vesículas no solamente sobre el margen externo de la brizna de hierba, sino sobre toda su superficie. Las células que previamente estaban bien delimitadas, se presentaban ahora como una masa de minúsculas vesículas. La brizna de hierba estaba empezando a desintegrarse. Entonces, para su gran sorpresa, Reich se dio cuenta de que estas vesículas se acumulaban espontáneamente para formar racimos y estas comenzaban a girar en un sentido y luego en otro. En ese momento  se hacia visible una pulsación de las vesículas que formaban los racimos.

Reich llamó “biones” a estas pequeñas vesículas que se desarrollaban i después se juntaban entre ellas. Emitían un brillo azul verdoso, estaban llenas de líquidos y rodeadas por membranas. Los racimos de biones daban lugar, después de un cierto tiempo a protozoos. Reich llamó a este fenómeno “la organización natural de los protozoos”.

Con le fin de saber más sobre los biones y la organización natural de los protozoos, Reich comenzó a examinar otras preparaciones y se dio cuenta de que era posible obtener biones tanto a partir de la materia viva como de la materia no-viva (los minerales) y cualquiera que fuera el origen, todos  tenían las mismas propiedades y funcionaban todos de la misma forma. También era posible hacer cultivos, si se ponían en un medio nutritivo adecuado.

Reich conservó muchos cultivos de biones (sobretodo de biones de arena) en su laboratorio en Oslo que estaba situado en un sótano. En algunas partes del laboratorio el aire era pesado y muy cargado. Las placas fotográficas  se velaban espontáneamente. Todos los objetos metálicos (tijeras, microscopios, etc.) se convertían espontáneamente en magnéticos. A fuerza de examinar las preparaciones de biones al microscopio, Reich cogió una conjuntivitis en un ojo solamente, el ojo que utilizaba para la observación en el microscopio. Cogió un poco de preparación de biones de arena y la puso sobre su piel: aunque separados por el espesor del vidrio, se formó una especie de quemadura comparable a la de una fuerte radiación. Esto le asustó, e hizo testar estos cultivos y estas preparaciones en un hospital para medir una eventual radioactividad. La respuesta fue categóricamente negativa: ninguna clase de radioactividad era detectable en estas preparaciones. Puesto que los biones que emitían estas fuertes  radiaciones, se habían desarrollado a partir de la arena, Reich pensó que se podía tratar de luz solar condensada, por decirlo así. Estas radiaciones eran capaces de cargar los guantes de goma, carga medible en el electroscopio. Reich tomó entonces guantes nuevos, nunca antes situados en las proximidades de los biones, y encontró que tenían la misma reacción, estos también estaban cargados. Realizó pues una serie de experimentos y se vio obligado a concluir que esta energía no se encontraba únicamente en los cultivos de biones de arena (arena que había estado de antemano expuesta a los rayos solares) sino que estaba presente en todas partes y que era capaz de cargar todas las sustancias orgánicas. Era la misma energía que la irradiada por los seres humanos.

Reich colocó entonces unos guantes de goma y otras sustancias orgánicas sobre el abdomen de una persona llena de vitalidad y burbujeante de emociones. Se cargaron. Si la persona respiraba profundamente, una carga aún más fuerte se comunicaba a los guantes. Pero si la persona estaba acorazada, muerta desde el punto de vista emocional y sin ninguna carga energética al nivel del abdomen, los guantes no se cargaban.

Las personas que venían a visitar a Reich en su laboratorio podían ver una especie de resplandor, de halo alrededor de su bata blanca de laboratorio, y sobretodo en la oscuridad. Además Reich estaba bronceado, a pesar de que uno estuviera a mitad del pleno, y en Noruega; él se sentía lleno de energía, jamás en su vida se había sentido tan bien.

 Sobre la base de sus observaciones experimentales y de sus sensaciones subjetivas, Reich llegó a concluir que había descubierto una energía fundamentalmente nueva, que estaba presente no sólo en los biones, sino también en la atmósfera y en cada ser vivo. Llamó “Orgón” a esta energía, a partir de sus estudios sobre el orgasmo y porque esta energía era irradiada por todo organismo vivo y absorbida por todas las sustancias orgánicas (4).



4) - REICH.W: The Bion Experiments on the Origin of Life. Farrar, Straus & Giroux, New York, 1979.

EXPERIMENTO Nº 20


 En el curso de los experimentos siguientes, Reich utilizó tierra que sabia llena de energía, la puso a hervir en agua, después tiró la tierra y recogió el líquido el cual puso a congelar. Dos meses más tarde, mientras descongelaba este líquido, Reich notó en estas preparaciones la presencia de un producto vivo de naturaleza proteica dotado de un brillo verde-azulado y de pulsación. Este experimento ( nº 20) permitió demostrar que la vida podía organizarse casi directamente a partir de la energía libre. Calentando la tierra; entonces, congelando el líquido, había provocado la contracción y la solidificación de esta energía.

Gracias a estos experimentos, aprendió mucho, no solamente sobre el origen de la vida, sino sobre el origen de diferentes enfermedades y sobre el cáncer en particular. Después de sus observaciones, el tejido canceroso se descompone de la misma forma que la hierba. Cuando un tejido sano pierde su energía, los biones se forman en su interior, estos biones se organizan y sus estructuras se parecen a las de los protozoos. La mayor parte de los tejidos cancerosos presentan esta forma similar-protozoo cuando se provoca una caída de su nivel de energía sea por accidente sea utilizando un medio de cultivo con baja concentración de energía.

Reich recogió entonces tejido de la ubre de un ratón sano y lo observó al microscopio. El tejido mamario sano podía presentar aquí y allá algunos biones, pero esencialmente el citoplasma estaba intacto. Por el contrario un tejido canceroso no solamente estaba lleno de biones sino que contenía también partículas que Reich llamó bacilos-T. El desarrollo de un proceso canceroso tiene lugar cuando un tejido bien estructurado se desintegra y luego toma el aspecto de los protozoos. La célula fundamental del cáncer es efectivamente una célula de protozoo.  Cuando hay pérdida de energía en la sustancia celular, ya sea en un vegetal o en un ser humano, el mismo proceso tiene lugar: formación de protozoos. Si cortamos la hierba de raíz esta perderá mucha de su energía. Si a continuación ponemos la hierba en agua, su energía se reorganizará en un nivel primario, más básico: los biones representan la organización funcional de la energía.

El cáncer es esencialmente una enfermedad debida a una perdida de energía, pérdida causada por un estado de contracción crónica o por una depresión grave y prolongada. El mecanismo es el siguiente: perdida de energía> descomposición de sustancias proteicas> formación de protozoos y bacilos-T> infección del cuerpo entero por los bacilos-T. El cáncer es un proceso sistémico, no es un proceso localizado.



EL TEST HEMÁTICO DE REICH


Reich ideó un test para medir la capacidad energética del organismo (orgoneidad).El test se basaba en la rapidez en la que los glóbulos  rojos se desintegraban. Si se desintegraban muy rápidamente en biones, se podía considerar que el organismo tenia un nivel bajo de energía. Si los glóbulos rojos  tomaban un cierto tiempo antes de empezar a desintegrarse, esto significaba que había un nivel alto de energía. En otras palabras, el organismo era capaz de mantener su fuerza orgonótica.

El test hemático de Reich permite prever la posibilidad del desarrollo de un cáncer diez o veinte años antes  de que el organismo  manifieste los primeros signos.

Una parte del test consiste en someter los hematíes a altas temperaturas y a fuertes presiones. Los glóbulos rojos de una persona sana sometidos a tal tratamiento permanecen aún intactos. Incluso después de su “cocinado” su forma anular queda bien definida, su membrana bien visible así como el campo energético alrededor de la célula ( halo blanco). A pesar de la presencia de numerosos biones en la solución, su apariencia general es de una gran vitalidad. Incluso si ciertas células se reagrupan en coágulos, conservan su propiedad de emitir un brillo azulado (luminación). Cuando se hace el test con la sangre de una persona con cáncer, que tiene por lo tanto un nivel de energía debilitado, toda la preparación parece inerte y apagada. Se encuentran biones, pero todos muy pequeños y debilitados, sin vida, Los glóbulos rojos muy raramente están intactos.

El test hemático de Reich se hace en dos fases. En un primer momento, se observa al microscopio la rapidez de desintegración de los glóbulos rojos. Si la persona está sana, habrá escaso biones en los primeros tres o cuatro minutos. La desintegración completa no se hará antes de 15 o 20 minutos. Los glóbulos rojos observados individualmente con una gran ampliación aparecen azules ( el color del orgón).

Por el contrario las hematíes de un organismo canceroso son casi todos fragmentados en biones desde le inicio del test. Esa misma sangre presenta un brillo azulado muy débil  muy diferente del azul brillante y vivo observado en una preparación sana.

En la segunda fase del test se someten las hematíes a altas temperatura y a altas presiones (autoclave) para testar la resistencia de la sangre. La resistencia de las células a tal tratamiento depende de su carga. Si la carga es débil los glóbulos rojos no resisten más que ,ligeramente y acabaran por desintegrarse en una miríada de minúsculos copos. Pero si la sangre tiene una fuerte carga energética habrá formación de un único copo y encontraremos muy pocos biones en la solución. Es posible todavía distinguir glóbulos rojos intactos.
La sangre de una persona con cáncer, sometida al test de presión, presenta una enorme cantidad de minúsculos copos. No hay células intactas . La preparación tiene mal olor.



Si la sangre de una persona que no está enferma y que no tiene cáncer presenta estas últimas características, habrá que aconsejar a esta persona que hago todo por remontar su nivel de energía sino corre el riesgo de tener una enfermedad grave en el tiempo de unos 5-10 años.

EXPERIMENTO 6-C

Reich tomó carbón, obteniendo biones y añadió gelatina, lecitina y algunos productos químicos. Esta mezcla dio lugar a algo que se parecía mucho  a una ameba. Se trataba de formaciones que no sólo eran capaces de pulsación sino también de moverse, de alimentarse y de reproducirse. Las mismas preparaciones conservadas durante años guardaban todas sus propiedades vitales. De hecho, era muy difícil diferenciar las formaciones obtenidas por este experimento (6-C) de protozoos obtenidos por otros procedimientos.
En 1938 este experimento fue confirmado por la Academia Francesa de Ciencias (5)*.


EL PUENTE ORGONÓTICO Y EL POTENCIAL ORGONÓMICO

Cuando mezclamos entre ellos biones de diferentes orígenes, observamos a menudo la formación de un puente de energía entre los dos biones (puente orgonótico).

Por ejemplo cuando mezclamos biones-tierra y biones –hierro, los biones comienzan a girar los unos alrededor de los otros. Los biones de carga energética más débil son atraídos por los biones de más fuerte orgoneidad (atracción). En un cierto momento un enlace de energía se forma entre los biones-tierra y los biones-hierro, verdadero puente que permite el intercambio de la energía.

La formación del puente es debida a la excitación mutua entre dos sistemas energéticos que son los biones. Lo mismo sucede entre las personas. Estas en las que la carga energética es más débil, tienen tendencia a ser atraídos por aquellas que tienen una carga energética más fuerte (potencial orgonómico).

El puente orgonótico no es debido a una acción mecánica, no debe de ser confundido con el movimiento browniano, como es a menudo el caso. Es cierto, el movimiento browniano existe, es debido a un bombardeo de partículas al nivel del átomo, pero la pulsación de los biones es un fenómeno energético, no mecánico.

*NdR: En este mismo periodo, los experimentos sobre los cultivos de biones fueron igualmente confirmados por el Profesor Roger Du Teil ( Centro Universitario de Niza).
DISCUSION

Los científicos habían postulado que la vida nació a partir de la nada en la época de la formación de la tierra: cuando su atmósfera había alcanzado una cierta composición, los productos químicos contenidos en la corteza terrestre y en los océanos pudieron amalgamarse de una cierta forma.  Algunos han podido incluso demostrar que si hacemos pasar una muy fuerte carga eléctrica similar a un relámpago en una mezcla de ciertos productos químicos, podemos obtener proteínas, las precursoras de la vida.

Reich siempre había considerado la naturaleza desde un punto de vista energético desde el principio de sus estudios e investigaciones (fue fuertemente influenciado por filósofos como Bergson, que hablaba de los principios energéticos y de las fuerzas vitales en juego en la naturaleza). Reich asumió pues, muy lógicamente, que la vida provenía de lo no vivo; pero ciertamente no en el sentido místico en el que es suficiente que Dios señale  con un dedo para que surja la vida. Esto debería pasar de forma funcional y espontánea. Reich pensó que se trataba de encontrar de que modo y por que medios la energía era capaz de organizarse en materia y dar origen a la vida.Esta organización debía evidentemente acontecer en un momento bien preciso, cuando la concentración de líquidos, resultante por un estado de tensión mecánica podía crear, de una forma o de otra, una carga eléctrica o energética.

Con sus experimentos Reich demostró que los biones representaban un estado de transición, de la materia inerte a la materia viva. Este paso de lo no viviente a lo viviente no es un proceso que ha tenido lugar en un cierto momento de la historia de nuestro planeta. El origen de la vida ha tenido lugar continuamente y en todas partes sobre toda la superficie de la tierra. La vida esta siempre en movimiento, solamente los aspectos físicos de la vida cambian. La energía toma forma a niveles diferentes: a un nivel superior, cuando se presenta bajo la forma de protozoos; a un nivel inferior cuando se presenta bajo la forma de biones. El fenómeno de base observado en los biones, la pulsación, es el propio de cada célula del organismo vivo: alternancia constante de un movimiento de contracción y de un movimiento de expansión. Nuestro cuerpo entero esta en estado de pulsación constante, solamente, el fenómeno es menos visible que en el de la célula, a causa de la presencia de nuestro esqueleto. Estos movimientos de pulsación son muy visibles en algunos órganos de nuestro cuerpo ( cerebro, corazón, intestino,  vejiga) y durante el abrazo genital.

La mayor parte de nosotros, criados en un mundo mecánico, no estamos habituados al movimiento espontáneo de las cosas. La vida es esencialmente espontánea. La energía está en movimiento constante. Algunas veces uno se pregunta por qué su movimiento toma una dirección en vez de otra, pero se mueve, basta con estar abiertos, llenos de vida y sensibles para sentirnos emocionado delante de tal espectáculo. La sensación de movimiento de nuestra propia energía se acentúa cuando observamos estos fenómenos.

No hay nada esotérico en los experimentos de Reich. Cualquier persona que tenga un microscopio adecuado, y que sepa hacer acopio de mucha paciencia, puede hacerlos. Reich insistía sobre el hecho que era necesario observar las preparaciones en un estado vivo, no hacia falta matarlas con alcohol ni darles color, sino se perdía toda la percepción del observador. Incluso en nuestros días cuando demostramos los descubrimientos de Reich a los hombres de ciencia, si son muy rígidos, son incapaces de comprenderlos e incluso de diseñarlos puesto que piensan sólo en términos de masa mas bien que de energía. Cuando presentamos estas preparaciones a los estudiantes son incapaces de ver nada durante bastantes minutos, después de golpe alguna cosa en ellos se abre, se sienten mas relajados, menos rígidos, exclaman:” Oh vaya! ¿Qué es esto?!” cuando se dan cuenta de tener bajo los ojos fenómenos vivos.

La observación de estas preparaciones puede angustiarnos puesto que evoca la vida que está en nosotros. Si nosotros estamos aislados de esta sensación, si la hemos rechazado de nuestra conciencia, entonces, puede dar miedo estar de nuevo en contacto con la vida y experimentar el movimiento.

Reich se sorprendía cada vez que una cosa nueva se presentaba bajo sus ojos. Veinte años de experiencia en el área clínica y biológica junto a la estructura de su carácter le permitieron ver lo que nadie antes de el había visto, y esto durante milenios, incluso si alguien lo había visto previamente, lo había ignorado.

Reich no era  ni un ser sobrenatural, ni un dios pero era una persona llena de vida y que sabia ver las cosas. No importa quien pueda hacer sus experimentos y observar estos fenómenos, siempre que este llano de vida y capaz de “ver”.

Si experimentáis placer o angustia observando la pulsación de estas preparaciones, es buena señal: esto quiere decir que estáis tocados, experimentáis vuestra propia vida moverse en vosotros mismos, al igual que la vida se mueve, ahí, bajo vuestros ojos.



Cuando Reich hablaba de biones, decía que danzaban y los comparaba con niños jugando. Desde un punto de vista funcional, estas vesículas de energía primaria que son los biones pueden realmente ser comparas a niños que juegan puesto que los niños, ellos también, son esencialmente sacos de energía. Esta comparación es válida para nosotros también, adultos, a condición de que nuestra interacción con los otros no sea muy cerebral y que nosotros sepamos seguir nuestro propio ritmo biológico.


CONCLUSIÓN


Hemos visto ya las implicaciones de los descubrimientos de Reich para la ciencia en general. Ahora querría concluir subrayando su importancia para la medicina. Hemos tenido ya una pequeña idea después de mi presentación sobre el trabajo de Reich acerca del cáncer. Pero, de hecho, el concepto energético es válido para toda la medicina puesto que si los tejidos energéticamente débiles pueden desintegrarse espontáneamente para formar biones, bacilos-T y bacterias, tenemos aquí un medio  que nos permite no solamente comprender el origen de las enfermedades sino también de prevenirlas. La mayor parte de las enfermedades que llamamos infecciosas no lo son en absoluto. Es verdad que cuando nosotros tenemos un resfriado dispersamos microbios a derecha e  izquierda, microbios, que otra persona acabará por atrapar. Pero en la mayor parte de los casos, cuando atrapamos gérmenes, es simplemente porque nuestro nivel de energía no es el mismo que antes, es porque todo nuestro organismo se ha contraído y en particular la zona que ha sido alcanzada por los microbios. Cuantos dolores de garganta no son más que la consecuencia de la contracción de la garganta debía a la ansiedad o a alguna otra emoción reprimida en este nivel.

Reich con su trabajo nos ha dado el medio para comprender la base energética de la salud y la enfermedad. Este nos ha permitido una visión global del cáncer y de otras enfermedades, pero lo que es más importante aún, nos ha dado un medio completamente nuevo de prevención de la enfermedad: evitar toda desintegración en biones y putrefacción en el interior del organismo vivo; reforzando su inmunidad natural ( nivel energético, orgoneidad) o bien restando la energía estancada y mortal ( DOR) o aún buscando de mantener en el organismo la vivacidad de las emociones y las sensaciones bio-físicas.




BIBLIOGRAFÍA

1)- REICH,W.: Character Analysis. Vision Press Ltd., London, 1969
2)- REICH,W.: The Discovery of the Orgone, vol 1: The Function of the Orgasm, Farrar, Straus& Giroux, New York, 1968.
3)- REICH,W.: The Bio-Electrical Investigation of Sexuality and Anxiety. Farrar, Straus & Giroux, New York, 1982
4)- REICH,W.: The Bion Experiments on the Origin of Life. Farrar, Straus & Giroux, New York, 1979.
5)- REICH,W.: The Discovery of the Orgone, vol.2: The Cancer Biopathy. Farrar, Straus & Giroux, 1973.



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